Los logros argumentados por los ministros se vienen dando de la mano con los objetivos de desarrollo del milenio que fijo la ONU. Metas muy concretas y cuantificables a ser cumplidas antes del 2015. Estadísticas que han sido analizadas, corroboradas y difundidas por organismos como la ONU, la UNESCO, el PUND, la OEA, Cepal y nuestro Instituto Nacional de Estadísticas.
En estos aciertos, es donde de verdad y objetivamente hablando, la oposición no tiene, ni tendrá la capacidad técnico-política de refutarlos. ¿Como? Los gobiernos de la cuarta república y las cifras e indicadores sociales y económicos que ellos nos dejaron, distan de los obtenidos por el gobierno actual. También se corrobora en los gobiernos de la cuarta, la falta de voluntad política y capacidad técnica en haber encaminado estas metas del milenio. Particularmente, si tomamos muy en cuenta que estas metas-demandas; sociales y ambientales, se re-formularon y fueron exigidas con fuerza desde 1992. Cuando en junio de ese año, fueron perfiladas en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro. Desde allí han emergido un buen número: de declaraciones, tratados alternativos, carta de la tierra y los tantos documentos directrices que siguen siendo referencia para re-apropiarnos de un nuevo accionar político y avanzar aceleradamente hacia una sociedad sustentable.
Otra iniciativa a favor de los gobiernos de la cuarta fue la directriz impuesta por las políticas de privatización neoliberal en el acorralamiento y achicamiento del estado, reflejada
en los desmantelamientos de las infraestructuras productivas e instituciones del gobierno.
Esta orfandad-sometimiento técnico-político, trajo como consecuencia la profundización en la imposición de un modelo político extractivista-desarrollista vilmente orientado hacia la destrucción progresiva de nuestros recursos naturales, suelos, agua, flora, fauna y biodiversidad.
Agravios ambientales que siguen aumentando a pesar de tener una avanzada Constitución y nuevas leyes que pueden determinar lo contrario. Como bien lo señalo el Vice Presidente-Ministro Ricardo Menéndez en su argumentos: bajo este modelo “no puede haber independencia tecnológica, ni soberanía del conocimiento y mucho menos liberación de los medios de producción”.
Revolucionariamente hablando ¿Cual es el miedo y las limitaciones que subsisten en recorrer nuestra Venezuela y valorarla desde el punto de vista ambiental y saber reflexionar sobre estado actual de los recursos naturales del país? ¿Y en asumir propuestas de políticas ambientales que se constituyan en referencias para el socialismo que estamos construyendo? ¿ Que tantas iniciativas laborales, de investigación y desarrollo pudiésemos generar?; al descubrir: ¿Como se encuentra la cordillera de la costa o cuenca del mar
Caribe?; ¿La cordillera de Paria?; ¿Nuestros paramos andinos?; ¿La cobertura boscosa nacional, especialmente en Guayana? ¿De nuestras reservas forestales que quedan?
¿Nuestras cuencas hidrográficas y su producción y distribución de aguas?¿ Cuántos ríos quedan y contaminados? ¿Los Parques Nacionales y su relación con el habitad de los indígenas; los planes turísticos; los megas embalses creados; las explotaciones mineras, petroleras, pesqueras? ¿Cual es el estado actual de la expansión agrícola-ganadera y la afección de nuestros suelos de vocación agrícola y su relación con los pasivos ambientales que Agroisleña nos dejo? ¿Las poligonales trazadas han cumplido sus funciones? ¿ Nuestras extinciones de las especies biológicas en que estado se encuentran?¿Donde esta la regulación ambiental para los sectores empresariales?
Estas realidades ambientales como otras NO las podemos OCULTAR, ni TAPAR. Basta con recurrir a las mas elementales tecnologías de imágenes de satélites y evidenciar la otra Venezuela que nos han dejado, sin estudios responsables y serios de impactos ambientales; sin planes y manejos sustentables acertados de conservación y preservación de nuestros recursos naturales. Ello nos estará proporcionando nuevas y delicadas tensiones e interpelaciones ecológicas y sociales que ahora se unen con más fuerza y nos demandan OTRO tipo de política alejada del modelo extractivista-tecnócrata-desarrollista, impuestas por los gobiernos de la cuarta república.
Las secuelas del modelo extractivista potencialmente son irreversibles. La merma en los recursos naturales se hacen insostenibles, son recursos finitos. No se le puede dar continuidad a la dinámica de los medios y modos de producción tradicional. Se conjugan desarrollos repetitivos, implicando otros tantos e injustificados gastos en otros recursos tales como: energía, agua, materiales diversos, empaques, embalajes y transporte entre otros. El modelo extractivista se fosiliza en sus propias recetas y sustancialmente retrasa e involuciona a los distintos procesos e innovaciones científicas y tecnológicas.
