Mucha agua ha pasado por debajo de los puentes desde ese día, sin embargo hay una pregunta que estoy seguro, algunas veces se pasea por la mente de muchos compatriotas adeptos a la revolución bolivariana: ¿Esta en evidente peligro la continuidad de la revolución bolivariana que ha ofrecido y prometido tantas esperanzas a los venezolanos?
Es innegable que la revolución bolivariana atraviesa hoy por un espinoso camino, de un lado el imperio norteamericano y sus satélites en el hemisferio y en Europa andan a la caza de alguna oportunidad contundente para enlodar y hacer claudicar el respeto y el apoyo del mundo por la revolución bolivariana y por el otro la derecha interna y su pornográfico poder mediático que es capaz de realizar cualquier artificio inconstitucional y violento para salir del presidente Chávez incluyéndose el magnicidio que ha sido una idea acariciada por muchos ultraderechistas venezolanos y extranjeros desde hace años.
En ambos casos, el imperio y sus cipayos, tienen un solo objetivo: Salir de este gobierno cueste lo que cueste. Sin embargo no son estos los únicos elementos que representan peligro para el proceso, por un lado existen reconocidos y persistentes factores internos que juegan y han jugado desde hace rato al chavismo sin Chávez , a la traición solapada y al aprovechamiento pecuniario de las actividades y contratos del gobierno, por el otro lado la ineficiencia de muchísimos altos y medios funcionarios públicos (Ministros, Directores de Empresas Publicas e Institutos Descentralizados, Diputados, Jueces, etc., que han demostrado con creces una sospechosa indolencia que corroe los esfuerzos que realiza el Presidente por hacer llegar la acción publica y las soluciones a los ciudadanos y desgasta la credibilidad y la esperanza del pueblo en los mecanismos de la revolución para resolver los problemas del país.
Desde hace mucho tiempo las bases populares que sustentan de apoyo político
al presidente han exigido urgentes replanteamientos y revisiones de
las actuales estructuras dirigenciales de la revolución, ya que existe
un percepción legitima de parte del pueblo llano de que algunos políticos
supuestos “revolucionarios” tienen una lógica distinta a los intereses
de la revolución y de hecho en muchas ocasiones se apartan y excluyen
al pueblo al mejor estilo cuartorepublicano. Estos ineptos olvidaron
muy rápido lo de “ Revisión, Rectificación y Reimpulso”
y en sentido estricto son un lastre que ha causado excesivo daño al
proceso revolucionario.
Existe igualmente una justificada creencia de que el Presidente esta
siendo manipulado y que algunos dirigentes y funcionarios de alto nivel
le están sacando partido al interés de Chávez de materializar las
promesas y obras para el beneficio del pueblo. Hasta ahora la Directiva
del PSUV no ha podido o no ha querido acometer el trabajo de lograr
una sintonía entre el trabajo de estos altos funcionarios y los objetivos
claros de la política social y económica establecida por el Presidente
de la Republica.
Es evidente que la burocratización
excesiva y la inercia en las estructuras administrativas y operacionales
del gobierno ha ocasionado un severo daño a la revolución, mas que
un dinamizador de la acción del estado estos funcionarios se han convertido
en una onerosa y mediocre carga que ralentiza y sabotea la dinámica
para el cumplimiento de las promesas y las soluciones que el pueblo
espera desde hace mucho tiempo. El mismo Chávez se ha dado a la tarea
de cuestionar públicamente la actuación y la indolencia de muchos
funcionarios a los cuales les ha exigido eficiencia y conciencia revolucionaria
en el ejercicio de su función publica y por sobre todas las cosas atención
y solución de los problemas que aquejan a las comunidades, el Presidente
incluso de manera personal resuelve muchos problemas que deberían ser
atendidos por funcionarios contratados para tales fines. Muchas obras
y programas no se han realizado por la ineptitud reinante en muchos
Ministerios y lo más grave es que verdaderamente engañan al presidente.
