Respetada señora con la amabilidad que su señoría requiere le pido que me aclare algunos conceptos suyos sobre EL COMUNISMO. Sus escritos siempre andan aterrorizados, huyendo, escondiéndose, enmaletándose, encerrándose del COMUNISMO, Dígame, oh, amable dama del pleistoceno ¿por qué dice usted en sus escritos que “los venezolanos sentimos repulsa por el comunismo? ¿Por qué usted nos coloca a mi familia y a mis setenta y seis amigos como personas que le tenemos miedo al comunismo? ¿Con cuál derecho usted nos tilda de cobardes, que les tienen miedo a esa doctrina que tiende a la colectivización de los medios de producción?
¿En cuál país comunista usted ha vivido, ¿por qué se abroga el derecho de pensar por nosotros como en aquella publicidad que les decía a sus clientes ,”permítanos pensar por usted”, calificándolos de imbéciles Usted, disculpe, es una abusadora, señora Cuenca, tenga miedo usted que es oligarca, del comunismo, tenga miedo usted y su MUDos de la oposición que son una sarta de pusilánimes, pero a mi familia que es numerosa y a mis amigos que creemos en la unión como medio para enfrentar los retos del capitalismo que usted representa, por favor respétenos.
El miedo al comunismo lo tienen son los explotadores, los pedagogos sin luz mental, los miserables que copan la pequeña burguesía construida con el sudor de los pobres, los lame suelas de FEDECÁMARAS y su pandilla de sátrapas, los Zuloaga, los Ravelles, los Julio Borges porque siempre han robado a quien les produce sus riquezas, léase los trabajadores. Usted si tiene miedo, porque en ese invisible comunismo que usted eyecta desde su macabro corazón, es posible que ningún medio de comunicación se preste para que su débil cerebro mentiroso y ruin lucubre tantos enanismo, ¡oh! Simpática dama de las cavernas,
Sus aberraciones orales nos permiten descubrir que la oligarquía que usted representa es tan cobarde que le teme hasta a lo inexistente; evidencia de que una nación comandada por ustedes no sería la ideal para que en ella exista la clase trabajadora. Usted que ve comunistas hasta en la sopa, dígame, ¡con qué se come eso? ¿Cómo es su mundo comunista y cuando lo vivió en carne propia? Nosotros creemos en esas mujeres que se sientan felices en una UVB, en una Junta Comunal, en un restaurante del barrio sirviéndoles comidas a los más necesitados, a esas mujeres que estudian en las misiones, a esas damas venezolanas que han salido de la oscuridad del analfabetismo. A esas que trabajan de ministras, de directoras en entes de la revolución, a las que salen todos los días a defender sus derechos, como hoy se ha logrado con éste “comunismo” que su mente atrofiada señala como infernal.
Dígame señora Cuenca cuál país es comunista, en cuál de ellos usted ha ido a sufrir en vivo el martirio de su gobierno. Lo que usted ignora, señora cuenca es que el pueblo venezolano, en especial las mujeres ya están curadas de sus mentiras, de sus conceptos políticos, porque usted fue COMUNISTA y al igual que los infelices Teodoro y Pompeyo salió corriendo a pegarse a las faldas de la burguesía, de esa criminal oligarquía QUE ODIA con toda su fuerza a este pueblo que lo que quiere es vivir en equidad, en justicia y en paz. Señora Cuenca que sus horripilantes palabras y pensamientos se los trague el demonio que bulle en su mente de mujer sin alma.
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