El endiosado patrón juguetea con la mayor rebelión musulmana que bien podría traspasar el Magreb africano y todos los países árabes, sobre todo los pertenecientes a la Organización de Países Exportadores de Petróleo, contra quienes en el fondo, están orientadas todas las guerras desde mil novecientos noventa.
Los países del Golfo Pérsico son ocho: Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Iraq, Kuwait, Omán y Qatar. Para dominar a estos, desde Tampa, Florida norteamericana, se espesa el aparato bélico más grande de la historia militar de cualquier continente: el Centcom (Cuartel General del Comando Central estadounidense) cerebro de las operaciones militares de Estados Unidos en el Golfo, incluido Iraq y Afganistán.
¿Qué hacen allí? Es el nuevo espacio de dominación militar desenfundado contra los países productores de crudo del cartel OPEP. Objetivo: controlar mercados, rutas, flotas, transporte, almacenamiento, distribución, comercialización y sobre todo, los precios del barril petrolero.
Para esto, cuenta además con los cuatro restantes comandos unificados: Comando Sur en Miami, y los situados bajo el Comando europeo, Alemania, uno de los más armados y mejor dotados de todo el planeta, también está el Comando del Pacífico en Hawái, y el Comando Norte en EE.UU.
Esta ofensiva militar trajeada con alcance mundial, está alerta por las pletóricas ganancias de lo que significa la explotación diaria de 90 millones de barriles de crudo. De lo cual próximamente, cuando se alcance en esta década (2011-2020) una producción diaria de 120 millones de barriles, utilizaran el 50% a la movilización terrestre, acuática y aérea.
La
próxima pelea será dada contra China, pues se perfila como la
mejor economía emergente.
Para: www.aporrea.org
30 de julio de 2011
