Capriles vs la MUD

Subir al cuadrilátero es uno de los retos más estresantes y difícil de asumir. No es lo mismo ser apoyo técnico, que fajarse en el ensogado. En el combate no siempre las orientaciones que se reciben pueden desarrollarse, bien sea porque no encuentra la forma de ponerlas en práctica; por considerarlas incorrectas o porque simplemente no se tiene confianza en los colaboradores.

Este último, es el escenario más perverso para cualquier pugilista o competidor. Creo que este es el caso del Capriles Radonski, porque más allá de la soberbia que lo acusan sus “colaboradores”, él tiene suficientes elementos para desconfiar de quienes los acompañan en esta nueva batalla.

No es nada cómodo asumir una nueva contienda electoral “obligado”, y mucho menos cuando se tiene consciencia de estar siendo usado como carne de cañón. Esta situación resta creatividad y movilidad a quien compite, porque no solo enfrenta a su adversario visible, sino también a los enemigos encubiertos.

Ante una situación como la planteada, lo recomendable es mantener la calma. Capriles no debe caer en el juego de creer que esta será la última oportunidad de disputarse la banda presidencial, sería no tener confianza en sí mismo y en la democracia. Además es obviar el hecho que el sector opositor carece de un liderazgo sólido, capaz de integrar las fuerzas políticas a las que pertenece.

Un buen competidor debe está preparado para ganar y/o perder. Su saldo político dependerá fundamentalmente de su comportamiento ante circunstancias adversas, no es recomendable “patear la mesa” porque los indicadores científicos (Hinterlaces, Datanálisis, IVAD, ICS, entre otras) señalen que los resultados serán desfavorables (promediado 17 puntos en contra). Una actitud de esa característica lo expondrá ante la opinión pública como un mal jugador, y por tanto, indigno de volver a depositar la confianza en él.

Tampoco es recomendable golpear al árbitro, dar golpes bajos, buscar atajos distintos a las reglas de la democracia, y mucho menos tirar la toalla argumentando fraude.

En la competencia electoral los candidatos deben echan el resto pero sin exponer la democracia. Tampoco debe inmolarse a sabiendas que no va poder vencer, y no porque exista trampa alguna, sino porque los indicadores sociales y políticos no le favorecen. Lo que es cierto es que en las manos de Capriles está hacer un buen papel ante sus seguidores y la historia. Veremos…

jghuerfano@yahoo.es

@jghuerfano


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Jiuvant G. Huérfano


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