la Revolución Norteamericana, la Revolución Francesa y la Revolución
Industrial Británica tenían efectos durables a escala mundial sobre las
ideas políticas, la moral social y la práctica revolucionaria de todos
los grandes hombres. Esto era el triunfo glorioso del capitalismo
burgués-democrático sobre todos los modos de producción anteriores,
especialmente sobre la esclavitud antigua y la servidumbre
feudalista-absolutista.
Estos cambios revolucionarios momentáneos tenían un impacto duradero
sobre las expectativas políticas, los gobiernos y la libertad de las
clases sociales respectivas, pero también sobre las mentes de los
sujetos coloniales y los pueblos subyugados por Europa, especialmente
en Sudamérica y el Caribe, como se puede verificar por el pensamiento
político de John Locke, Thomas Paine, Charles-Louis Montesquieu,
Jean-Jacques Rousseau, Jeremy Bentham, John Stuart Mill, Simón Bolívar,
Thomas Jefferson, etc.
Todos fueron influenciados profundamente por los principios
democrático-capitalistas sociales y morales de la añeja Carta Magna, la
famosa Carta Inglesa de las Garantías Individuales (1689), la
Declaración (Norte)Americana de Independencia (1776), la Declaración
Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789) y la Carta
Estadounidense de las Garantías Individuales (1791). Claro, la Historia
ha verificado una y otra vez, y hoy más que nunca, que no fue la
intención de las clases dominantes capitalistas de aplicar esos derechos
humanos y libertades a todos los pueblos coloniales y neocoloniales también.
La ideología liberal-democrática que resultó de todos estos eventos
históricos, condujo hacia la independencia norteamericana; en Francia -
donde luchó Francisco de Miranda - condujo finalmente hacia la monarquía
constitucional y al despotismo democrático, al imperio napoleónico. Más
adelante se diseminó el nacionalismo virulento y contagioso a través de
Europa y otras partes - especialmente América Latina - mediante guerras
sangrientas de una conquista feroz, pero también de una lucha por la
independencia nacional, inspirada por el "Espíritu del Mundo" de Hegel
montado a Caballo, es decir por Napoleón Bonaparte. Se reprimió
temporalmente bajo el Congreso de Viena y el Congreso de Europa, pero
volvió a florecer en las revoluciones de 1848.
En América del Norte, los "padres fundadores" vociferaron la siguiente
crítica contra la Corona Británica:
"Algunas veces se dice, que no se puede confiar en el hombre con un
gobierno constituido por él mismo. Entonces ¿se puede confiar en él con
un gobierno de otros? ¿O hemos encontrado ángeles en forma de reyes que
lo gobiernan? Dejemos que la historia conteste esa pregunta" (Thomas
Jefferson).
A través de la historia, teniendo ya en mente los "comportamientos
salvajes" de la pandilla de Bush y de los EE.UU. como "jefe entre los
saqueadores", Thomas Paine (29 de enero de 1737 - 8 de junio de 1809)
comentó:
"... si podríamos quitarle la cubierta oscura a la antigüedad,
refiriéndonos al origen de los reyes y del Estado, y trazarlos hasta su
primer auge, encontraríamos que los primeros de ellos no eran nada mejor
que el principio brutal de cualquier insomne pandilla, cuyos
comportamientos salvajes o su superioridad en astucia le dieron el
título del jefe entre los saqueadores y quien, a través del crecimiento
de poder y la extensión de sus pillajes, intimidó a los callados e
indefensos para comprar su seguridad a través de contribuciones
habituales" (Citado en: Murray N. Rothbard, (1977), "Robert Nozick and
the Immaculate Conception of the State," Journal of Libertarian Studies,
vol. 1, no. 1, p. 45).
En su "La Crisis" (1776-83), Thomas Paine, que marcó el comienzo de la
Revolución Norteamericana, describió de manera general los tiempos
turbulentos revolucionarios. En sintonía con las vistas anti-coloniales
del Libertador Simón Bolívar, Paine era firmemente anti-esclavista, era
uno de los primeros revolucionarios democráticos que abogaron por una
organización mundial de paz, y la instalación de un seguro social para
las clases sociales bajas y empobrecidas y para la gente de avanzada
edad. A sus visiones políticas, especialmente aquellas que eran
anti-religiosas, el resto de los "padres fundadores" del capitalismo
norteamericano no precisamente las amaron. Expresó el latido de corazón
transitorio de su época como sigue: "Esos son los tiempos que ponen a
prueba las almas de los hombres".
