A propósito del allanamiento de la Radio Alternativa de Caracas

Legalidad Vs. Legitimidad

Durante años hemos visto como la “legalidad” se ha impuesto sobre las clases más desposeídas, sobre los oprimidos, sobre aquellos que jamás han tenido acceso a ella, la “legalidad” viene a ser una suerte de muerte esa que uno no toca, ni ve, pero que se presenta cuando uno menos lo espera, esa muerte no necesariamente detiene la circulación de la sangre o el latir del corazón, una muerte a las esperanzas, a los sueños, a las posibilidades y a las ganas de seguir luchando, pero, como no detiene el corazón definitivamente, sigue ahí a la expectativa, tratando de ver como se derroca esa “legalidad” que se te viene encima; sobre todo porque no la conoces, es una representación, es letra, letra muerta que despierta, no es materia, no siente, no huele, no ve, no se transforma, no le ocurren contradicciones, ni cambios, simplemente se impone y esta allí.

La LEGITIMIDAD es la vida, la vida hecha materia, es la posibilidad de transformar, es la esperanza del que se levanta día a día para entrar en contradicción con la realidad, Realidad que es contradictoria, colectiva, que cree en la otredad, procesual, móvil, del devenir, de la totalidad, esa realidad del oprimido, que no es estéril, por que es histórica, esa realidad que nos enfrenta y nos hace luchar, ser revolucionarios, porque constantemente estamos re-evolucionando lo existente, por que no nos sirve y necesitamos, exigimos que nos sirva, porque para algo existió en algún momento y fue para que lo transformáramos constantemente, no es estática, es por ello, que en el transcurrir del tiempo, hemos conquistado espacios diferentes, porque además creemos en la diversidad y la pluralidad.

Nos proponemos mencionar algunos ejemplos que pueden servir para impulsar el debate con respecto a estas dos concepciones de representar la realidad socio-histórica.

El ser humano durante milenios ha trabajado la tierra, esa que estuvo ahí, que esta ahí, y estará a disposición del que quisiera transformarla, en ningún momento hubo nadie que fuese su dueño, todos eran Legítimos. La “Legalidad” apareció mucho después, ella llegó y le quito la tierra al que la trabajaba, al que la amaba, al que la cuidaba, le impuso normas, leyes opresoras, la distribuyo, pero esta distribución se realizó a espaldas de esos trabajadores Legítimos. Esta distribución se realizó entre los que realizaron las leyes, los trabajadores de la tierra no participaron, tampoco entendieron, no era para ellos un código conocido, nunca necesitaron distribuirla porque era de todos. Los desplazaron, los saquearon, los mataron y por amor a la tierra se quedaron, ya no les pertenecía, pero era su vida, y se quedaron, los humillaron y se quedaron, con conciencia de que la realidad se transforma y se quedaron para defenderla, para preservarla, para que su hijos la amaran y siguieran allí, la “Legalidad” se impuso, pero así mismo se fue transformado en el tiempo la realidad, esa realidad que es “legitima” por la perseverancia, la presencia, la lucha y las contradicciones constantes que han permitido que la “legalidad” se vea opacada éticamente frente a la Legitimidad, entonces se hizo voz “La tierra es de quién la trabaja” y lucharon, han luchado y seguirán luchando aunque los maten, porque Lo Legítimo no son las leyes, es el espacio humano conquistado, permanente, transformador, socio- histórico, revolucionario, dialéctico, diverso, social.

En otro tiempo más cercano el ser humano fue presenciando como materialización de la “Legalidad” que le iba imponiendo obligaciones externa a ellos, muchos fueron obligados a dejar el campo y tuvieron que ir a las fabricas, donde también “la Legalidad” estaba presente, tenían que trabajar tiempos inhumanos, tenían que producir algo que ellos ni siquiera podían obtener, tenían que sufrir vejámenes y humillaciones, tenían que obedecer a la “Legalidad”, hasta que tomaron las fabricas en nombre de la “Legitimidad” y exigieron reivindicaciones en nombre de la “legitimidad”, exigieron trato justo, exigieron tiempo justo, exigieron también respeto a las minorías de entonces con reivindicaciones a la mujer trabajadora y se alzaron las voces “La fabrica es de quién la pone a producir” y se impuso la “Legitimidad”.

