“Exijo lealtad absoluta, porque yo no soy yo, soy un pueblo ¡carajo!”

Chávez.


El Malba Tahan venezolano se le podría llamar a Julio Borges si su incesante calcular llevara a resultados creíbles, pero ni a la tabla de sumar llega su conocimiento matemático. Las mismas cuentas que sacaba en el zafio programa de RCTV “Primero Justicia” cuando, por ejemplo, repartiera los bienes conyugales en un caso de divorcio sin atenerse a ningún código, cambiando el contenido de los dos paquetes según los reclamos de la pareja allí presente. Que del nombre de ese programa manipulado, preparado, que pagaba o prometía pagar a los participantes y no lo hacía, donde se ejercía la más elemental de las prácticas del derecho para regodeo de excluidos alienados por medios asquerosos, derivara el nombre del partido que fundaran con dinero de PDVSA, fue una payasada de antología. ¡Primero Justicia! ¡Yo te aviso!

Pero es que no pude más que recordar las cuentas de Julio Borges cuando leo las que el PCV hace de su “crecimiento” electoral. Y no por meterle el dedo en el ojo, sino por la lástima que produce ver que no saben sacar cuentas elementales, vamos a barajárselas más despacito.

Votos totales del PCV (CNE,18/12/12; no se incluye el Distrito Capital donde no hubo elecciones el 16-D)

8-O = 450.372 ; 16-D = 256.319

Quiere decir, que disminuyeron 194,053 votos, es decir, el 43,09%.

¿Con qué se puede comparar esta cifra? Pues con el aumento de la abstención o lo que es lo mismo, la disminución de la participación, que fue del 26,54%; ergo, el PCV disminuyó el 16,55% más que la disminución de la participación. ¿Crecimiento o casi miento electoral?

El aumento de votos en los estados con candidatos “propios”, se tradujo en una victoria pírrica, porque tal aumento tiene explicaciones concretas, distintas al fortalecimiento del PCV, todo lo contrario, salió debilitado. En Amazonas, disminuyeron 3.958 votos; en Bolívar aumentaron 9.364; en Mérida, 18.857 y en Portuguesa 3.277. En total, un aumento de 27.544 votos, que sin los de Mérida se convierten en 8.687.

En Amazonas, Mirabal tenía tarjeta propia y acaparó la mayoría de votos a su favor, pero el haberlo apoyado le costó al PCV 3.958 votos. En Bolívar, la única tarjeta para votar por Arciniega era la del PCV, que acaparó todo el descontento contra el gobernador Rangel, descontento que de no sumar más que los 9.364 votos que aumentó el PCV, no tenía las dimensiones que trató de plasmarse en artículos cochambrosos y veleidosos en este mismo escenario virtual. Resulta que eran muy pocos los descontentos, o muchos y se expresaron a través del PCV y éste disminuyó votos de comunistas descontentos por las locuras políticas del partido. En Mérida es más claro; no hay sino que preguntarle a Porras por qué sus partidarios distintos a los despreciables (hasta el pacto) comunistas, sólo fueron 18.857, cifra a la que debemos restar los disidentes del PSUV (pocos, pero los hubo), y los también pocos de REDES y Tupamaros. ¿Menos de 18.857 votos porristas distintos al PCV? ¡Ja! Al PCV le costó muy caro el fatal pacto en votos comunistas. Tres tarjetas apoyaron a Oswaldo Zerpa en Portuguesa, PCV, Tupamaros y CRV; el PCV aumentó 3.277 votos, los tupa más, 7.567, y CRV, 264, ¿quiere decir esto que todo el rechazo por el candidato del PSUV fue de sólo 11.108 votos? Ummmku, camaradas, por ustedes votaron más de 3.277 descontentos de otros orígenes, es decir, también se les fugaron los votos de comunistas decentes y conscientes.

En cada uno de los 19 estados restantes, salvo el Táchira donde aumentó el 0,25%, se produjo una disminución porcentual con respecto a las elecciones del 7-O. Y el porcentaje de disminución de los votos en estos estados fue del 9,57% por encima de la disminución de la participación. ¿Casi miento electoral?