El país esta lleno de avisos de obras importantes y necesarias del
gobierno bolivariano que nunca se han hecho o que están inconclusas
desde hace muchos meses y esto gravita en la conciencia de la gente
y es además la materia prima que utiliza la infame oposición para
atacar al Presidente y a su gobierno.
Esto evidencia que la estructura del estado no está suficientemente
alineada con los intereses y la dinámica de la revolución ya que muchas
instancias todavía son controladas por un pseudo-chavismo oportunista
e individualista que aunque se colocan la boina roja difieren del presidente
y no están muy dispuestos a impulsar un proceso revolucionario tendente
a implantar el socialismo, ni pretenden ser revolucionarios, su único
objetivo es el aprovechamiento de la coyuntura que les permite disfrutar
de magnificas prebendas y cuantiosos recursos, mantienen, defienden
y aprovechan una lógica capitalista que los beneficia, todos estos
traidores representan un freno a los cambios y avances revolucionarios
que el presidente ha querido implantar y sin lugar a dudas, como dice
Walter, que lanzarían con premura a Chávez a las fauces de los leones
sin ningún remordimiento.
Los espacios de poder regionales y municipales ganados tan trabajosamente
en las últimas elecciones de Gobernadores y Alcaldes en muchos casos
se volvieron sal y agua a la hora de apalancar y relanzar los objetivos
de la revolución bolivariana, se ha perdido una gran oportunidad para
lograr la articulación y la consolidación del proyecto, muchos gobernadores
y alcaldes son solo pantallas en el trabajo revolucionario, más preocupados
por sus intereses que por resolver la problemática de sus pueblos,
esa ha sido desgraciadamente la experiencia que han dejado un importante
numero de alcaldías y gobernaciones chavistas y son muy pocas las excepciones.
Estamos ante un acrecentamiento de las acciones contrarrevolucionarias,
la estrategia fundamental es la de acabar con la confianza en los mecanismos
de la revolución para resolver los problemas del país y por otro lado
deshacer la imagen, la credibilidad y el prestigio del presidente Chávez
tanto interna como externamente acusándolo de toda clase de delitos,
desmanes e ineptitudes, quieren demostrar con mentiras el fracaso y
la ingobernabilidad del país por causa de las políticas de este gobierno
a través del desabastecimiento, la provocación mediática, la desestabilización,
la denuncia sin fundamento, etc., de manera que haya un desgaste mental,
un desencanto de la población para luego venderle y justificar un proyecto
de cambio de gobierno y desgraciadamente hay que reconocer que en las
elecciones a la asamblea del pasado 26S esta estrategia les funciono
aunque no totalmente.
Se trata en sentido estricto de aislar al presidente y separarlo del
contacto y la identificación que mantiene con las masas, que es al
final de cuentas el punto más fuerte de Chávez y que la oposición
no puede ni ha logrado todavía desbaratar y este sin lugar a dudas
será el objetivo fundamental de los diputados oposicionistas en la
nueva Asamblea que comenzara el año próximo.
Estos ataques solo podrán ser combatidos con la eficiencia en el trabajo
del gobierno para solucionar los problemas del país y con concientización,
la formación y la preparación de las bases y la dirigencia revolucionarias,
pero el trabajo político en este sentido todavía es muy insuficiente
y fuera del presidente Chávez no existe ninguna figura de peso que
pueda adelantar este desafío y es que, al parecer, tampoco hay interés
en la dirigencia del PSUV por abordar este tema con seriedad a pesar
de que debe ser uno de sus principales objetivos. Si el pueblo no entiende
y no cree en la revolución jamás podrá defenderla y para creer en
ella el pueblo debe por sobre todas las cosas percibir y constatar que
los dirigentes mas importantes son ejemplo de conciencia, trabajo eficiente
y honestidad.
Ojala que el liderazgo de la revolución bolivariana, sepa interpretar
y satisfacer el sentimiento y las necesidades del pueblo venezolano,
ojala se aparte de la tentación de convertirse en un cenáculo de poder
político y económico como han terminado tantos partidos socialistas
en muchos países y oriente este proceso hacia su consolidación definitiva.