Mediante el SIBCI es pertinente solicitar que las personas informadas, las autoridades o los científicos responsables del asunto orienten al pueblo venezolano sobre el tema de los cultivos genéticamente modificados y muy especialmente sobre la posición del Gobierno Bolivariano frente al uso o empleo de semillas transgénicas y sobre los alimentos preparados con productos provenientes de transgénicos, para calmar así la angustia derivada de las informaciones internacionales.Al indagar un poco sobre el tema se encuentra que el presidente Hugo Chávez anunció el 22 de abril (de 2004) que serán prohibidas las cosechas genéticamente modificadas en tierras venezolanas(http://www.voltairenet.org/article120873.html).
Se sabe que existe una comisión que estudia un proyecto de Ley sobre Biotecnología y una Oficina Nacional de Diversidad Biológica adscrita al Ministerio del Poder Popular para el Ambiente a quien compete el asunto.Se ha arreciado la discusión internacional sobre el tema desde el 19 de Septiembre de 2012 cuando un investigador francés de la Universidad de Caen, situada en la Baja Normandía, informó que animales de laboratorio alimentados durante dos años con maíz transgénico (maíz NK603 de Monsanto) demostraron tumores de mama, enfermedad hepática y renal, alteraciones hormonales con modificación de la fertilidad y un acortamiento del promedio de vida.Este reporte ha abierto la diatriba a favor y en contra de los denominados cultivos Genéticamente Modificados. De la discusión no puede extraerse una respuesta sobre la inocuidad de este tipo de productos para la salud.
Por el contrario, crecen las sospechas de que los poseedores de las patentes de tales semillas se baten a dentelladas para asegurar los inmensos capitales que están en juego sin responder a satisfacción los interrogantes sobre la salud.En México, Greenpeace sostiene que es falso que los transgénicos no afectan y emplaza a los Secretarios de Agricultura y Ambiente a documentarse sobre el tema, afirmando que las bondades de tales semillas resistentes a sequías, heladas y plagas no son tales (http://www.jornada.unam.mx/2013/03/20/sociedad/048n2soc).
El portal APORREA (http://www.aporrea.org/contraloria/a153057.html) en Octubre pasado, publicó un artículo de la periodista Diana Ovalles en el que advertía: Monsanto entró a Venezuela por la puerta de la Asamblea Nacional dado que la prohibición del Presidente Chávez no fue seguida de una decisión legal que la sustentase.
El Universal, en Septiembre de 2012 publicó una petición de agricultores de Oriente, ORIAGRO, para autorizar tales cultivos asegurando que reduce los costos e incrementa la productividad (http://www.eluniversal.com/economia/120905/solicitan-al-ejecutivo-aprobar-uso-de-cultivos-transgenicos). Es decir, Monsanto presiona para introducir estos tipos de cultivo sin despejar las dudas sobre los peligros contra la salud y la biodiversidad. Pero no son éstas las únicas advertencias.
Edagar Isch, ex ministro del Ambiente de Ecuador publicó en Octubre de 2012 un detallado artículo sobre lo político de los cultivos transgénicos (http://lalineadefuego.info/2012/10/29/lo-politico-tras-los-organismos-transgenicos-edgar-isch-l/). Advierte sobre la dependencia con las transnacionales dueñas de las patentes, las obligaciones del pago de royalties, los efectos deletéreos sobre la biodiversidad, y la ambición neoliberal de obtener más rendimientos económicos sin importar las repercusiones sobre el humano y la naturaleza.Los apicultores de Chile, Argentina, Uruguay y Bruselas han visto afectada la producción de miel hasta el extremo de la quiebra además de las crecientes exigencias para etiquetar los productos apícolas con la advertencia de que proceden de áreas con cultivos transgénicos. Han observado muerte de abejas, merma de la producción, aumento de enfermedades en los colmenares etc.
Si usted desea conocer qué productos, comprobadamente, contienen harinas o componentes provenientes de cultivos transgénicos, puede visitar la página (http://www.rap-chile.com/news_files/Guia_alimentos_OGM_y_alternativas_julio_2012_Chile2_.pdf). Se asombrará de la gran cantidad de productos de la despensa de su hogar especialmente preferidos por los niños, contentivos de harinas transgénicas sin que en Venezuela exista definición legal alguna al respecto.Las sospechas sobre la posibilidad de inducción de cáncer y otras enfermedades en humanos encuentran una respuesta eventual en estos informes internacionales o al menos serias dudas sobre la bondad de tales productos. Los agricultores que apoyan su empleo, basan su posición en las promociones de las empresas trasnacionales que prometen ganancias nunca vistas con los cultivos tradicionales. El desarrollo de la agricultura no debe someterse a los criterios económicos exclusivamente, porque más allá de eso está las vidas humana y de la naturaleza, tal vez comprometidas con el empleo de estos productos a daños irreversibles. Es tiempo de fijar definiciones.
mavet456@cantv.net