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La noticia que Chávez fue operado dos veces en Cuba produjo variadas reacciones en Venezuela. Sus seguidores se vieron preocupados y solidarios, mientras que la oposición radical no trató siquiera de disimular sus expectativas. Durante la década, Chávez ha sobrevivido a incontables atentados contra su vida y se ha mantenido a flote a pesar de una serie de conspiraciones, pero podría resultar indefenso frente a un asesino reconocido como el cáncer.
Los problemas de salud de Chávez amenazan con arruinar el actual régimen de Venezuela y por lo tanto le brindan a la oposición oportunidades no previstas.
Algunos de los enemigos de Chávez parecieran cuestionar su enfermedad y sospechan que la situación en torno a su salud es una confabulación diseñada por los hermanos Castro y que apunta hacia el sostenimiento de la popularidad de Chávez con vista a las elecciones del año 2012. Ellos tienen la impresión que en el momento preciso, la historia del líder desafiante que libra una batalla contra el cáncer culmina en una milagrosa recuperación reforzando así la creencia popular de sus poderes mesiánicos.
Mientras tanto, las bases de Chávez señalan que los repentinos problemas de salud de Chávez fueron creados por las agencias de inteligencia norteamericanas e israelíes. En una nota típica de Osvaldo Leal publicada por Aporrea.org se sostiene que agentes enemigos burlaron la seguridad de Chávez y probaron con él algún tipo de novedad tecnológica asesina operada remotamente. Leal cita una cantidad de políticos: Yaser Arafat de Palestina, Néstor Kirchner de Argentina, el amigo de Chávez y potencial sucesor, gobernador del estado Guárico, William Lara, quienes comenzaron a sufrir problemas de salud justo en el momento en que sus opositores más necesitaban deshacerse de ellos.
El cáncer diagnosticado el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, también coincidió con sus intentos de alcanzar por lo menos cierta independencia de Washington. Al experimentar sesiones de quimioterapia, perdió el control del país y eventualmente fue forzado a delegar el rol principal en el vicepresidente, notoriamente pronorteamericano. No obstante, en todos los casos mencionados, las circunstancias podrían insinuar sospechas pero no hubo bases para acusaciones específicas. Los medios de oposición respondieron en coro las noticias en torno a la salud de Chávez exigiendo su regreso de inmediato a Venezuela y menos que el más alto cargo de la nación permaneciera desatendido.
En comparación con los últimos llamados en el sentido que Chávez debiera dimitir, la nueva campaña se plantea como intento de derrocarlo sobre la base de su supuesta incapacidad para actuar como presidente. Finalmente, para la oposición no es muy importante quien llegue al sillón presidencial, su prioridad es que Chávez quede fuera del juego. Los rumores en el sentido que la enfermedad de Chávez no tiene cura, que le quedan a lo sumo tres meses y que trata de gobernar a través de Twitter, son difundidos con creciente insistencia.
Al regresar a Caracas, Chávez fue franco al referirse a su diagnóstico, detalles del tratamiento y perspectivas y su sinceridad limitó bastante las especulaciones en el sentido que la posibilidad de recuperación sería de casi cero.
Chávez pronunció varios discursos por televisión durante los cuales alabó a los médicos cubanos, expresó confianza en su futuro y en general parecía estar en buenas condiciones.
Con certeza la postura de Chávez a su regreso a Venezuela inspira respeto. Presidió una reunión de gabinete, se reunió con la dirección del PSUV y visitó la Escuela Militar donde se refirió a los cadetes como los defensores del socialismo.
Chávez ordenó convocar a un congreso de los Círculos Bolivarianos cuya misión es la de generar un ambicioso programa ideológico. La agenda se centra en el desarrollo del Socialismo del Siglo XXI y el Proceso Bolivariano, el fortalecimiento del gobierno popular en Venezuela y el lanzamiento de una amplia campaña internacional antiimperialista. Se supone que los círculos cooperarán con el PSUV y formarán conjuntamente el Polo Patriótico, una alianza para las venideras elecciones presidenciales.
La última ronda de nombramientos militares es indicativa de sus planes. El General Elvis Sulbarán encabezará la Tercera División de Infantería con base en el Fuerte Tiuna en Caracas. El General Jesús Alberto Milano Mendoza será el jefe de la 21ª Brigada en San Cristóbal, Estado Táchira. La brigada de paracaidistas será liderada por el General Jesús Suárez Chourio. En general, el mando de las tropas listas para el combate se ha puesto en manos de oficiales, que bajo distintas circunstancias, han demostrado su lealtad a Chávez. El General Ornella Ferreira fue nombrado comandante de la guardia de seguridad del presidente, cuyo personal Chávez conoce por sus nombres y a quienes recientemente agradeció su fidelidad.
Al juzgar por las medidas, Chávez ha sido receptivo con las advertencias de sus seguidores en torno a la amenaza de golpe preparado por la facción derechista del parlamento y la oposición radical. El golpe debería materializarse durante la estadía de Chávez en el hospital de la Habana. El parlamento concedió a Chávez un permiso temporal para ausentarse y continuar con el tratamiento médico en Cuba, pero los conspiradores tienen la esperanza de presentar la ausencia temporal como permanente y –con un amplio apoyo de los medios—concentrarse para desplazar a Chávez.
Chávez, durante la reunión de gabinete, delegó parte de su autoridad en el vicepresidente Elías Jaua y en el ministro de planificación y finanzas Jorge Giordani. Rechazó las instancias de la oposición para que renunciara diciendo que él sería el primero en hacerlo si su capacidad para trabajar descendiera a un nivel inaceptable. De acuerdo con la constitución venezolana, Chávez tiene derecho a 180 días de permiso para atender necesidades personales en caso de emergencia, cosa que es más de lo que él intenta tomar. Un tratamiento de quimioterapia lo espera en Cuba y señala que él espera recuperarse y seguir viviendo para él mismo, su familia y su país.
En una entrevista reciente en Venezolana de Televisión, VTV, Chávez admitió que él tuvo que asumir el papel de líder nacional debido a la intensidad de la lucha política en Venezuela y el conflicto que tiene el país con Estados Unidos. Cuando el moderador le preguntó acerca de una mayor confianza en la toma colectiva de decisiones, Chávez declaró que los cambios están en lontananza.
Aun así, la escogencia de un sucesor de Chávez es un tema candente en las filas del gobierno venezolano, los candidatos potenciales serían su hermano Adán, el ministro de relaciones exteriores Nicolás Maduro, el ministro de energía y presidente de la petrolera estatal PDVSA, Rafael Ramírez, el vicepresidente Elías Jaua y varias otras figuras.
Con la elección presidencial aproximándose, ningún contendor pareciera ser rival para Chávez en términos de capacidad de liderazgo, voluntad política o popularidad. Evidentemente, el “chavismo” sin Chávez no funcionará. El ministro de finanzas Jorge Giordani dice que Chávez será reeligido el 2012 y después y que no tiene ninguna duda que el actual presidente derrotará al cáncer. Las reformas en Venezuela continúan y hay mucho trabajo por hacer –Claramente, es demasiado temprano para que Chávez se retire.
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