Es verdad, nuestro tiempo contemporáneo - especialmente aquí en
Venezuela - pone a prueba nuestros cuerpos, nuestros espíritus y nuestra
práxis y teoría revolucionaria. En este espíritu revolucionario, a
través de Sudamérica y América Central, ya en aquel entonces - hablando
de venideros "milagros" - se escuchó otra voz emancipatoria
completamente nueva:
"¿Se puede imaginar que un pueblo recién emancipado es capaz de elevarse
a las alturas de la libertad, y contrario al Icaro, sin derretir sus
alas ni caer en un abismo? Tal milagro es inconcebible y sin
precedentes. No hay una probabilidad razonable para sostener tales
esperanzas" - Simón Bolívar.
En abril y diciembre de 2002 y otra vez en agosto de 2004, con la
resistencia revolucionaria contra un golpe de estado y un sabotaje
petrolero y ratificando a su Presidente Bolivariano en un referéndum
revocatorio, los Venezolanos llevaron a cabo tres "milagros" en línea,
revalidaron el poder ciudadano de un "pueblo recién emancipado".
Por cierto, Simón Bolívar estaba especialmente preocupado por el futuro
de la humanidad y de su preservación bajo el venidero sistema capitalista:
"Durante la infancia de la humanidad, cuando estaba empapado de la
incertidumbre, la ignorancia y el error ¿era posible de prever el tipo
de sistema que adoptaría para su preservación?" - Simón Bolívar.
Pronosticando la inmensidad de las tareas emancipatorias de la
Revolución Bolivariana, comentó: "Es más duro de liberar a una nación de
la servidumbre que esclavizar a una nación libre" - Simón Bolívar.
El Pensamiento Socio-Político del Libertador Simón Bolívar
Al igual que tantos revolucionarios del "Tercer Mundo", por ejemplo,
Ernesto "Ché" Guevara de la Serna, también Simón José Antonio de la
Santísima Trinidad Bolívar era de origen aristocrático de la clase alta,
nacido en Caracas el 24 de julio de 1783, como hijo de Don Juan Vicente
Bolívar y Ponte y Doña Maria de la Concepción Palacios y Blanco. Murió
el 17 de diciembre de 1830.
Como en el caso de Mahatma K. Gandhi,
comparación filosófico-histórica, aquí, de manera muy general, sólo
vamos a resaltar los puntos de vista social, político y moral de Bolívar.
Según un artículo de Miguel Centellas "La República Bolivariana" (Mount
Pleasant, 1995) publicado en línea en "La Biblioteca Virtual de Simón
Bolívar", http://www.geocities.com/Athens/Acropolis/7609/eng/ la
herencia histórica y esencia política de su filosofía social se puede
describir de la siguiente manera:
"Simón Bolívar fue un republicano declarado. Prestando las ideas de la
antigua República Romana y del pensamiento político anglo-francés,
combinadas con sus propias ideas originales, Bolívar estableció su
visión de un gobierno republicano, que mezcló los ideales de las
libertades civiles de la Ilustración con la visión greco-romana de las
virtudes y restricciones cívicas sobre la voluntad popular".
Al igual que hoy Chávez y la Revolución Bolivariana en su totalidad,
Bolívar condenó categóricamente los imperios mundiales hegemónicos e
imperialistas:
"Bolívar rechazó ambos el gobierno monárquico y el gobierno imperial
como no aptos para la América Española e inconsistente con los
principios de libertad e igualdad. A las repúblicas, a contrario de las
monarquías, 'no les gustan poderes que representan un punto de vista
directamente opuesto y no tienen razones para extender las fronteras de
su nación para el perjuicio de sus propios recursos' (Carta de Jamaica).
Monarquías americanas, así argumentó Bolívar, caerían en la trampa de
las guerras territoriales, de sucesión y poder al estilo de Europa".
http://www.geocities.com/Athens/Acropolis/7609/eng/pap/fitzgerald.html
¡Qué análisis científico, social y bolivariano tan preciso, qué visión
transhistórica de la verdad y de nuestra crisis mundial contemporánea!
