Para intentar desviar la atención con respecto al problema en el que están envueltos, Abreu y sus lacayos han fabricado cuatro MATRICES DE OPINIÓN… ¿Te suena el término MATRICES DE OPINIÓN Pérez Pirela?... Apelando a algunos comentarios que he hecho en una conocida red social, voy a procurar desmontar esas cuatro MATRICES DE OPINIÓN…
Primera MATRIZ DE OPINIÓN:
Dicen los lacayos de Abreu:
Nosotros no estamos en contra de que los artistas populares reciban un apoyo económico semejante al que recibe el Sistema Nacional de Orquestas.
Yo desmontaría esa MATRIZ DE OPINIÓN de la siguiente manera:
A la dupla Abreu-Dudamel tendríamos que gritarle la frase de Gandhi: “En el mundo hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no lo suficiente para satisfacer la codicia de algunos”…
Defender a Dudamel y a Abreu y protestar por la injusta distribución de recursos que impera en el ámbito cultural venezolano es una enorme contradicción.
Claro, siempre habrá demagogos que digan: “la idea es que todos nos igualemos con Dudamel y Abreu en la riqueza y no que ellos se igualen a nosotros en la pobreza”. Los que opinan así nunca dicen de dónde van a sacar los recursos para lograr ese delirante propósito. La verdad es que esos recursos no existen. Los fondos públicos son limitados y lo que nos corresponde es administrarlos con conciencia social y sentido ecológico. Ni siquiera en una época de abundancia se justificaría eso de “forrar en billetes” a algún artista, así fuese un gran músico. Para que existan ídolos tienen que existir fanáticos, y la presencia de unos y otros envilece a las sociedades.
Sólo afectando los groseros privilegios que tiene el Sistema de Abreu podremos lograr la JUSTICIA SOCIAL que tanto anhelan los artistas populares de Venezuela. Plantear otra cosa es caer en posiciones absurdas, demagógicas, mediocres y cínicas.
Diría Pérez Pirela:
Yo no voy a caer en esos “detalles”….
Segunda MATRIZ DE OPINIÓN:
Dicen los lacayos de Abreu:
El Sistema de Orquestas maneja grandes cantidades de recursos porque el “maestro” le ha presentado a las instituciones proyectos bien elaborados, en cambio a los artistas populares no les dan recursos porque no han sabido organizarse ni presentar buenos proyectos.
Yo desmontaría esa MATRIZ DE OPINIÓN de la siguiente manera:
La causa del abandono en el que se encuentra la música comprometida no es la falta de proyectos. Yo he leído varios, algunos son muy buenos, y muchos han sido canalizados correctamente. ¿Qué ha pasado? Pues absolutamente nada. En las instituciones públicas engavetan e invisibilizan todos los proyectos que tienen que ver con la música comprometida y luego los funcionarios salen a decir que ellos no han recibido ningún proyecto. Agreguémosle a esto que una de las tareas que deberían cumplir los servidores públicos que trabajan en las instituciones culturales es la de elaborar o ayudar a elaborar proyectos que estén relacionados con los lineamientos culturales descritos en nuestra Constitución y en el Plan de la Nación. Lean el artículo 100 y pregúntense si el gobierno está actuando conforme a lo que allí se establece.
Es verdad que debemos organizarnos (organizarnos más). Yo diría, parafraseando a Alí Primera: además de sobrevivir, nos toca organizarnos (organizarnos más repito). Ahora bien, tampoco es la falta de organización la causa del abandono en el que se encuentra la música comprometida. Si así fuera, los grupos de música tradicional que están perfectamente organizados recibirían apoyo, ¡pero tampoco!...
Es más, la misma "organización" del Sistema Nacional de Orquestas es un mito. Ellos están más aglomerados que organizados o unidos. Y ni siquiera están aglomerados en torno a un tipo de música, están aglomerados en torno al dinero. ¿Qué pasaría si le quitaran o le redujeran el presupuesto al Sistema Nacional de Orquestas? ¿Seguirían reuniéndose los músicos de cada núcleo? ¿Los "muchachos" seguirían tocando el mismo repertorio? ¿Mantendrían su supuesta cohesión en medio de la crisis?...
