Capriles se la vendió al diablo por un Plato de lentejas....

Mientras Hugo Chávez entregó el alma a Dios por su pueblo....

A pesar de que Gandhi legó a la humanidad la verdad como instrumento de liberación, la disciplina de la ahimsa (no violencia), y además enseñó.



Que “Odiar al pecado, pero no al pecador”. Se trata de un precepto muy fácil de comprender, pero muy difícil de practicar.
Que por eso el odio sigue derramando su veneno por todo el mundo.
Que si conviene oponerse a ciertos sistemas y destruirlos, y que el hecho de ensañarnos con sus autores, por el contrario, equivaldría a erigirnos a nosotros mismos en jueces.
Que todos estamos dibujados por el mismo pincel.
Que todos somos hijos del mismo y único creador; y que por este motivo, todos tenemos en nosotros mismos una fuerza divina, que es infinita.
Que maltratar aunque sólo fuera a un ser humano, sería atentar contra esa fuerza divina y perjudicar, por ello mismo, a los demás seres humanos.
Que “El sendero del amor pasa por la prueba del fuego; los asustadizos se apartan de él”
Que “El camino del Señor está abierto a los héroes y cerrado a los cobardes”



A pesar de que Ernesto “Che” Guevara, escribió en El Socialismo y en Hombre en Cuba:



“Déjeme decirle, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad. Quizás sea uno de los grandes dramas del dirigente; éste debe unir a un espíritu apasionado una mente fría y tomar decisiones dolorosas sin que se contraiga un músculo. Nuestros revolucionarios de vanguardia tienen que idealizar ese amor a los pueblos, a las causas más sagradas y hacerlo único, indivisible. No pueden descender con su pequeña dosis de cariño cotidiano hacia los lugares donde el hombre común lo ejercita.

Los dirigentes de la Revolución tienen hijos en sus primeros balbuceo, no aprenden a nombrar al padre; mujeres que deben ser parte del sacrificio general de su vida para llevar la Revolución a su destino; el marco de los amigos responde estrictamente al marco de los compañeros de Revolución. No hay vida fuera de ella.

En esas condiciones, hay que tener una gran dosis de humanidad, una gran dosis de sentido de la justicia y de la verdad para no caer en extremos dogmáticos, en escolasticismos fríos, en aislamiento de las masas. Todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización.

El revolucionario, motor ideológico de la revolución dentro de su partido, se consume en esa actividad ininterrumpida que no tiene más fin que la muerte, a menos que la construcción se logre en escala mundial.”

Aunque Jesús de Nazareth, nos dejó dos mandamientos fundamentales: El primero, Amar a Dios por sobre todas las cosas y el segundo, Amar a tu prójimo como a ti mismo, y que su discípulo, Pablo de Tarso, definió el Amor de la siguiente manera:



“El amor es paciente y muestra compresión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo.

No se alegra de lo injusto, sino que se goza en la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo.” (1-Corintios Cap. 13, Vers. 4-7).



Antes de Chávez, los venezolanos, los latinoamericanos y los caribeños, conocimos esos preceptos de Gandhi, El Che y Jesús, bien sea por la enseñanza de nuestros pastores o dirigentes políticos. O simplemente los adquirimos mediante el estudio.



La gran enseñanza que nos deja nuestro camarada, hermano y maestro Hugo Chávez, es que el verbo se hizo carne en Él, y durante los últimos 14 año, el amor se hizo realidad entre nosotros. Por primera vez en la historia, nuestros sufridos pueblos conocieron colectivamente el Amor que habían profesado esos grandes hombres mencionados. Examinemos en detalle la obra del Maestro Chávez y verán perfectamente reflejada en su vida y en sus acciones el pensamiento de esos tres grandes revolucionarios.



Es por eso, que no podemos como pueblo redimido, caer en las trampas que sostenida y sistemáticamente nos tiende el imperio, cuando utiliza a los judas de la oposición y a su desencajado “líder”. Nosotros sabemos perfectamente, porque así nos los enseñó nuestro líder, que estaremos sometidos permanentemente a una guerra psicológica y espiritual.



Ante el dolor que nos embarga por la pérdida de nuestro hermano y maestro Hugo Chávez, nos provocan tratando de pisotear nuestros más amados símbolos. Nuestras almas están abiertas y adoloridas. Ellos están tratando de inocularlas con su odio. No lo permitamos. Hagamos como lo dijo el compatriota Diosdado Cabello a raíz de la muerte física del Presidente, pensemos que haría nuestro comandante en esta situación, y nos vendrá a la mente su infinita capacidad de perdón. Como cuando regresó en abril del 2002, con el Cristo en la mano perdonándolos y convocándolos a unirse al proyecto de vida; a pesar de haber sufrido el intento de asesinato de los golpistas y a pesar de ser el líder más vilipendiado, agredido y calumniado de los últimos 200 años. Esa capacidad de perdón, es en boca de Gandhi, de Jesús, de Pablo de Tarso y del Ché, la definición de AMOR.



Odiemos el pecado, pero no al pecador; porque si no, nos haríamos iguales a ellos que es su verdadera finalidad… Que el odio tome cuerpo en nosotros y que le vendamos el alma al diablo, por un plato de lentejas..



Para finalizar y con el debido respeto a las personas que piden que el hermano Chávez vaya al Panteón Nacional (entre los cuales estaba inicialmente quien suscribe) tengo a bien someter a la consideración del noble pueblo Venezolano la propuesta de sembrar sus resto en su amado Llano, donde siempre soñó descansar cuando se retirara. Construir un hermoso campus, con un modesto, pero significativo mausoleo, alrededor del cual se construiría la Ciudad Comunal CHAVEZ. Donde va a surgir la nueva sociedad humanista, donde habitara la mujer y el hombre nuevo, como lo soñaron Jesús, el Che y Chávez. Donde la solidaridad, el amor al prójimo y a la naturaleza, sean las leyes que normen la convivencia. Donde la Universidad para la Educación Popular Liberadora HUGO CHAVEZ, exponga a sus alumnos el pensamiento y la obra de nuestro humano y humilde Maestro. Donde el trueque sea el mecanismo de intercambio; pero el dar al prójimo sea nuestro modo de vida. Donde el dinero endiosado, no tenga cabida.

El hermano Chávez vino a la Capital y fue a otras ciudades a llevar la Buena Nueva de la vida en el Llano, de sus costumbres, de su cultura, de la forma como viven, donde el hombre y la mujer son parte de la naturaleza y de su dinámica. Donde el trabajo productivo de la tierra es el que la da sustento real a la vida. Claro está, como lo diría mi Presidente, desarrollando toda la infraestructura y los servicios necesarios.

Tenerlo en el Llano, es garantía de que los ciudadanos que habitan en las ciudades vayan a visitarlo y a conocer y estudiar su obra. A convivir con la naturaleza y a alejarse de la alienación engendrada y difundida en las ciudades, desde los grandes centros capitalistas del poder.



Gracias Dios mío, porque nos escogiste como pueblo para mostrarle al mundo, a través de tu Mensajero HUGO CHAVEZ, la fuerza redentora más grande del universo, como lo es el AMOR.



avigailavila@gmail.com / @avigail_avila

Colectivo “Padre JUAN VIVES SURIÁ”

Carúpano-Estado Sucre


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