Pero, parafraseando a mi nona Julia, cuando un partido va de culo, no hay barranco que lo ataje, y en lugar de autocrítica, nos están cayendo a mentiras, las mismas, porque nuevas son difíciles de inventar, y lo peor, están corrompiendo a sus relevos, poniéndolos en la situación difícil de mentir con descaro. Siguen creyendo que la Revolución es una caimanera, que si ellos por creer en los “principios del centralismo democrático” y porque lo discuten en unas instancias prefabricadas pueden joder lo que a otros les cuesta mucho construir, que vulgares negocios políticos como el pactado por Porras, “fueron discutidos y debatidos a lo interno de la organización en instancias regionales y nacionales de dirección”, o que no apoyaron a Alexis por una denuncia que hicieron “ante la justicia venezolana, por hechos irregulares en su gestión al frente del Consejo Legislativo”, sabiendo que el pacto con Porras lo negociaron muuuuucho antes de que Alexis Ramírez fuese escogido como candidato y Porras apostaba a ser el ungido de Chávez. ¡! ¡Mentirosos de pacotilla! Hay camaradas que sueltan la lengua con facilidad y no quiero perder las fuentes sólo por complacerlos con detalles.

De aquí pa´lante el artículo “El PCV tiene la culpa”, es más de lo que ya he desarmado con muy poco esfuerzo, una serie de lugares comunes, ataques solapados y envidiosos contra el PSUV (me imagino la siquitrillada que se llevaría Melo si alguien del PSUV le respondiera como se debe) y sobre todo contra el tweeter de Izarra (mejor teórico que el Comité Central junto), de recitación de doctrinas aprendidas, sin vigencia, de justificación de traiciones y brutalidades con la longevidad del partido, y, y, y para no repetir ni las declaraciones ni sus refutaciones, les pongo a la orden la mayoría de los veinte tantos artículos que he publicado en aporrea, desde el 9 de octubre hasta ayer (enlaces completos en el blog Historia para Fundamentar: frontinoso2.blogspot.com). Colecciónelos, puede que les sirva de algo, porque, en verdad, de lo que el PCV no tiene la culpa es de tener la dirección política más iletrada, atrasada, aventurera, manipuladora, oportunista y creída de su longeva historia. Es como la chochez del partido manifiesta, o como si el alemán Alois Alzheimer los hubiese atacado.

Para finalizar, y porque no quiero encasquetarme la acusación de anticomunista que me puede venir, diré algo que aún no he tenido oportunidad de manifestar y que considero lo fundamental de este artículo y que lo expreso abierto a cualquier discusión: la doctrina de los PCVs no es que no tenga vigencia, sino que la patente se venció y los elementos que realmente son útiles pasaron a ser patrimonio de la humanidad revolucionaria. Ahora pueden ser usados apartados de dogmas y lastre histórico en la estructuración doctrinaria de partidos construidos para los retos del siglo XXI, que incorporan a su doctrina la heterodoxia fulgurante de los pensadores revolucionarios y marxistas históricamente anatemizados, de todos los confines del mundo, también de nuestra América, que, con el método aportado por Marx, pensaron realidades más contemporáneas, distintas a las existentes en el XIX, que vieron evolucionar la humanidad y el capitalismo hacia insospechados futuros, que ni Julio Verne vislumbró.

La única revolución efectuada y mantenida por un PCV devenido tradicional, fue la gloriosa Revolución de Octubre y todo lo que ocurrió en la Unión Soviética hasta que la ortodoxia, el burocratismo, el revisionismo, el encumbramiento de personas, el abandono de las necesidades reales del pueblo y pare de contar, dio al traste con la más grande experiencia de redención que el mundo haya vivido. (China, Cuba, Corea del Norte, Laos y Vietnam hicieron sus revoluciones a pesar de los PCVs ortodoxos y sopesen lo que en este momento significan) Lo único sobreviviente de la lamentable ruina de la revolución bolchevique, fueron los partidos comunistas periféricos, que jamás volvieron a hacer ni una asonada con futuro, menos una Revolución vencedora. Pasaron a vivir de las glorias, a actuar como si la madrecita Unión Soviética estuviese aún mimándolos, dándoles de mamar la doctrina en tetero, dirigiéndolos en bastidores en función de una estrategia geopolítica bipolar, que fue importante en su momento y permitió el desarrollo de procesos que beneficiaron a los pueblos del mundo. Pero, despierten, eso acabó hace tiempo y el pensamiento decimonónico sin renovarse profundamente y enriquecerse, y la práctica de la ortodoxia irrazonable, no sirven para el socialismo del siglo XXI. Marx murió y sigue vivo, pero no fue infalible, y como todo humano, pudo equivocarse y, sobre todo, fue producto de la realidad de su tiempo, a la que analizó y proyectó con una claridad inobjetable, aportando una teoría y un método para el análisis de las sociedades que lo trascendieron. ¡Hasta allí! El bagaje marxista es muy útil, pero la ortodoxia su degolladero.