Claro, al igual que Miranda, Bolívar afirmó los ideales de la Revolución
Francesa que son el Tricolor: Libertad, Igualdad y Fraternidad. El gran
Libertador era un hijo de su época, influenciado por el orden social
burgués de su época, por ejemplo, por la óptica capitalista de la
Ilustración en cuanto a las libertades civiles como son la igualdad
política y la libertad de religión, representadas por Rousseau, Stuart
Mill, Bentham, Locke y otros. Y no sólo esto, muchas de sus visiones en
cuanto a las responsabilidades civiles se pueden trazar en el pasado
directamente donde Platón y Cicero.
Inspirado por su maestro Simón Rodríguez en el campo de la educación,
especialmente en su "Ensayo sobre la Educación Pública", Bolívar ya dio
los lineamientos para las "Misiones" educacionales actuales y otros
proyectos gubernamentales que se entienden como medidas del gobierno
Bolivariano que intentan re-educar a las masas para sus verdaderas
responsabilidades sociales de una democracia participativa en la vida
pública. Como en el caso de Gandhi ¿cuales son los principios básicos de
la filosofía política republicana de Bolívar?
Principios Básicos de la Filosofía Social de Bolívar
Miguel Centellas resumió los principios políticos de Bolívar de la
siguiente manera:
1. El orden como necesidad más importante.
2. Una legislatura de tres cámaras con poderes amplios y variados que se
constituyen por
2.1. un Senado hereditario y profesional;
2.2. un cuerpo de Contralores que constituyen la "Autoridad Moral" del
Estado;
2.3. una Asamblea Legislativa popularmente elegida.
3. Un Ejecutivo de por vida apoyado por un gabinete activo o ministros.
4. Un sistema judicial desvinculado de los poderes legislativos.
5. Un sistema electoral representativo.
6. Autonomía militar.
Ahora sólo algunos comentarios en cuanto a esos puntos. En su Manifiesto
de Cartagena, Bolívar enfatizó la tarea principal de un gobierno
revolucionario, que es restablecer el orden social a toda costa y "sin
contemplar leyes o constituciones (moribundas)", es decir, hasta que se
establezcan verdadera felicidad y paz. Precisamente esto era y es el rol
principal del actual gobierno de Chávez en Venezuela.
Era convencido que "sin orden y estabilidad el caos resultante
destruiría lo que los héroes de la revolución lucharon de establecer -
la soberanía política" (Centellas) - esto vale también para la situación
crítica actual de la Venezuela revolucionaria. Bolívar argumentó, que
las futuras naciones latinoamericanas necesitarán "el cuidado de unos
gobiernos paternales para curar las heridas del despotismo y de la
guerra" (Carta de Jamaica) y luego agregó que "sin responsabilidad y
restricción, la nación se convierte en caos" (Mensaje al Congreso de
Bolivia).
Contrario al pacifismo activo de Gandhi como fue elaborado en otras
partes, como soldado del "poder ciudadano" y en defensa de la soberanía
de América Latina, Simón Bolívar favoreció el "uso de la fuerza para
liberar a los pueblos ignorantes a los valores de sus derechos"
(Manifiesto de Cartagena). Según él, después de obtener la independencia
de España, la próxima fase de la revolución es conquistar el verdadero
poder político. Por cierto, la verdadera independencia social sólo se
puede conseguir dentro del contexto de una integración económica de la
Gran Colombia. Dentro de este marco, los nuevos estados
hispano-americanos tienen que organizar las fuerzas populares y
entrenarlas moralmente en cuanto a las virtudes cívicas. Es aquí donde
se encuentran Bolívar y Gandhi; además, es la esencia social de todos
los proyectos sociales Bolivarianos actuales.
Basándose en el Platonismo, en este campo el Bolivarianismo lógicamente
enfatizó el summum bonum a nivel social, el bien común, pero al
contrario a Gandhi, esto es principalmente un asunto social, más allá
del individuo; las "expresiones democráticas irrestrictas que
perjudicaron el bienestar general del Estado y de la nación, tienen que
resultar finalmente en la pérdida de libertad para el individuo"
(Centellas).
Derivado del utilitarismo de Bentham y Stuart Mill, referente a la
felicidad humana, Bolívar comentó:
"El sistema de gobierno más perfecto es aquel, que resulta en la mayor
felicidad posible y la máxima seguridad social y estabilidad política
... esperamos que la seguridad y estabilidad perpetuarán esta felicidad"
(Discurso de Angostura).
