Nos encontramos a menos de seis meses de las elecciones del 7 de octubre. Podemos decir, con algunos motores encendidos para enfrentar la dura batalla que se avecina. La táctica que está aplicando Capriles es la de presentarse como un tipo muy ágil, deportista y conectado con los jóvenes que es donde se encuentra el grueso de los que irán a sufragar ese próximo 7 de octubre.
Al Presidente se le espera con todo el cariño de ese pueblo al que ha redimido. Pero debemos comprender que el Presidente no debe someterse al ajetreo al que estuvo sometido luego del regreso de su operación anterior. Todos tenemos que estar conscientes de esto, aunque venga en las mejores condiciones posibles. Necesitamos cuidarlo al máximo, ayudarlo al máximo, atenderlo al máximo.
Podemos decir que la lucha debe ser casa por casa y saber explicar lo que se ha logrado hasta ahora y lo que se va a perder si la derecha llegara a tomar aquí el poder.
1- Se perdería todo lo que se ha logrado en la asistencia médica.
2- Se perderían todas las facilidades para lograr créditos bancarios a tasas preferenciales.
3- Se perderían las misiones.
4- El precio del petróleo se iría abajo.
5- Se privatizaría a la CANTV, a PDVSA, la electricidad, la educación, etc.
6- Se perderían todos los proyectos agro-productivos.
7- Se paralizarían los proyectos ferroviarios y de transporte masivo
8- Se trastocaría la Misión Vivienda y se les haría pagar a precio de mercado, los apartamentos entregados a los beneficiarios.
9- Se haría una cacería de brujas en las Fuerzas Armadas.
10- Se desataría la represión policial contra todos los sectores populares.
Y volvería el país y la América Latina al sometimiento de los dicterios del Departamento de Estado: muerte, ruina, desolación, perdida de la auto-estima, dolor, desamparo y miseria al por mayor.
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