Si mi muerte contribuye…

Bolívar, ese que ha renacido en la garganta de Chávez, murió en Santa Marta, Colombia, diciendo estas palabras:

“Si muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”.

Por ese Bolívar traicionado y enterrado en el olvido, condenado a pálidas páginas de libros de historia mal escritos, al olvido y el pasado fue por lo que el alma de Hugo Chávez asumió su grito sepultado y lo trajo desde la tumba, por ese Bolívar repetido incansable en la garganta de nuestro líder es que hoy apenas podemos decir que tenemos patria, que ha renacido y que su espada guerrillera camina por la América y el mundo.

Santandereanos siguen tratando de matarlo, la godarria le teme hoy más que nunca, Bolívar que late en mi pecho y en el tuyo, Bolívar que me enseñó Chávez y al que debemos devota fidelidad en esta hora.

No es poca cosa lo que está viviendo la patria, la hora es dura a pesar de tantas victorias.

Chávez lucha por su vida y los burgueses ya apuestan a enterrarlo y sumirlo en esa misma historia que sepultó a Bolívar, ¡no! eso sería inaudito de nuestra parte. No olvidemos a Bolívar ni a Chávez nunca, pase lo que pase.

Así como Bolívar vive, también vive Chávez, más allá de la muerte física estos dos venezolanos son eternos en la historia y deben serlo en la memoria y en el compromiso del pueblo.

Hay hombres, como ellos, que son imanes, que reúnen y mantienen en vilo a muchos que los siguen. Los hombres son mortales, pero no sus voces y menos sus ideales. Muchos nos acusan de culto a la personalidad, la mayoría son cristianos de nacimiento, incapaces de confrontar su acusación al Cristo que les cuelga del pecho. Que entiendan entonces nuestro culto: quienes nacimos con el grito de Chávez tenemos el culto a la historia, el culto a la libertad, el culto al antiimperialismo, el culto a la vida y el culto a la nueva sociedad.

Finalmente el Libertador Simón Bolívar falleció el 17 de Diciembre de 1.830, hace 182 años y todavía existen partidos y no hay unión.

Una sola patria, grande, unida, hermosa es la deuda que tenemos con Bolívar el Simón de la Independencia y una sola patria, grande, unida y hermosa la que le debemos a Hugo Chávez Frias, en esta hora tan importante de nuestra historia.

El papel patagónico corresponde al pueblo y su sabia decisión de asumirla será la única garantía para un mundo nuevo.

¡Viviremos y Venceremos!

brachoraul@gmail.com

@hombrenuevo



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Raúl Bracho


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