El carácter irreversible de la Revolución Bolivariana

Los procesos políticos están preñados de un dinamismo muy singular, pues obedecen a los diferentes contextos referidos a los ámbitos que en lo político, lo económico, que marcado fuertemente por el estamento social e histórico determinan la senda de su consolidación, donde el referente internacional juega un papel de gran relevancia, máxime cuando dicho proceso político es capaz de establecer marcos de insurgencia contra los paradigmas establecidos por el llamado estamento tradicional.

A partir del año 1999, en Venezuela se viene dando un proceso arduo de transformación que iniciado en lo político tiene como meta la transformación en el campo económico, social, con la finalidad de echar las bases para la construcción del Socialismo del Siglo XXI.

Dicho proceso dio comienzo, con la conformación del proceso constituyente el cual abrió el espacio para la refundación de la república que conllevo a la creación de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la conformación de los cinco poderes que son el estamento legal del Estado venezolano.

El proceso que ocurre en Venezuela con su Revolución Bolivariana, es sin duda inédito, fuera de todo estamento del marco donde se venían desarrollando las revoluciones clásicas, pudiéndose afirmar que en primer lugar, porque su liderazgo emerge de un cuerpo institucional y tradicional como lo es el ejército, institución esta, que siempre estuvo bajo la égida de las clases dominantes y al servicio de los oscuros intereses imperialistas que aseguraban el control de su dominio pleno de los recursos naturales con los poderes de Estado a su plena disposición.

Sin duda se puede afirmar, que para avanzar en la construcción del nuevo estado en el proceso revolucionario, la tarea no ha sido nada fácil, pues los sectores que lo adversan manejan un poderío económico y financiero que les permite manejar a su antojo a los mal llamados medios de información, que aunado a la ayuda de los sátrapas del capitalismo internacional siempre serán un pesado obstáculo para el avance de la revolución Bolivariana, una revolución que a decir de su máximo líder el comandante Hugo Chávez, se caracteriza por ser de carácter pacifico pero armada por el apoyo decididamente popular de un pueblo que se ha venido politizando y haciéndose conocedor y practicante de sus derechos y deberes.

Ahora bien, la aspiración de toda Revolución, si quiere permanecer en el tiempo, es lograr obtener un carácter de irreversibilidad, y este perfil se alcanza en la medida que se consiga consolidar en el imaginario popular, que trascienda el poder constituido y que sus dirigentes se deslastren de los viejos vicios y las malas mañas que siguen enquistadas en muchos de los procederes del liderazgo actual, así como en el campo de la gestión publica en revolución.

Hoy día, la Revolución Bolivariana, a pesar de haber superado con gran astucia y valentía, gracias al liderazgo de Chávez muchos de los diferentes obstáculos encontrados a lo largo de catorce años, sin embargo, hoy se enfrenta a la tercera y tal vez más fuerte prueba de fuego, luego de superada y salir fortalecida de los sucesos de abril de 2002 y del paro patronal petrolero, que por cierto, acontecimientos estos, que forman parte de los hitos que le van dando espacios que marcan la huella cierta de hacerse irreversible.

Esa prueba de fuego, tiene que ver con la obligada ausencia del Comandante Hugo Chávez, momento que los sectores de la burguesía y godarria se han planteado para generar un clima de desestabilización que les permita dar el zarpazo y acabar con las esperanzas de todo un pueblo, cosa que afortunadamente no podrán lograr.

Al calor de la realidad de hoy, tomando el pulso de los acontecimientos que se vienen desarrollando en lo interno de Venezuela y en el concierto internacional, es prudente afirmar, que la Revolución Bolivariana, a paso de vencedores, se viene haciendo de sus constructos el piso que de soporte a la irreversibilidad de la revolución Bolivariana, de allí que sea positivo los hechos que reflejan la institucionalidad de los órganos de poder de la Revolución que se expresan de manera tangible en la instalación de la directiva de la Asamblea Nacional, la presentación de la memoria y cuenta de los diferentes ministerios del Poder Popular, las elecciones regionales del 16D y la juramentación de los gobernadores, el acto de apertura del año judicial, la instalación del Consejo Federal de Gobierno, el respaldo y reconocimiento de los lideres del mundo al Presidente Chávez como adalid de la integración latinoamericana, que aunado a las diferentes movilizaciones de masas en apoyo al Presidente Chávez y a la revolución Bolivariana, conjugan escenarios que auspician sin duda el camino perenne e irreversible de la Revolución Bolivariana.

Pendiente, como máxima expresión de lo irreversible, esta el Poder Popular, cuando este, realmente logre asumir las riendas y toma de decisiones, que conjuntamente con la aplicación política de las leyes del poder popular, ahí, ya no habrá indudablemente vuelta atrás; sin duda estamos avanzando y se avizora un buen presente para asegurar un gran futuro donde todo el accionar esta llamado a convertirse en forjadores en defensa de la revolución y cercano esta el momento en que veremos si el pueblo manda, si el pueblo ordena, si el pueblo es pueblo y no una multitud anónima.



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Heriberto Rivera


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