Vivimos en un continente de revoluciones, algunas frustradas por la falta de partido revolucionario, otras por arteros ataques del imperialismo. La Revolución Mexicana, por ejemplo, fue la primera revolución agraria triunfante en el mundo; se frustró, se constitucionalizó, exactamente cuando se producía la Revolución de Octubre. Su único intento de alimentación doctrinaria la intentaron los anarquistas, el pensamiento de los tres hermanos Flores Magón por ejemplo, y eso transpiran los documentos fundamentales. La Revolución Cubana ha sido la esperanza de que no todo estaba perdido tras el derrumbe del socialismo conocido. Y la Revolución Bolivariana, quieran o no, así la conviertan los Melo del PCV en una “democracia burguesa”, desde un PCV profundamente en simbiosis histórica con la real democracia burguesa, de la cual apenas logra cuasi despegarse en el 2000, repito, la Revolución Bolivariana, es actualmente el experimento de cambio social más importante y luminoso (adjetivo comunista) sobre la bolita del mundo. La doctrina de esta Revolución, las guías doctrinarias que alimentarán la praxis para la construcción de el Socialismo del Siglo XXI, ya incorporó los aportes que podía ofrecer la del PCV (estaban vigentes, pero con la patente vencida), que están siendo ensamblados cuidadosamente con el pensamiento estigmatizado de grandes pensadores marxistas o no, y por los aportes de la realidad y la sabiduría del pueblo latinoamericano. El PCV puede irse de paseo, que la Revolución continuará, y si intenta seguir convirtióndose en estorbo

¡Y ya! Es un artículo, y mientras más extenso menos lectores tendrá. Pero hay dos cositas que me seguirían picando. ¿Cuándo fue que levantaron las banderas del socialismo cuando nadie lo hacía? Señorito, el respeto por el socialismo en el mundo del “fin de la historia”, lo impuso Fidel y Chávez, el PCV desde mediados del siglo XX, salvo la época que estuvo comprometido en la insurgencia armada, que duro menos que un peo en un chinchorro, el PCV estuvo aliado con la burguesía nacional, esperando las condiciones objetivas para trascender esa “estadio” necesario de la evolución de la historia. Otrosí, ¿si necesitara hacer unos carteles, pendones, pancartas, etc., cuál es la empresa publicitaria y venta de pintura que no debo hacer millonaria? Ya sé que es donde las contrató el PCV, porque buena parte de la basura (basura en todos los sentidos, quizá la más cochina) electoral de Mérida proviene del PCV y su apoyo a Porras. Tengo fotos, mentirositos. Más síes: ¿No les suena a chantaje despechado eso de que si les hubiesen parado bolas, la victoria en Bolívar hubiese sido más holgada? Bailando de contentos estarían si su intervención en los cuatro estados hubiese significado la derrota de los candidatos de Chávez. Y el último sí, ¿leyeron las declaraciones de Porras? Él, al igual que ustedes, no perdió, ¡GANÓ!

Hasta pronto, mis amigos, comunistas o no, creo, creo, que me despido hasta después de las fiestas navideñas. Todos descansaremos unos días. Ahora vamos por la Alcaldía del municipio Libertador, porque las de los 22 restantes municipios casi están aseguradas, y ese objetivo será el objeto de mi próxima serie de artículos. ¡FELIZ NAVIDAD DE CORAZÓN!


osoriof@cantv.net

osorioc@gmail.com