Como asesinan a nuestros hermanos yukpas

Las muertes inmisericordes en una revolución como la anunciada en Venezuela también pueden tumbar al gobierno. Los crímenes más resaltantes de los dirigentes sindicales, campesinos e indígenas ya sobrepasan los 500. Esta no es la misma situación de los asesinados en los países neoliberales donde ni mella hace a aquellos gobiernos.

Veamos: Paraguay 17 muertes. Unos luchadores que fueron tras el rescate de sus tierras e inmediatamente el gobierno de Fernando Lugo es derrocado por un Golpe de Estado y así se quedará esa situación, lamentablemente ya Fernando Lugo no volverá mas nunca al poder.

Los muertos de una revolución no les duele a las oligarquías de ninguna parte del mundo, pero son muy bien aprovechados para tumbar en un santiamén a gobiernos progresistas. Así lo han intentado hacer en Bolivia, donde las acciones en particular de policías han sido increíbles en contra de indígenas y campesinos a quienes han asesinado cobardemente tratado de montar un escenario de desestabilización de tal magnitud que derroque el gobierno legítimo y revolucionario de Evo Morales.

Pero en Perú asesinan a quienes les da la gana, campesinos, indígenas, estudiantes, gente que protesta y nada ha pasado hasta ahora ni pasará, para este pueblo no existe intervención de la inefable CIDH, OEA, ONU o Human Raic Watts. Nadie habla por ellos en el escarnio internacional. Para estos indefensos ni se activan opiniones ni supuestas sanciones de los parlamentos europeos ni el trasnochado Departamento de Estado republicano se atreve a sacar pronunciamiento alguno.

Los muertos en masa de las grandes protestas son planificadas para ser utilizadas y dirigidas en contra de gobiernos que estén molestando los intereses políticos de la región.

La cobertura periodística es encuadrada bajo a los intereses de las oligarquías, como ellos quieran que les sirvan. Pero lo lamentable es el silencio de la cofradía de de la Red Nacional de Medios Públicos formados con los sacrificios de esta revolución, quienes igual son manipulados a la conveniencia del “interés personal de algunos” pero sobre todo de quienes tienen la responsabilidad de darle la cara al país con moral revolucionaria pero igual optan por callarse.

Para nada hemos visto a la Ministra Nilsia Maldonado decir nada del abominable crimen cometido en contra del indígena Alexander Fernández líder de la comunidad Yukpa, quien fue sacado de la hamaca de su rancho en la Sierra de Périja, secuestrado, torturado y asesinado con balazos en cada uno de sus ojos.

Vean el mensaje que esto significa y de paso menos investigan las informaciones de la prensa y de los grupos y personas interesadas en que esta situación quede como un muerto mas como en efecto ya sucedió, pues inmediatamente lanzaron la matriz que los verdugos son paramilitares colombianos quienes cruzaron la frontera cometieron el crimen y se fueron, como si aquí fueranos tontos y nos creyéramos que la vivienda de Alexander Fernández estaba a pasos o metros de la frontera con Colombia.

Ya con lanzar esta mentira no hay presión de nadie para que el caso sea investigado quedando como un crimen mas donde nada ha pasado y si algo pasa dejen que pase para que después todo siga igual. Los asesinos de Alexander Fernández son los hacendados y terratenientes que se han cogido las tierras de la Sierra de Périja.

En Colombia estos casos son mas impresionantes aun pues los grupos de paramilitares hacen trabajos tan sucios y tan iguales como los de sus organismos de seguridad, especialmente los dueños de los componentes militares del Ejército, Marina y Aviación sin quedarse atrás el otro cuerpo parapolicial que es la Policía Nacional.

Crímenes incrementados en horror después de la intervención norteamericana de las bases militares esparcidas por el neogranadino país.

Esto sin son los muertos de una revolución, estos si cayeron en combate en manos oscuras y tenebrosas de fuerzas irregulares que poco a poco van penetrando a nuestra patria. Estos si deben ser sembrados como ejemplo revolucionarios. Estas sin son víctimas enterradas en cualquier hueco en la Sierra de Périja por defender la demarcación de Tierras manifestada por este gobierno de la revolución. Pero para este hombre no hay Asamblea Nacional ni altar de capilla ardiente ni obituarios en los principales medios privados y del estado, menos ramos, ni coronas con cintas rojas, Alexander ya es considerado como uno de los olvidados mas de este país.

Éste hombre si cayó por la patria, por este luchador si debemos pedir honor y gloria por ser nuestro caído en combate a él si debemos cantarle canciones del revolucionario Ali Primera: “Los que mueren por la vida no deben llamarse muertos y a partir de este momento es prohibido llorarlos que se callen los relojes de todos los campanarios vamos compa carajo que pa amanecer no hacen falta gallinas sino cantar de gallos”.


venezuela01@gmail.com



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Miguel A. Jaimes N.

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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