A dos (2) años de la nacionalización de la industria del cemento, donde se anuncio su transformación en empresa socialista, al servicio del pueblo con la participación protagónica de la clase trabajadora, la realidad que actualmente se vive en la industria del cemento no es mas que la agravamiento de las políticas de explotación al desconocer los derechos de los trabajadores y trabajadoras aplicadas por la transnacional CEMEX, tal situación de desconocimiento de derechos y agresiones se explica en una situación totalmente disímil cuando en el discurso se plantea la transformación al socialismo y se deja su implementación en manos de la misma tecnocracia cementera ultraderechista, fascista y golpista actores activos del golpe patronal del año 2002, que además durante años fue el órgano ejecutor de las políticas anti obreras de la transnacional CEMEX, es por ello que hoy se constituyen en la quinta columna que sabotean a sus anchas el Proyecto Socialista Bolivariano en su afán de impedir que se concrete, y así dejar en entre dicho los planteamientos del Presidente de la República Hugo Chávez Frías, los cuales están enfocados a la transformación de la industria cementera en empresa socialista.
Hoy nos encontramos entre una disyuntiva que obliga a las definiciones
de orden político entre dos proyectos antagónicos para la administración
de la industria cementera nacional, en el marco del proceso de nacionalización
emprendido por el gobierno Revolucionario liderado por el comandante
Chávez. Esto por supuesto, y como todos conocemos, trae como consecuencia
ineludible la confrontación entre dos modelos irreconciliables, uno
que pretende dar continuidad al modelo capitalista aun existente y,
el otro propuesto por la clase obrera que plantea la liberación de
los trabajadores y trabajadoras promoviendo su protagonismo activo en
la construcción del socialismo en coherencia con el Proyecto Nacional
Simón Bolívar y así materializar este nuevo modelo socialista pasando
de la teoría a la practica que permita aniquilar definitivamente la
propuesta de continuidad del capitalismo promovido por los tecnócratas
quinta columna enquistados en la industria cementera, para ello debemos
actuar con responsabilidad, compromiso y mucha disposición a realizar
los sacrificios necesarios que nos permitan promover la organización
de la clase obrera, esto supone en un principio, dar un debate franco
y abierto con la participación de los y las camaradas que han venido
aportando en este proceso de transformación para avanzar en la conciencia
del deber social que nos corresponde asumir e invitar a otros actores
que con sus aportes podrían ayudar a la tarea del rearme ideológico
y conceptual que nos permitan como Clase Obrera enrumbar nuestras acciones
al objetivo propuesto, el cual habría que definir bajo las directrices
del comandante Hugo Chávez. En tal sentido los trabajadores de la industria
del cemento proponemos la reestructuración inmediata de la junta de
transición con la participación organizada y consecuente de los trabajadores
en la dirección de la empresa, concretando el planteamiento histórico
de la clase trabajadora y ratificado por el comandante Chávez en otras
empresas básicas, y en aquellas en proceso de nacionalización. En
ello esta encerado el génesis para cambiar definitivamente las relaciones
de producción y derrotar la lógica del capital, fortaleciendo el proceso
de transición al socialismo e ir desmontando al obsoleto estado Burgués
y su estructura, afianzándonos en nuevas practicas y nuevos procedimientos,
basados en los principios de Justicia e inclusión social, esquema del
nuevo estado socialista que ha de nacer y el cual tenemos la obligación
y tarea histórica de consolidar, en el marco de una gestión eficiente
en la industria cementera.