Hace 12 años (2001), unas de las conclusiones de la III Conferencia Universal Contra el Racismo, la Discriminación Racial, la xenofobia y sus formas conexas, realizada en Sudáfrica bajo el auspicio de Naciones Unidas, fue impulsar un decenio dedicado los pueblos afrodescendientes, debido a la situación de exclusión a la que seguían siendo sometidos millones de descendientes africanos, tras medio milenio de historia de la humanidad, en la que las marcas de la trata negrera y la esclavitud seguían vigentes.
Después de ese evento realizado en Durban, se desprendieron cuatro instancia para hacerle seguimiento al Plan de Acción, como fueron: Un relator especial sobre el racismo; un grupo de trabajo sobre el tema afrodescendiente; el Comité Intergubernamental afrodescendientes y una alta personalidad sobre el tema.
Esfuerzos no fueron en vano
Durante varios años estuvimos asistiendo a Ginebra, conjuntamente con algunas organizaciones como el Proceso de Comunidades Negras (PCN-Colombia), Mundo Afro de Uruguay y algunas organizaciones de Ginebra como Espacio Afroamericano, Estados Unidos, África, Caribe y Centroamérica.
Y nuestros esfuerzos no fueron en vano. Muchas discusiones sobre diferentes temas, tales como salud, las estadísticas, jóvenes, género, participación política, vivienda, derechos humanos, entre otros, fueron delineando una agenda estratégica hasta llegar al año 2011 cuando se concretó el año internacional afrodescendiente, teniendo el mismo cuatro grandes discusiones, siendo la primera de esta en mayo de ese mismo año en La Habana, Cuba; la segunda en Venezuela denominada IV Encuentro Afrodescendientes y Transformaciones Revolucionarias; otra en Honduras denominada Cumbre Mundial Afrodescendientes apoyada por el gobierno progolpista de Porfirio Lobo y el Departamento de Estado de EE. UU, y por último, el Encuentro Afroamérica XXI, realizado en Brasil.
En la reunión del grupo de trabajo de la ONU el pasado mes de mayo, solo se hizo mención al encuentro de Brasil, anulando los otros tres eventos, sin ni siquiera mencionar los acuerdos trascendentales como los de Caracas, donde se concretaba la inclusión en los bloques regionales de America Latina (Celac, ALBA, Mercosur y Unasur) el tema afrodescendientes.
Las reparaciones afrodescendientes
Es bueno destacar que la discusión para la declaración sentida del decenio el tema de las reparaciones históricas fue esbozada, acertadamente, por el exrelator sobre el tema racial de la ONU, Doudu Dienne, destacando las cuatro dimensiones de la misma:
Reparaciones éticas, teniendo presente que en la Declaración de Durban se pedía a los Estados que declararan la esclavitud un crimen de lesa humanidad;
Reparaciones históricas, que entrañaban restituir la memoria y documentar el crimen sobre la base de documentación escrita e historia oral;
Reparaciones educacionales, que asegurasen que la historia de la esclavitud se incluyese en los programas de estudios; y
Reparaciones económicas, ya que, aunque no fuera posible calcular el costo financiero de la esclavitud, los orígenes del subdesarrollo de África y de la prosperidad de Europa y de América podían atribuirse a la esclavitud.
El decenio, según este grupo de expertos de la ONU, fue definido arbitrariamente bajo el siguiente lema: “reconocimiento, justicia y desarrollo”. Nosotros agregaríamos “socialismo” integrado para los países que están en proceso de transformación social.
La agenda
El movimiento Articulación Regional Afrodescendientes de las Américas (ARA), integrado por varios miembros de distintos países del área, ha estado realizando varias discusiones recientes desde finales del año pasado, tanto en Guayaquil como en La Habana, en las que expresa su preocupación de que este decenio no quede entrampado en una simple declaración, al tiempo que no se proceda a concretar una agenda activa en las perspectivas de las transformaciones sociales radicales para lograr una sociedad más justa para decenas de millones de afrodescendientes.
Se ha estado consciente que las organizaciones deben centrarse en sus agendas particulares hacia el interno de cada país con sus vinculaciones regionales, transnacionales y de intensiva solidaridad. El tema político y las tomas de decisiones de la población electoral afro con un programa concreto es necesario para que en los proyectos de cambios radicales por país seamos un factor de decisión, tal como quedamos plasmado en el Proyecto Socialista Simón Bolívar (2013-2019) para el caso venezolano. Ya en Nicaragua, en las pasadas elecciones cuando triunfó el sandinismo, se había firmado un acuerdo para el desarrollo afro en la Costa Atlántica y en las próximas elecciones, del mes de febrero a realizarse en Ecuador los afroecuatorianos están en proceso de inclusión en el proyecto de la Revolución Ciudadana.
Por supuesto, el Departamento de Estado de EE. UU no descansa y está alerta para intentar crear una alternativa con la denominada afroderecha, para seguir queriendo penetrar nuestras comunidades en este segundo periodo de Obama. El decenio, desde el punto de vista ideológico, no será inocente como fue el plan de acción de Durban, se trata de dar unos jalones a la construcción del socialismo sin racismo… ni discriminación en las Américas y el Caribe.
GUAGUA BARLOVENTEÑOS
DESDE LA MATA DE CADILLO E´PERRO
Bien la iniciativa de Cacao Oderi y la Corporación del Cacao en su sede nacional-Caucagua, junto a Inder, las alcaldías de Páez, Pedro Gual y Acevedo, por la reciente reunión para reunificar esfuerzo y seguir con los planes agrícolas en Barlovento. ¡Sigamos trabajando!
Y desde este 30 de enero, 01 y 02 de febrero en Higuerote realizaremos el 3er Encuentro Nacional de Televisoras Comunitarias, organizado por el Movimiento de Televisoras Populares (AlbaTV) apoyado por el MINCI, ViveTV y otras instituciones.