Todo el mundo sabe que si el pasado 7 de octubre, el PCV hubiera puesto
en su tarjeta la cara de su Secretario General Oscar Figuera, el Gallo
Rojo habría sacado menos votos que la candidata presidencial María
Bolívar.
El respetable señor Figuera, con más de 16 años en funciones de máximo
jerarca inamovible del PCV (1996) tiene la posibilidad de tomar una
actitud sensata ante el país y retirar al PCV de las elecciones
regionales si irremediablemente la dirección nacional de su partido no
simpatiza con los candidatos del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
Pero mantener esas candidaturas paralelas que directamente benefician a
los candidatos de la derecha es un acto verdaderamente cuestionable ante
la moral revolucionaria y un vergonzoso favor a la contrarrevolución
frente a los ojos de millones de chavistas que lo estamos observando.
Ojalá mi antiguo amigo Oscar reflexione!
La consigna "fuera los chavistas, somos pecevistas", fue la más sonada
en el congreso extraordinario del PCV (año 2007) contra dirigentes como
Euro Faría, Carlos Del Vecchio, Roberto Hernández, Jesús Faría, entre
otros, cuyo único pecado fue plantear la unidad con el chavismo para
juntos defender la Revolución Bolivariana hacerle frente a la burguesía
nacional y al imperialismo yanqui. Quienes estuvimos allí como delegados
principales contemplamos con pena ajena como un alto cogollo había
conducido a varios cientos de militantes a un estado de enajenación
mental y espantosa euforia religiosa que los ubicaba en una especie de
"fascismo de izquierda".
Para estas decenas de víctimas intoxicadas ya no importaba Venezuela,
solo el PCV como vanguardia indispensable y predestinada a ser la luz de
la humanidad.
Este 2012, quizás fue ingenuo nuestro respetable camarada Hugo Chávez al
no prever que luego de la elección del 7 de octubre, ese alto cogollo
espiritista que dirige al PCV usaría los votos de inocentes chavistas
que marcaron su tarjeta, como excusa para atentar nuevamente contra el
liderazgo de Hugo Chávez mediante la inscripción de candidaturas
antichavistas en varias gobernaciones.
Si no hay una inmediata y contundente rectificación en nombre de la
unidad revolucionaria, bien tiene derecho el PSUV para retirar su apoyo a
los candidatos del PCV en todos los consejos legislativos regionales.
Por más demagogia que ese alto cogollo mesiánico argumente con apoyo de
medios de comunicación como Globovisión, Televen, Venevisión, diario El
Nacional, El Universal, Tal Cual, Las Verdades de Miguel, Sexto Poder y
Quinto Día, etc; (todos los cuales hoy celebran la inscripción de
candidaturas paralelas del PCV para dividir el chavismo), es imposible
ocultar realidades como que por ejemplo el candidato Andrés Velásquez no
es mejor que Francisco Rangel Gómez en el estado Bolívar. Y que por lo
tanto, el alto cogollo del PCV trabaja para que Velásquez sea electo al
intentar robarle votos al candidato chavista con un candidato propio del
Gallo Rojo.
Nada justifica esa actitud divisionista contra Chávez y a favor de la
derecha. Un verdadero aliado critica, reclama, pero cuando se pone del
lado del enemigo, ya no es aliado, sino un peligroso traidor.
Todos los candidatos paralelos que ha inscrito el PCV para las
elecciones a gobernadores en diciembre 2012, sólo sirven para quitarle
votos a los candidatos chavistas y facilitarle el camino de una posible
victoria a los candidatos de la derecha.
Esta actitud ya es reincidente en ese alto cogollo guabinoso del PCV,
mientras que su militancia de base permanece indefensa e inocente al
respecto. Se trata de una manipulación clientelar, porque ya hicieron lo
mismo en las elecciones a gobernadores en 2008 y el objetivo ha sido
presionar a Chávez para que por lo menos acepte darle al PCV una mayor
cuota de candidatos a diputados a Consejos Legislativos Regionales, a
cambio de que el Gallo Rojo retire sus artificiales candidaturas en las
gobernaciones. Eso es política adeca de la más inescrupulosa y así hay
que denunciarlo valientemente a pesar del linchamiento mediático que
ejecuta el cogollo pecevista tras la sombras a través de sus peones y
esquiroles obedientes.
Lastimosamente es muy frecuente que ese dinástico cogollo rojo utilice
militantes pecevistas incautos (sobre todo mujeres y adultos mayores)
para intentar asesinar moralmente mediante difamaciones e injurias en
redes sociales y páginas web a todo aquel que se atreva a denunciar la
política electoral contrarrevolucionaria, oportunista y divisionista que
desarrolla este partido en perjuicio de la Revolución Bolivariana y a
favor de la derecha pitiyanqui.
Poco importa si el alto cogollo vitalicio nos difama, falsifica o
persigue para malponernos ante los compatriotas chavistas, pues esa
conducta fascista de asedio, persecución y acoso es habitual en los
dirigentes pseudo-intelectuales de esa secuestrada secta y sus mansos
autores materiales.
