Muchos son los cuentos e historias que por diversas vías llegan a diario a nuestros oídos del hervidero desarrollado en el servicio diplomático. Realidades mejor conocidas por los funcionarios de alto nivel del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, quienes de manera directa tratan de manejar este pandemónium internacional.
En la mitología, en el libro del grimorio escrito entre la alta edad media y el siglo XVIII se encontraban listas de demonios, instrucciones para el mal, como lanzar hechizos, mezclar medicamentos, convocar entidades sobrenaturales y crear amuletos para la mala suerte, esta maléfica acción del pandemónium era la descripción del baile de las brujas con satanás a las 12 de la noche el Día de San Juan, la Candelaria, fieles difuntos, es cuando las tinieblas intentan acabar con la luz.
Algo parecido, pero mas moderno, sin formulas ni rezos, es lo que a diario y durante muchos años viene sucediendo en la mayoría de las misiones diplomáticas de Venezuela, donde se dan verdaderos enfrentamientos entre unos y otros, tribus, grupos, los de un lado y los de otro, escuálidos que habitan vivito y coleando, quienes bajaron hasta las fotos del Presidente Hugo Chávez el día del golpe de Estado del 2002 y todavía muchos y muchas permanecen allí incólumes.
Y todo esto cae en estos momentos tras los lamentables sucesos del asesinato de la embajadora Olga Fonseca, hecho sucedido en Kenia, donde altos funcionarios de la misión diplomática están involucrados e incluso uno de ellos esta huyendo.
Nadie jamás llegaría a pensar que el enfrentamiento constante entre grupos de poder llegara a estos extremos, pues los hechos sucedidos en los años recientes se parecen a las series norteamericanas de poder de unos contra otros de Falcon Crest o Dinastía.
Las venganzas de estos funcionarios han llegado hasta nuestro país, salpicando una imagen que mucho le ha tocado levantar y restituir al Presidente Hugo Chávez y a varios de sus comprometidos ministros.
Todo lo que se haga para enturbiar nuestra diplomacia nos hunde como país en el escenario mundial y mas ahora cuando Venezuela participa en importantísimos acuerdos internacionales.
Las acusaciones extramuros de muchos de estos incólumes diplomáticos, muchos de ellos abiertos opositores, que llegan hasta allí porque la cancillería venezolana esta minada todavía de muchos traidores y estos funcionarios se han encargado abiertamente de hacerle añicos la vida personal y profesional a altos funcionarios diplomáticos decentes y de convicción revolucionaria.
Muchos funcionarios están escondidos detrás de estos importantes cargos. Algunos están involucrados en mafias internacionales de todo tipo. Otros desboronando la imagen mediante las trabas y trancas de los principales acuerdos que van a favor de la República y, quizás el grupo mas pequeño, resistiendo la guarimba de estos funcionarios que actúan encapillados.
Ojala después del lamentable suceso del asesinato de la Embajadora Fonseca la vida diaria de las embajadas cambie y esto no sucederá solito, es la Cancillería y los responsables de su funcionamiento quienes deben de hacer una revisión y un saneamiento de los funcionarios que paga el Estado venezolano.
Ya esta bueno de tanto infiltrado, tramposo, opositor al frente de nuestras representaciones diplomáticas a nivel mundial.
Ya esta bueno de tanta venganza de unos y otros. Ya esta bueno que llega un nuevo Embajador o Cónsul y se trae su equipo y al salir, entra otro y el nuevo equipo se enfrenta al anterior. Ya basta, acaso todos desde nuestras diversas posiciones y sobretodo los que están en cargos del servicio exterior no están representando al gobierno bolivariano de Hugo Chávez, pareciera que no, esto da el sabor de un grupo de derechistas en contra de un grupo de revolucionarios.
Cuidado, están hundiendo la diplomacia internacional tan necesaria en estos históricos momentos para el país.
Miguel A. Jaimes N.
venezuela01@gmail.com