Para quienes deseen reflexionar y no repetir, van algunas realidades cuyo carácter las hace estimulantes de ser interpretadas, sobre su significado y sus causas. En la Asamblea Nacional, para comenzar, las elecciones sindicales fueron ganadas por la Unidad Democrática, o sea la oposición, lo cual es muy intrigante si asumimos que el ingreso a los cargos debe haber estado muy controlado desde el punto de vista político. Incluso, se ha denunciado muchas veces la existencia de nepotismo, lo que significa que quienes ingresaban no sólo eran afines políticamente sino también familiares de quienes los contrataban. Gente de extrema confianza, para hacerlo corto.
¿Cómo es entonces que el PSUV pierde las elecciones si ha debido apabullantemente, a pesar de que siempre hay quienes se disfrazan y se cuelan? Sólo podemos dar hipótesis al respecto. O quienes ingresaron siendo seguidores del Presidente saltaron la talanquera, lo cual es un mal presagio para Gobierno, o nunca fueron cercanos al proyecto bolivariano sino que aparentaron serlo para obtener el trabajo, lo cual habla muy mal de la eficacia de la selección. Existe por supuesto la posibilidad de que hayan sido escogidos por su preparación y experiencia, sin considerar sus simpatías políticas, lo cual sería extraordinario en nuestro país.
Ésta nunca ha sido una conducta cotidiana en Venezuela desde 1958 y, en este caso además, existen evidencias de ingresos por razones familiares, personal que se supone totalmente leal no al proceso bolivariano sino a los responsables de su escogencia, quienes en principio, por desempeñar cargos elevados, son seguramente de confianza y sí deberían tener una clara posición progubernamental. A menos que tampoco lo sean o haya ocurrido que esta política de ingresos familiares fuera tan extensa que involucrara también a personal de los niveles medios y bajos, cuyas parentelas ya se encuentran más distantes del poder y, por lo tanto, menos comprometidas en sus lealtades con el Gobierno.
En estos particulares, el partido Acción Democrática fue y sigue siendo un maestro. En la inmensa mayoría de las universidades experimentales que crearon, todo el personal: Docente, administrativo y obrero, era escogido por la seccional del partido en la región. Aún hoy, después de estos casi tres lustros de gobierno bolivariano, siguen teniendo una mayoría o una fuerza muy importante en dichas instituciones. ¿Por qué estos trabajadores no han sido conquistados? ¿Por qué se pierden elecciones en sitios de gente con empleo oficial y aceptablemente remunerado? ¿Qué cosas no se han hecho bien o se están haciendo claramente mal? Deberían ser motivos de reflexión en el PSUV y el Gobierno. Por allí se les está yendo el poder.
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