donde denuncio a las mafias de la intermediación de los materiales de construcción amparadas en supuestas Cooperativas Bolivarianas, donde decenas de funcionarios y militares (un General, dice mi informante, es el cabecilla de la especulación de este material) de todos los rangos de nuestra FANB, multiplican los precios de esos bienes mediante el acaparamiento y la especulación. Es así como la cabilla de 3/8 de pulgada, que sale de Sidor a 20 Bs.F. la unidad, llega al usuario final a 83 Bs F., un incremento del 315%.
Excelente la iniciativa de invitar a la Industria de la Construcción a aliarse con su Gobierno, una vez más, bajo términos de mutuo respeto para construir una alternativa conjunta en aras de la solución de los graves problemas de la vivienda. Con esa alianza los constructores podrán acceder a materiales con precios más justos, en forma más inmediata y oportuna, por lo que la escalada especulativa y por ende inflacionaria recibirá un duro golpe.
Lo mismo sucede con el alambrón, cemento, mallas metálicas, perfiles para marcos de puerta y de ventana, cemento, ladrillos y, prácticamente, todos los productos de ferretería, todos ellos accesorios en la construcción final de las viviendas. El mensaje, señor Presidente, es cortar de raíz con esta práctica tan vil, poniendo a las instituciones del Estado a trabajar y actuar a millón, supervisando su tránsito desde la salida de la fábrica hasta el ferretero minorista.
De manera que ¡ojo pelao! con esas Cooperativas Quinta Columnistas, una de ellas, quizás la principal, es la identificada con el nombre de Frente Único Nacional de Distribuidores de Materiales de Construcción (F.U.N.D.M.C.), que ofrece la cabilla que recibe a 20 Bs.F., a 34 Bs.F., una diferencia del 70%; sólo que la revende a otra Cooperativa que es su subsidiaria, su socia, la cual acapara, sustrae la información de los intermediarios, retarda la entrega de la mercancía con lo que desespera al usuario final (ferretero minorista, constructor) y revende a precios especulativos que rebasan los 80 Bs.F., obteniendo diferencias de hasta 144%. ¡Cómo no se va a encarecer el precio final de la vivienda, si el constructor, a su vez, quiere ganarse un 300% y más! Es así como una solución habitacional cuya estructura de costos permitiría ponerla en manos del usuario a 150.000 Bs.F., terminaría costándole hasta seis veces este valor, es decir, un precio final de 900.000 Bs.F.
Asumamos que Indepabis le haga seguimiento a esta estructura de costos, desde la salida de Sidor, Sidetur, Hierros y Aceros San Diego C.A., Cemex, Cementos Catatumbo, etc., y veremos que, encontrando y combatiendo esa realidad, tomando las medidas adecuadas y oportunas, el Estado avanzaría con pasos más firmes y seguros hacia la solución del álgido problema de la vivienda.
Adiestrando a la gente de las comunidades, con cursos intensivos que puede dictar el INCES, y proporcionándoles los materiales a precios accesibles con facilidades de pago, la política habitacional puede ser realmente una solución.
(*) Docente-Investigador. cepo39@gmail.com