Quizás les sorprenda la conclusión a la que he llegado, pero de corazón y con el mayor convencimiento les digo: NOSOTROS (los militantes y las militantes del arte comprometido) estamos más organizados y más unidos que los integrantes del Sistema Nacional de Orquestas. El éxito de ellos ha sido hacernos creer lo contrario.
El juego de Abreu y sus secuaces consiste en irnos inoculando poco a poco el virus de la fatalidad para dejarnos indefensos ante las mentiras que ellos mismos inventan: que si lo que hay es lo que hay y es imposible cambiarlo... que si Abreu es invencible... que si el Sistema es el ejemplo más grande de organización y disciplina que tiene Venezuela... que si quienes apoyamos el Arte Comprometido somos desorganizados por naturaleza... etc, etc, etc...
Ojalá pudiéramos resolver todo esto a través de una estrategia formal y serena pero ¿se puede lograr algo por ese camino? A mí me encantaría que así fuera pero los hechos han demostrado lo contrario. Miren cuanto hemos retrocedido en los últimos años por confiar en los canales regulares.
Diría Pérez Pirela:
Yo no voy a caer en esos “detalles”….
Tercera MATRIZ DE OPINIÓN:
Dicen los lacayos de Abreu:
Los que están en contra del “maestro” son unos fanáticos del totalitarismo que pretenden que nuestros jóvenes sólo escuchen joropo.
Yo desmontaría esa MATRIZ DE OPINIÓN de la siguiente manera:
Lo que estamos exigiéndole al gobierno es que se respete la Diversidad Musical y Cultural de Venezuela. Las instituciones públicas no deben imponerle ningún género musical ni ningún formato instrumental a nuestros pueblos y ciudades, simplemente deben respaldar y auspiciar el acervo musical de cada lugar. La música de otras latitudes puede aprenderse y puede valorarse siempre y cuando el vínculo se de a través del Diálogo de Saberes y no a través de la imposición. El Estado puede y debe apoyar la música sinfónica en función del número de músicos y seguidores que esta expresión tiene en Venezuela… Ni más ni menos… ¿Cuántas personas se mantendrían en el Sistema Nacional de Orquestas si el Estado decide aplicar la Igualdad de Condiciones y la Igualdad de Oportunidades entre los músicos de Abreu y los músicos que se dedican a los géneros tradicionales?
Diría Pérez Pirela:
Yo no voy a caer en esos “detalles”….
Cuarta MATRIZ DE OPINIÓN:
Los lacayos de Abreu dicen:
El Sistema de Abreu es bueno porque ha logrado que muchos jóvenes se dediquen a la música y no a la delincuencia.
Yo desmontaría esa MATRIZ DE OPINIÓN de la siguiente manera:
Es verdad que el Sistema de Abreu ha convertido a algunos potenciales delincuentes en personas sanas. Sanas pero desarraigadas… Sanas pero acomplejadas… Sanas pero eurocentristas… ¿Eso es sanidad?... Si Venezuela tuviera un sistema musical que se afianzara en nuestra historia, nuestra cultura y nuestro entorno, contribuiríamos a combatir los dos males: el mal de la delincuencia y el mal del desarraigo…
También debo decir que Abreu y sus lacayos manipulan a la gente con ese tema de que el Sistema es la cura contra la delincuencia. Si eso fuese así, ya habrían abierto núcleos del Sistema en todas las instituciones públicas para acabar con la corrupción… ¿Será que el Sistema de Abreu no hace efecto en los delincuentes que cobran quince y último y que tienen títulos universitarios?... ¿Será que el Sistema de Abreu disminuye la delincuencia en los sectores populares pero la acrecienta en los sectores burocráticos?... ¿Será que para Abreu la lucha contra la delincuencia es sólo un negocio?...
Diría Pérez Pirela:
Yo no voy a caer en esos “detalles”….
freddyargimiro@hotmail.com