La circunstancias de opresión, atropello y hostigamiento al sentimiento político del ciudadano de a pie, clase media y hasta del burgués progresista; me obligaron tempranamente a tomar partido en la lucha social revolucionaria. Una vez definida filosóficamente la orientación de mis actos, aprendí entre otras cocas, las siguientes: 1) que el Partido tiene entre sus bases políticas y programáticas, orientar, entre otros, a sus militantes obreros para que representen dignamente a sus compañeros en los sindicatos de trabajadores; y 2) que el partido debe actuar, respetando la autonomía de acción que le imprime el carácter de independencia del sindicato, definido legal y claramente en la normativa laboral existente en nuestro país.
La interpretación y manejo de estos principios sindicales en la práctica, obviamente que por el carato ideológico que tienen en la mente buena parte de quienes gerencian al partido y al gobierno; son desvirtuados y manipulados interesadamente por los protagonistas del control pequeñoburgués de la revolución; y por supuesto, por quienes detentan el poder de decisión en el gobierno. Aquí se resumen todas esas acciones descabelladas, contradictorias, descalificadoras y atropellantes que hemos visto suceden a menudo contra el movimiento obrero y sindical que no comulga con hipotecarse y, mucho menos, ser sumiso al gobierno; por el contrario, por lo menos los bolivarianos que militamos en UNETE, somos categóricos moralmente en el ejercicio transparente del CONTROL DE GESTION, así como responsables y consecuentes cuando de apoyar al partido, al gobierno y al Cdte. Chávez, nacional e internacionalmente –la UNETE lo ha hecho y ellos lo saben- ; así como también, en todo cuanto vaya en función del avance de la revolución y de que se consolide la sociedad socialista. No en vano, la UNETE aprueba responsablemente su incorporación protagónica al polo patriótico.
Con este preámbulo quiero llegar a los altos voceros del PSUV, como también al Pdte. Chávez, para que se apersonen en un análisis serio y ecuánime, con sindéresis revolucionaria, de las consecuencias de la errónea política que les llevó a secuestrar el Día Internacional del Trabajador, para convertir tan magna fecha en la historia de la lucha de clases del trabajador y de la trabajadora; en un acto político electoral, cuando ni siquiera el CNE ha declarado abierta la campaña electoral del 2012, en primer lugar. Y en segundo lugar, saben de sobra que mayoritariamente la masa trabajadora está con LA REELECCION DEL PRESIDENTE CHÁVEZ EN EL 2012 y que tal evento de proclamación de su candidatura, bien pudo montarse con los mismos actores en otro momento y en otro escenario que no fuera el sindical, que en esencia respeta el trabajador porque considera que el PRIMERO DE MAYO es su día para la conmemoración, protesta, denuncia y compromiso solidario con los compatriotas y camaradas que se identifican, independientemente del partido donde militan, con la lucha contra la explotación del hombre por el hombre y por mejores condiciones de vida y de trabajo.
Tremendo error político, es consecuencia de la ceguera y sectarismo enquistado hasta en los tuétanos, que padecen los asesores partidistas y gubernamentales de la cuestión sindical. Lamentablemente el Cdte., hasta ahora, cree en ellos a pie juntillas, y en el partido también han logrado garantizarse el apoyo para sus tropelías. Hasta ahora tristemente hay que reconocer, se han anotado varias en su trabajo contra la UNIDAD DEL MOVIMIENTO OBRERO VENEZOLANO. Fresco está aun el pretendido sabotaje contra las dos (2) masivas movilizaciones convocadas por la UNETE en Caracas; pero no pudo ser mejor la derrota que en ambos casos recibieron de la masa trabajadora participantes. Que no recibieron a la clase obrera en la Vicepresidencia, en la primera marcha, es problema para el gobierno, no para la UNETE; y como son gobierno, ellos deciden a quien reciben. Que en la 2ª.oportunidad, estrenaron a la PNB contra los trabajadores, auxiliada por la GNB que es experta en esas lides; para que impidieran la llegada a la AN y nuevamente a la Vicepresidencia; la perseverancia de los marchistas de UNETE Y EL PODER POPULAR, lograron romper la burda táctica de quienes ordenaron las barricadas policiacas para impedir UNETE cumpliera el cometido de su magnífica movilización de los trabajadores.
Pero que el triste
espectáculo, desde el punto de vista de la solidaridad obligada con
la clase obrera que debe cumplir el PSUV y el gobierno bolivariano;
honesta y revolucionariamente deja muy mal parados no solo a los artífices
de esa truculenta maniobra sindicalera, sino también a los estrategas
asesores electorales del Presidente Chávez, que sin ni siquiera arrancar
la campaña, ya comienzan a meter la pata. Lo que planificaron para
conmemorar el PRIMERO DE MAYO, no fueron capaces de hacerlo ni las mafias
sindicales de AD, Copei, Mas, Causa R en la cuarta república; pese
a la degeneración de clase que tenían y el apoyo que recibían del
insepulto CAP.