Argumentó que esto "moldaría el carácter de una nación y la llevará a la
grandeza, la prosperidad y el poder" (Ensayo sobre la Educación).
Muchas ideas en cuanto al tipo de gobierno propuesto por él, provinieron
de la Politeia de Platón, por ejemplo la siguiente:
Los futuros Senadores de la República debían ser educados en "un colegio
que fue diseñado especialmente para entrenar a esos guardianes y futuros
legisladores de la nación. ... Desde su infancia deberían entender la
carrera para la cual fueron destinados por la Providencia" (Discurso de
Angostura).
En cuanto a la autoridad moral se refiere, en su Mensaje al Congreso de
Bolivia, Bolívar se refirió a los "Contralores" como un cuerpo
legislativo especial. "Los Contralores son diseñados para actuar similar
a la Corte Suprema de los EE.UU., aunque esta no es un cuerpo jurídico".
Los contralores de Bolívar "son los fiscales contra el gobierno en
defensa de la Constitución y de los derechos populares" (Mensaje al
Congreso de Bolivia).
Aunque incompleto, Bolívar vio a este cuerpo como nuevo poder del
Estado, que tiene que "ejercer la autoridad más temida pero también la
más sublime" (Mensaje al Congreso de Bolivia). Es programado para
proteger al pueblo, al soberano y sus derechos civiles de los abusos
inmorales de cualquier gobierno corrupto.
Este brazo de la legislatura funciona para mantener y "salvaguardar la
moral, las ciencias, los artes, la educación y la prensa" (Mensaje al
Congreso de Bolivia). Mientras las Tribunas crean leyes y el Senado
tiene las llaves para la virtud republicana, son los Contralores quienes
protegen al pueblo y sus derechos civiles de los abusos gubernamentales.
También intenta proteger al pueblo de los daños psicológicos que pueden
causar las campañas de desinformación y las guerras de información, para
salvaguardar la moral social ..." (Mensaje al Congreso de Bolivia).
Definitivamente, si uno estudia cuidadosamente la teoría del Estado de
Bolívar, por su referencia ocasional a Montesquieu, uno puede detectar
su aceptación de la posibilidad que no existen recetas clásicas para
leyes e instituciones políticas. Así que, incluyendo a las revoluciones
sociales, pueden ser diferentes en lugares diferentes y en tiempos
diferentes para pueblos diferentes. Esto también vale para el Estado
Bolivariano actual y su revolución social.
Podríamos continuar escribiendo volúmenes completos sobre el genio
humano de Bolívar, sobre su pensamiento político y su filosofía social,
pero lo anterior debería ser suficiente de iluminar la magnitud
transhistórica de sus visiones liberadoras, sus pensamientos y su
filosofía, su relevancia emancipatoria para la lucha revolucionaria
eterna contemporánea contra el fascismo mundial. (Para información
fáctica adicional en idioma inglés, favor consultar: Bolívar, Simón. The
Hope of the Universe. Paris: UNESCO, 1983.
http://www.whc.neu.edu/whc/gradstudy/bibliograd/themes/MartinH.html
La crítica debería honrar a cualquier mente o estadista grandioso, pero
tiene que ser sublime y tiene que provenir de las alturas científicas y
filosóficas en las cuales se encuentra un(a) libertador(a). Criticar la
obra titánica de Bolívar de manera constructiva, detonaría los límites
de este breve artículo. Otro Titán histórico, Carlos Marx, ya trató de
hacer esto, y terminó editando un artículo meramente descriptivo y
además mal informado para "The New American Encyclopedia, (La Nueva
Enciclopedia Americana)", Vol. III: "Bolívar y Ponte.
http://www.mlwerke.de/me/me14/me14_217.htm
Para concluir en sus palabras originales y para demostrar la fuerza
teórica transhistórica de Simón Bolívar y de la actual Revolución
Bolivariana, liderada por el Presidente Hugo Chávez Frías, solamente
citaremos su seria advertencia de hace más que siglo y medio atrás,
refiriéndose a la venidera plaga imperialista, corporativa y fascista de
los EE.UU.:
"Los Estados Unidos parecen ser destinados por la Providencia de plagar
a América con miseria en nombre de la libertad"