Esconder el golpe de estado en Venezuela. Manual de Contrainformación

El plan se devela, y esta vez, a diferencia de Abril del 2002, el antichavismo carece del factor sorpresa. Golpe de Estado en proceso en Venezuela y otra vez, la massmedia internacional corre el velo sobre la sangre.

Necesitaban difundir el mensaje. No bastaba con los jóvenes que día a día entrenan en las aulas de las Universidades privadas, reductos de la oligarquía y fábricas de salchichas proto-fascistas. No bastaba tampoco con los militantes del Partido Primero Justicia. En esta coyuntura, tenían que recurrir a las redes sociales, divulgando el mensaje para lograr máxima capacidad de acción. Gene Sharp, del Albert Einstein Institution es su referencia, su manual de estilo. Básicamente es una guía para la consecución de un golpe de estado por parte de la sociedad, basado en la toma de las calles por parte de pequeños grupos de personas, que organizadas bajo un sistema de ataque masivo y simultáneo logren alterar el curso de la estabilidad política y obliguen a los poderes a renunciar. Con esta técnica han logrado asesinar a 8 personas, quemar 8 casas del partido PSUV, queman las Petrocasas, los Módulos de la Misión Barrio Adentro, con médicos cubanos en pleno ejercicio de sus funciones, estructuras gubernamentales, mercados populares. En fin, los puntos emblemáticos de atención a los más necesitados. Parece que el antichavismo le importa un real pepino la suerte de los marginados de la historia, lo que determina de dónde vienen. Y hacia dónde van.

Los muertos siempre los pone el pueblo. Dirigentes de base, manifestantes. No es la primera (e intuyo que no será la última) vez que el antichavismo venezolano elimina algunos compañeros, para dar ejemplo simbólico a nuestras filas. No querido lector, no estamos en la época feudal. No se necesita ahora desmembrar a los rebeldes, y colgar sus miembros en cada entrada del pueblo para que los habitantes tengan presente el poderío del Rey. Ahora, tenemos Internet, y la Tv privada. Y esto no es poca cosa. Lo que no pueden mostrar porque contraría su campaña, lo lanzan a las redes sociales. Me detendré un poco en esto, porque es el objeto del artículo.

La estrategia de comunicación del Golpe de Estado se basa en tres niveles: el primero, un mensaje a los medios de comunicación, que en este caso, enarbola el fraude como concepto generador de la indignación de los habitantes, que en búsqueda de justicia, han salido a la calle a exigir derechos. Con esta bandera se articula prensa nacional, canales privados de tv, estaciones de radio. La metodología es clara: exigir un conteo voto por voto, exigencia absurda por demás por ser inconstitucional. De más está decir que en Venezuela, con su sistema electoral automatizado y calificado por muchos como el más moderno del mundo, se hace una serie de auditorías previo y post proceso. Y en estas auditorías ha participado el antichavismo y diferentes organismos internacionales. Haga una pequeña pesquisa, querido lector, y verá de lo que le hablo. Esta exigencia de voto a voto les permite dos cosas: la respuesta que necesitan (negativa) y tiempo para articularse.

El segundo nivel debe su naturaleza poco fiable, clandestina y anónima a las redes sociales. Por ellas circula todo tipo de mensajes, amenazas, burlas, mentiras, manipulaciones y métodos que le permitan al antichavismo sembrar ya no matrices de opinión, sino mini-matrices. Esto es, con una foto manipulada muchas veces a nivel digital, y un pie de página redactado en Laboratorios de guerra sucia, se obtienen resultados milagrosos. Corre como la pólvora por las redes, propicia el debate y la discusión, agrupa a lectores que a su vez se conectan como redes de articulación, provoca escándalo. Para cuando son confrontadas y chocan con la verdad, el trabajo está hecho. Las llamo bombas de racimo.

En el nunca bien ponderado twitter, la nueva estrategia pasa por crear Fanpages. Es decir, utilizar el nombre y fotografía de un personaje conocido y desde allí disparar twetts incendiarios, para lograr posicionar etiquetas (hastags) y brindar al lector del medio la oportunidad de sacar su basura mental. Estas acciones no dejan de ser importantes, aunque parezcan banales. Fomentan la sensación de unidad, crean grupos, favorecen la interconexión, crean matrices de opinión. El contacto virtual es quizás el arma más poderosa de movimientos como el OKPORT en la Europa del Este. Lean acá: Hasta Obama lo sabe. http://orhpositivo.wordpress.com/2009/10/05/twitter-should-i-stay-or-should-i-go-el-gobierno-de-obama-prohibe-el-uso-de-twitter-en-manifestaciones-en-su-contra/

El tercer nivel es el encubrimiento, el silencio absoluto sobre el vandalismo, el asesinato y la intimidación que ocurre ahora mismo en las calles de Venezuela por los medios internacionales. No es nuevo, pero ya sabemos que los clásicos siempre dan resultado. Negar la realidad y convertir la noticia en dardo hacia el punto de interés: el supuesto fraude, la pequeña brecha. La ingobernabilidad de Maduro. Lo demás, la sangre derramada, nos la merecemos los chavistas por no contar todos los votos. Ah, y además no demos tanto escándalo, porque la inseguridad mata más gente, y también es culpa nuestra. He leído con asombro algunos escritores, representantes políticos afirmando y justificando el fascismo de sus militantes con este concepto.

Por último, no tienen el factor sorpresa. Y eso los convierte, aún aplicando a Gene Sharp, en predecibles. El pueblo de Venezuela espera que su Gobierno tome las medidas pertinentes. Y el Gobierno Venezolano espera que su pueblo no baje del cerro. Una relación dialéctica, que al ver las muertes y el fuego, cierra los ojos, recuerda la sonrisa de Chávez y su infinita paciencia, y dice: “Será”.

twitter: @orhpositivoatak

orhpositivo.wordpress.com


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