Podríamos afirmar que esta parálisis e involución en las distintas áreas del conocimiento político, científico-tecnológico e industrial nos ha venido conduciendo a percibir una sensación de cansancio; de desgastes y orfandad de ideas para resolver los nuevos problemas que realmente nos preocupan. Estas faltas de iniciativas percibidas en muchos revolucionarios y militantes del PSUV, los embarca en la adicción pesimista de que no hay solución y ni mucho menos discusión. Se empeña la confianza en nuestra propia capacidad de respuesta subestimando y aminorando la inmensa esperanza-conexión que nuestro Presidente Chávez tiene con un elevado número de venezolanos.
¿Sabrá nuestro Presidente que el modelo del extractivismo-tecnócrata en que seguimos metidos, se identifica con el fin de la era tecnozoica, retrasando el empuje de la nueva era la ecozoica que los movimientos revolucionarios y sociales del mundo viene pujando?. Nos argumenta Boff (2011) “la era tecnozoica se ha estado utilizando como un potente instrumento, inventado en los últimos siglos por la tecnociencia, con la cual se explotan de forma sistemática y cada vez con más rapidez todos los recursos, especialmente en beneficio de las minorías mundiales, dejando al margen a gran parte de la humanidad”. Prácticamente toda la Tierra ha sido ocupada y explotada. Nuestra Venezuela no esta excluida de tal realidad. Es una obligación revolucionaria determinarla y aceleradamente poner los correctivos necesarios.Frente a esta realidad que enfrentamos, surge el nacimiento de una nueva era, el ecozoico. Esta expresión fue sugerida por uno de los más importantes astrofísicos de la actualidad, Brian Swimme, director del Centro para la Historia del Universo del Instituto de Estudios Integrales de California. ¿Qué significa la Era del Ecozoico? Significa colocar lo ecológico como la realidad central a partir de la cual se organizan las demás actividades humanas, principalmente la económica, de tal manera que se preserven los recursos naturales que nos quedan y se atiendan, las necesidades de toda la comunidad de vida, presente y futura. De esto resulta un equilibrio en nuestras relaciones con la naturaleza y la sociedad en el sentido de la sinergia y de la mutua pertenencia dejando abierto el camino hacia adelante.
Estratégica y políticamente, en nuestro proceso revolucionario venezolano se nos abre una gran diferencia-brecha con la oposición, brindándonos una única oportunidad que tenemos que saberla aprovechar! Coherentemente debemos impulsar las eco-tecnologías limpias y ambientalmente sustentables en todas las instancias de las cadenas productivas. En nuestros espacios de acción y participación debemos avanzar e integrar el mayor numero de esfuerzos dirigidos, hacia los procesos educativos y sectores productivos: el gubernamental, el empresarial, en las universidades; en los consejos comunales; comunidades; comunas y cualquier otro espacio organizativo que hemos creado.
Ojala puedan entender nuestros ministros y sus dirigentes estos cambios de modelos-eras. Hoy día es posible hablar y precisar mediciones sobre la base de la eco-eficiencia. Ello implica en todos los procesos productivos cumplir con la ley del menor esfuerzo: orientada en hacer uso del menor esfuerzo posible en el mínimo tiempo invertido y utilizando el menor uso de los recursos naturales; para obtener el mayor numero de beneficios sociales en nuestras comunidades.
En distintas sociedades ya se expresan indicadores de ecoeficiencia, por ejemplo: en relación al producto interno bruto de la economía; a los índices del consumo; a nuestras huellas ecológica y los singulares cambios que de allí se desprenden; en los índices de ahorro de energía, de eco-productividad; eco-efectividad y eco-eficacia. Estos como otros tantos parámetros ya están funcionado e integrándose como estrategias políticas por el desarrollo sustentable, para avanzar hacia la construcción del ecosocialismo.
De nuevo ¡¿cuáles son los miedos?! en reconocer que son estos tantos sentidos que podemos descubrir en la naturaleza los que nos abrirán los nuevos caminos verdaderamente
revolucionarios. Sentidos que cualquier venezolano puede asumir para hacer aportes para la vida en la sociedad alternativa, alegre y necesaria, para nosotros profundamente ecosocialista.
La amplia y densa literatura lo confirma: cada día y progresivamente se están incorporando mas grupos, movimientos, empresas, sectores sociales y de trabajadores a la era ecozoica. Emergiendo un caudal o sin fin de posibilidades y de nuevas promesas para el Presidente Chavez y nuestra revolución. Por ahora, es El con su inmensa capacidad de convocatoria, a quien debemos apoyar a fomentar y dinamizar las tantas promesas de la nueva era ecozoica, para definitivamente encontrarle el sentido y las metodologías a las 3Rs al cuadrado que tanto son exigidas y esperadas.
Referencias Consultadas
Boof, L. (2011) El Advenimiento de la Era del Ecozoico. http://malcolmallison.lamula.pe/2011/02/14/.
email: ipiat2000@yahoo.es