Por razones inaplazables el Consejo Legislativo del Estado Mérida planteó la reforma de la Constitución del estado, con un cronograma de ejecución. Las declaraciones de Alexi Rodríguez, presidente del CLEM, no dejaron duda acerca de los procedimientos y alcance de la reforma constitucional, ante lo cual toda la derecha merideña debe estar aterrada… y no es para menos.
Desde luego, limar su incompatibilidad con leyes nacionales y adecuarla a los objetivos estratégicos del Segundo Plan Socialista de la Nación, 2013-2019, ya es un salto cualitativo que puede incidir en el debilitamiento de lo que hemos llamado “ideología merideña”, entramado superestructural sobre el que se edificó y continúa apuntalando el dominio de clase de la sociedad merideña.
Habrá tiempo para participar en el debate, opinar y proponer, porque está prevista la imprescindible participación del pueblo en estos aspectos y en la aprobación final, horizonte hermoso, siempre y cuando los legisladores que escogimos el pasado 16 de diciembre estén en la disposición revolucionaria de llegar hasta las últimas consecuencias. Pero en este artículo quiero abordar relaciones estratégicas de la posibilidad de desaparición definitiva de las manifestaciones más perversas de las ferias capitalistas, planteadas en el artículo http://www.aporrea.org/regionales/a157709.html.
No hay que ser un teórico del socialismo para ver la patente contradicción entre brindar aguardiente y circo degradante como entretenimiento popular, y la necesaria formación del hombre revolucionario, que dará paso al hombre nuevo; y menos, si en esta conducta funesta se utilizan recursos públicos imprescindibles para solucionar necesidades apremiantes. No obstante esta evidencia palmaria, la ideología capitalista sigue tan enquistada en funcionarios “revolucionarios”, que incluso tratan de competir con la derecha sobre quién envilece más y mejor.
Por esto, presentada la oportunidad y aprovechando el nivel político doctrinario del conjunto de legisladores revolucionarios, la nueva Constitución del estado debe contemplar la prohibición absoluta de las corridas de toros y todo acto o espectáculo que contemple el sufrimiento de animales. Se estaría cumpliendo con una ley nacional que a pesar de su opacidad lo prohíbe, se estaría siendo coherente con el humanismo implícito en el pensamiento socialista, todo en el cumplimiento cabal del V Gran Objetivo Histórico del Segundo Plan Socialista, el Plan de la Patria, 2013-2019. Y es que sólo en socialismo es posible el ecologismo y el humanismo.
Es un mensaje para quienes vienen predicando en el desierto, adelantados de causas nobles que se desgastan por avances milimétricos de sus objetivos. El capitalismo es depredador y en menos de dos siglos y medio que ha señoreado el planeta, lo ha sometido a niveles de degradación incompatibles con la misma existencia de la especie humana en un futuro no tan lejano. Cierto también que fue pavoroso el pasivo ambiental del socialismo que se conoció en el siglo XX, pero las nuevas bases sobre la que se está construyendo el socialismo del futuro, garantizan de antemano la preservación del planeta tierra. Dentro del gran marco teórico de “Preservar la vida en el planeta y salva a la especie humana”, objetivo nunca planteado en programa de gobierno alguno, tienen cabida todos los ardores existenciales de quienes avistaron primero el acantilado final a donde nos conducía el capitalismo.
Concretamente en Mérida se abre una posibilidad de erradicar definitivamente una de las prácticas más atroces contra un animal y la sensibilidad humana. Desde luego, plantear una solución legal no basta, porque debe aprobarla un pueblo sometido a una alienación de siglos y porque la ideología que la permite y se recrea en ella, aún no ha sido debilitada suficientemente y continúa avasallando. Es por eso que debemos estar presentes en la discusión de este y de todos los aspectos que conlleven un cambio radical en pro de la liberación del hombre y el acercamiento al socialismo. (310113/20:25)
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