¿Si han difamado al Comandante Chávez, qué podemos esperar para nosotros
que somos ciudadanos de a pie y no somos funcionarios, ni ministros, ni
diputados, ni directores generales de entes públicos ni empleados
privilegiados actualmente chupando del chavismo como ellos?
Nos acusan de blasfemar la institución, como si se tratara de la Iglesia
Cristiana y no un cogollo partidista. Intentan ubicar el debate en el
plano del fanatismo religioso y no de la dialéctica política. Se
esconden detrás del prestigio de antepasados gloriosos del comunismo
venezolano como Gustavo Machado, Jesús Faria, Alberto Lovera, Eduardo
Gallegos Mancera, Cruz Villegas y Pedro Ortega Díaz (entre otros) pero
su praxis política actual contradice a esos héroes. Si esos próceres
vivieran hoy, estoy absolutamente de que estarían fielmente con Hugo
Chávez y la Revolución Bolivariana y no en su contra.
Ya en 2011 el alto cogollo perstroiko del PCV se refirió groseramente a
Chávez como entreguista y contrarrevolucionario ante Colombia por los
casos de los guerrilleros Joaquín Pérez Becerra y Julián Conrado en
tierra venezolana. Ya anteriormente (2010) en declaraciones ante diario
El Nacional este cogollo arrogante y pequeño burgués había insultado a
nuestro Presidente llamándole "animal raro" y "animal de tres patas"
porque según ellos es incompatible ser cristiano, bolivariano y
marxista.
En lo personal, nada tengo contra ninguno de los componentes del
movimiento revolucionario, llámese PCV, PPT, UPV, PSUV, etc. Como
cualquier ciudadano venezolano ejerzo mi derecho a militar en la
organización que a mi juicio pueda contribuir mejor a construir una
sociedad sin clases y una Patria digna. Fuimos pecevistas y ya hoy no lo
somos, porque nos negamos a acompañar a su eclesiástica dirigencia
antichavista en sus corruptas maniobras. Seguimos siendo marxistas
leninistas y para serlo no necesitamos que ningún megalómano
pseudorevolucionario ni mesías usurpador de la clase obrera nos firme la
planilla de inscritos o bautizados en su arrogante secta
fundamentalista.
Somos miembros de esos más de ocho millones de venezolanos que el 7 de
octubre expresamos que "revolucionario" es todo aquel que hace la
revolución, no un cogollo (desvinculado de la clase trabajadora y el
pueblo) que reclama la propiedad privada sobre la ideología
revolucionaria (dicen ser los únicos autorizados para construir el
socialismo) y que se comporta como una iglesia roja que atropella con
insultos a todo aquel (incluyendo al presidente Chávez) que critique las
acciones contrarrevolucionarias de sus egomaníacos "apóstoles".
A esos agentes pequeño-burgueses del divisionismo antichavista
(escondidos en sus cómodas oficinas con aire acondicionado y campaneando
un whisky 18 detrás de una computadora portátil) que en 2012 dicen ser
víctimas del sectarismo y el "dedo autoritario" de Hugo Chávez, pero que
ha sido ese mismo dedo el que los ha mantenido a ellos ocupando altos
cargos (ministros, diputados, etc), tienen la obligación de rectificar y
renunciar al divisionismo contrarrevolucionario.
De lo contrario el alto cogollo narcisista y temerario estaría actuando
igual que los dueños del canal RCTV en 2007, quienes luego de cometer
infinita cantidad de delitos mediáticos contra el pueblo de Venezuela y
la dignidad de Hugo Chávez, usaron a sus obreros para que se presentaran
en la TV como víctimas de la supuesta dictadura chavista que les
violaba su libertad y les eliminada su fuente de trabajo.
Estos mismos arzobispos electoreros que pactaron con Rafael Caldera en
1993 jamás le reclamaron gobernaciones ni puestos parlamentarios cuando
se le rindieron incondicionalmente. Para estos autoproclamados "Dioses
del Marxismo", Caldera fue mejor aliado que Chávez y tan grande fue la
conducta jalabola del alto cogollo del PCV hacia ese máximo dirigente de
la derecha cristiana que hasta le dieron la tarjeta del Gallo Rojo para
su reelección como presidente.
Pase lo que pase, sea cual fuere el precio o retaliación por exigir esta
rectificación y sensatez ética, hacemos responsable al cogollo
antichavista por amenazas, insultos y agresiones contra nosotros,
nuestras familias y nuestros camaradas. Desde ya advertimos públicamente
que no van a poder callar las voces de millones de compatriotas que
exigimos respeto para el pueblo venezolano y su decisión soberana de
tener como líder del proceso de cambio al presidente Hugo Rafael Chávez
Frías. Respeten al pueblo, retiren sus candidaturas antichavistas!
Retiren las candidaturas antichavistas de las regiones.
Cuanta falta hace nuestro antiguo Partido Comunista de Venezuela (PCV) de la época de Pedro Ortega Díaz.
*Profesor universitario. Autor (junto a Jerónimo Carrera Damas y otros
dirigentes marxistas) del libro "Pedro el insustituible" (2008),
homenaje a Pedro Ortega Díaz, Presidente del PCV.
http://jesusmanuelsilva.
jesussilva2001@cantv.net