1ro de Mayo es para Conmemorarlo la Clase Trabajadora
¿Qué estarán pensando en este momento, Samuel Fielden, Oscar Neebe, George Engel, Adolf Ficher, Albert Parsons, Louis Lingg, Michael Schwab, August Spies, quienes fueran aquellos mártires de Chicago, aquellos que fueron condenados por el capitalismo por la huelga generada en 1886 un 1° de mayo, luchando por rebajar la jornada laboral a 8 horas diarias?. Y la pregunta es por una sencilla razón: qué papel está jugando la clase trabajadora en estos momentos y cuál es el verdadero rol que debe desempeñar.
Ver a personajes como María Corina Machado y al grupúsculo de seudolíderes opositores que defienden los intereses transnacionales y del imperialismo, marchando junto a los trabajadores el 1° de mayo, cuando nosotros conmemoramos la injusticia contra la clase obrera y reivindicamos nuestros valores como clase social explotada, es una aberrante contradicción, una hipocresía irracional y una reverenda estupidez, acompañada de una flagrante traición a la clase obrera por parte de quienes se excitaron al lado de estos seres que no hacen otra cosa si no pisotear a la clase a diario y en forma sistemática.
No existe, al menos no lo conozco, un día en el cual se conmemore el Día de la Clase Explotadora y la razón es porque esta nunca ha sido explotada, asesinada, reprimida, desarmada, saqueada, traicionada, vejada, esclavizada; en cambio la clase trabajadora, asalariada, proletaria, explotada, desposeída, no propietaria, obrera, sí lo ha sido y con calidad de exportación. A dónde quiero llegar con esto, que si nosotros seguimos comiendo en la mesa del enemigo, con el enemigo, la lucha de clases se irá apagando a niveles de legitimar nuevamente y aun más la explotación. Todavía hay trabajadores que se emocionan, de una manera que alienan hasta el tiempo, cuando su amo le dice “estoy contigo” “me preocupan tus intereses” “eres el mejor” “bienvenido a la familia”. ¿Qué es eso? Eso es traición y alienación económico-religiosa, eso se llama cobardía, eso es echar por tierra (o mejor echarle tierra encima) a nuestros mártires, no sólo los de Chicago, los del mundo entero, eso es ametrallar la memoria del comandante Hugo Chávez. Yo podría hacer un esfuerzo por entender que un trabajador sea oposición, ¿pero que marche extasiado orgásmicamente junto a quienes se asumen, de hecho y de derecho lo son, empleadores? Es algo que no puedo concebir.
¿Usted cree amigo trabajador, amiga trabajadora, que marchando al lado de su verdugo va a llegar al poder?, ¿así se podrá hacer socialismo? No hay que haberse leído El Capital 10 veces, no hay que estudiar mucho sobre socialismo, para saber que eso es una muerte anunciada. Usted está caminando de la mano con quien lo quiere matar de hambre (acaparamiento), con quien quiere robarle descaradamente su dinero (especulación), con quien desangró al país (paro petrolero 2002), con quien mató a venezolanos y venezolanas por la ambición del poder (11A 2002 y 15,16,17…Abril 2013), con quien le creo tantas “Arrecheras” (saboteo al sistema eléctrico nacional), seguramente con quien le desapareció o torturó a un familiar en los 60, 70 y 80 (4ta república). El capitalismo y sus actores no son ningunos ingenuos ni están dotados de buenas intenciones, el trabajador tiene que guardarse esa ingenuidad para ganarse el cielo, pero tiene que, como decía Alí, con su conciencia salvar al pueblo, porque la inocencia no mata pero tampoco lo salva.
Saludo y felicito a quienes salieron a conmemorar nuestro día y a celebrar que en el poder está uno de nosotros, un obrero que conoce cuáles son las necesidades de su clase, un hombre que empezó a gobernar en la calle y cuyas acciones hoy censura la derecha con la cual salió ayer a marchar los trabajadores instrumentos de su propia destrucción. No es suficiente, nunca es suficiente, ahora debemos pasar a la ofensiva con rebeldía biológica y radicalizar el movimiento, y cuando hablo de radicalización no me refiero al extremismo fundamentalista, me refiero a arrancar de raíz las barreras que nos impiden conquistar el poder en los medios de producción, me refiero a ir erradicando la lógica del capital, desconectarla de nuestras acciones y de nuestro imaginario, me refiero hacer la revolución en la fábrica, industrias, en las instituciones, en la calle, en cualquier sitio, pero hacer la revolución, en pocas palabras, hablo de la filosofía de la praxis. Es la clase trabajadora por su condición de explotada y su carácter de creador y transformador de la sociedad, quien debe llevar las riendas de la revolución para que pueda haber socialismo verdadero y real.
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