Otros países importantes en producción de petróleo no son integrantes de la OPEP como Canadá, México, Noruega, EE.UU., Rusia y Omán.
Tristemente, tenemos que decir que todas las guerras sufridas han sido contra los países del cartel OPEP, sobre todo en el nuevo signo de la década guerrerista desde el derrumbe del Muro de Berlín, el bloque socialista y la finalización de la Guerra Fría.
Ahora el mundo es testigo de la entronización de la Pentagonización, modelo de las familias militares cuatro estrellas estadounidenses, reunidos en el Comando Central Unificado (CETCOM) con sede en la Florida norteamericana. Podríamos decir que está es una nueva fase del imperialismo.
Desde el CETCOM se ha dividido militarmente el globo terráqueo, macabramente éstas fuerzas militares son capaces de intervenir en cualquier país de este desaliñado y saqueado planeta, hoy más que nunca en las direcciones, bitácoras y GPS de los portaaviones estadounidenses y en los reunidos alrededor de la OTAN están marcados los principales países productores de crudo del planeta.
A las potencias les incomoda que el barril de crudo roce los cien dólares, y que este comportamiento se repita y se mantenga por varios meses durante todo el año 2011 y cuya verdad seguirá reinando en todo el 2012.
Las probabilidades de que países del Asia Septentrional como Rusia y de Suramérica como Argentina y Brasil entren a formar parte de la OPEP, inquieta aún más a unas desaforadas potencias muy capaces de sacar de circulación a cualquier gobierno que se les oponga en sus designios: caso Venezuela.
Nunca, Venezuela había estado tan amenazada como hoy lo padece, la posición nacional incomoda y borra de las apetencias imperiales una necesidad orientada por la cadena de varias naciones que acompañan a la nación más poderosa del planeta en cuanto a las reservas de crudo que posee.
Venezuela, se alza por encima del principal aliado estadounidense, como lo es Arabia Saudita con su empresa petrolera Aramco, capaz de sacar diariamente doce millones de barriles de crudo, hoy muy molesta por las cuotas impuestas desde la OPEP en nueve millones diarios, pero los reyes saudíes están dispuestos a romper la cuota por orden dada desde EUA.
La intención es inundar el mercado de crudo mientras se avanza en la desestabilización, nunca olvidemos lo que acaba de pasar en Libia y la desestabilización de Irán y Siria.
Si países como Rusia, Argentina y Brasil integran la OPEO hablaríamos de un barril de crudo superior a los doscientos dólares, cosa que trataran de evitar a cualquier costo los principales consumidores y el precio serán más guerras.
Para: www.aporrea.org
Enero 10 de 2012