En estos años duros del siglo XX, grupos de hombres y mujeres se fueron a la clandestinidad “Legitima”, ilegal para la “legalidad”, estuvieron unos en el monte, otros en la ciudad, otros en el campo, los guerrilleros, fueron llamados; esos guerrilleros fueron apresados, torturados, vejados, masacrados y desaparecidos en nombre de la “Legalidad”, pero sus principios jamás fueron pisoteados por que era “Legitima” la lucha revolucionaria que emprendieron, muchos de esos hombres están hoy disfrutando su trabajo, de su esfuerzo conquistado, y lo defienden y lo siguen defendiendo como es el caso del heroico pueblo cubano y han sido Legitimas sus luchas, hablamos pues del caso venezolano, de como durante muchos años este pueblo ha luchado, se ha organizado como legítimamente ha conquistado su humanización, como nos mataron a Felipe Malaver, Fabricio Ojeda, Andres Pasquier, Arguimiro Gabaldon, Yulimar, Belinda, Pelo Lindo, El Uruguayo y tantos otros, como nos masacraron en Yumare, Cantaura, El Amparo, como muchos combativos, perseguidos en su tiempo están hoy en espacios de poder y defienden la “legalidad” como se han olvidado de la Legitimidad, así como también otros están allí en estos espacios luchando para transformar la “Legalidad” en humanismo, es difícil, la “legalidad” tiene muchos años elaborando sus códigos, códigos indescifrables para el común, es por esta razón que seguimos en la calle, todas esas conquista obedecen hoy a la “Legitimidad”, que era y es hoy la acción transformadora del Pueblo oprimido.

La comunicación alternativa en el mundo obedece y se enmarca dentro de la Legitimidad, esta en el marco del derecho a comunicarse. A través de los años hemos visto como se han tenido que utilizar paredes, panfletos, montaje de cine (clubes) clandestinos “no legales”, perifoneos, papelitos dejados en un asiento o transportados en cuadernos, y dejados que se caigan al piso, gestos, imágenes, todo por la necesidad Legitima de comunicarse del ser humano. la “Legalidad” nos puso presos, nos allanó, trató en todo momento de ocultar nuestra voz y presentarnos otra voz ajena totalmente a nuestra realidad, la Legitimidad se impuso y es hoy cuando tenemos medios comunitarios, medios que deben ser masivos-comunitarios, porque la realidad se transforma, tiene movimiento y se diversifica. Éstos medios no nos los dio la “Legalidad”, estos medios los conquistamos, con las luchas, con nuestros muertos que aun lloramos, con la presencia, con los principios que enunciamos, estos medios que la “legalidad” ha querido secuestrar con su poder económico y político, son nuestros, del pueblo-siempre-excluido, los parimos, los cuidamos, los protegemos, la “Legalidad” no nos los secuestra, ni nos lo aprueba o desaprueba, no nos los quita, los trasformamos nosotros, porque venimos de las contradicciones, vivimos en ella y para ella, no somos estáticos, el legalismo burocrático no nos impone cuando tenemos que evaluarlos, por que estamos en una evaluación constante, en una permanente contradicción y transformación de lo que hacemos y debemos hacer a futuro, porque somos pueblo, pueblo-pobre, ese pueblo siempre oprimido, ese pueblo que nunca esta ni estará conforme con las migajas, pueblo-pobre al que se le impone pagar millones en unidades tributarias y se le amenaza y condena a cárcel ...como en los viejos tiempos. Somos Legítimos y la “Legalidad” se sustenta, se mantiene por nosotros, no nosotros en ella. Radio Alternativa de Caracas 94.9 FM es legitima y ¡NO SE SILENCIA!.

La “legitimidad” hoy nos impone un proceso administrativo conateliano, lleva consigo tres aspectos fundamentales, el decomiso del transmisor, el pago de unidades tributarias y la privación de libertad, esa libertad que nos pertenece, es nuestra, la hemos conquistado en las calles, aquí estamos, somos los herederos de esos masacrados, oprimidos, vejados, maltratados, de los humillados, aquí estamos empuñando el arma de la Legitimidad, no tenemos miedo, somos pueblo-pobre y no podremos pagar esas deudas; seremos privados de la libertad, no importa no habrán ganado, la “legalidad” nos privará de la libertad, pero la Legitimidad estará presente: quedan mis hijos, los hijos de todo ese pueblo constructor y transformador de Hombres Nuevos, no huiremos, no escaparemos, no tuvimos miedo ayer y hoy nos fortalecemos en las conquistas históricas de todo el pueblo.


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