Presidente Hugo Chávez: Único garante de los derechos del pueblo venezolano

Antes de la llegada del Comandante Hugo Chávez F. a la Presidencia de la República, éramos muchos los venezolanos(as) que desconocíamos en buena parte el ideario de El Libertador Simón Bolívar; como también desconocíamos que aquel militar del 4 de febrero de 1992, el de aquel “por ahora”, llevaba tiempo adentrándose en el pensamiento del hombre que ha sido considerado el más Grande Hombre de América; así mismo, la permanencia del Comandante Chávez en la cárcel de Yare, junto a compañeros de aquel histórico alzamiento, le permitió continuar sustentándose en la corriente bolivariana. Conocer la concepción filosófica, política, social, humanista, ambientalista, entre otras, de El Libertador, e intentar adecuarlas al contexto actual de nuestro país, su gente, costumbres, formas de vida, actividades económicas; y también de América Latina, ha hecho posible que mucha de su gestión gubernamental se apoye en dicho pensamiento.

Los venezolanos(as) nunca habíamos conocido un primer mandatario en nuestro país con tan arraigados sentimientos de apego a los derechos de los ciudadanos(as), hacia los valores del ser humano y la sociedad en conjunto: igualdad, libertad, democracia… Los presidentes de este país se caracterizaron siempre por seguir los lineamientos del partido político que representaban, pero también comprometidos con los grandes empresarios que financiaban sus campañas, y lo que es peor aún, comprometidos con las políticas emanadas del Departamento de Estado de E.E.U.U.

La manifiesta preocupación de El Libertador en el año 1819 en su Discurso ante el Congreso de Angostura, en lograr que los congresistas entendieran la importancia de darle a Venezuela un conjunto de leyes que se aproximara a su propia realidad, es la misma preocupación que pudimos observar en el Presidente Chávez luego de su elección en el año 1998, cuando juró sobre la Constitución del año 1961, y a la cual llamó “moribunda”, y afirmó que nacería una nueva Constitución, -como realmente sucedió- y que fue aprobada el 15 de diciembre de 1999 por el pueblo venezolano en su gran mayoría.

Y cuando leemos en el Preámbulo de la CRBV: “El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para ésta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna…” de inmediato nos viene a la memoria que en su discurso ante el Congreso de Angostura, Simón Bolívar destaca la igualdad como el principio fundamental del sistema político, el derecho que tienen todos los hombres a los bienes de la sociedad y la educación como otro de los pilares que debe tener la nación.

Y esas mismas ideas de Bolívar con relación a valores como la igualdad, libertad, justicia, expresadas en su Discurso de 1819, también se pueden observar dos siglos después en planes de la gestión del Presidente Chávez, como lo es el Proyecto Nacional Simón Bolívar, cuando en el mismo se señala que en la democracia protagónica revolucionaria el Estado garantiza los contenidos materiales que exige la concretización del bien común: la justicia está por encima del derecho; y las condiciones materiales para garantizar el bienestar de todos, tales como educación, salud y trabajo están por encima de la simple formalidad de la igualdad ante la ley y el despotismo mercantil.

En cuanto al proyecto integracionista de El Libertador, ya desde 1810 él trató de fomentar una integración latina, ya que percibía que las naciones americanas que emergían, deberían de estar unidas contra la embestida de intereses extranjeros tales como España o los Estados Unidos, y procurar la independencia de países que seguían bajo el dominio de los colonizadores. Y en diciembre del 2001 en el marco de la III Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, celebrada en la Isla de Margarita, el Presidente Hugo Chávez presenta la idea del ALBA, como una propuesta de integración integral, económica, social, política y cultural de los pueblos de América Latina y el Caribe. La propuesta ALBA intenta retomar la idea de Simón Bolívar de crear una Confederación Americana con las repúblicas independizadas de España, para hacer frente a los bloques económicos asiático, europeo y norteamericano. Con esta idea, el gobierno pretende minimizar, en lo posible, el poder político de Estados Unidos y debilitar su propuesta de integración económica hemisférica, conocida como el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Finalmente, al hablar de este proceso revolucionario que lidera el Comandante Presidente Hugo Chávez F., uno de sus rasgos característicos es el de la inclusión social. Esta inclusión social ha ido dirigida sobre todo, a los históricamente excluidos: pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes de nuestro país; hecho éste, y como siempre hemos sostenido, único e inédito en Venezuela.

Prof. Fulvia Polanco B. – RAV Falcón
fulviapolanco@hotmail.com


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