Crítica a la Autocrítica

Saludos hermanos de este maravilloso pueblo venezolano, la razón por la que me atreví a redactar este primer artículo es porque veo con preocupación cómo muchas personas están confundiendo la autocrítica con la crítica a un proyecto que nos incumbe a todos. En mi humilde opinión lo que debemos analizar es qué pasos está dando cada uno de nosotros para darle forma definitiva e irreversible al proyecto Bolivariano y revolucionario planteado por ese gigante llamado Hugo Chávez. Un proyecto que no sale de la visión egoísta de un dictador, pero que tampoco sigue las imposiciones de las oligarquías que tienen el poder económico en este planeta.

Aquí empieza mi autocrítica; soy estudiante triunfador de la Misión Sucre, en una aldea que, sin exagerar, cambió mi vida para siempre. Llegué a ese recinto e inmediatamente me arropó una energía colectiva que me conectó con el proceso revolucionario de una manera más activa. Sin embargo con el transcurrir de los trayectos, esa energía ha ido mermando, porque uno se deja llevar por la ambición individualista de obtener un título, y comienza a poner en segundo plano el carácter político, en el mejor sentido de la palabra (actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar objetivos comunes.) que tiene esta universidad. Fueron desapareciendo los lunes cívicos, las discusiones ideológicas, los análisis colectivos de las noticias trascendentes, y así muchas actividades que nos conectaban como triunfadores a la revolución.

Nos preocupamos por cumplir los requisitos mínimos necesarios para que nos sigan considerando integrantes de una misión, pero en la realidad pasamos a fortalecer la plusvalía ideológica del capitalismo, como dice Ludovico Silva. En algunos momentos tratamos de despertar de nuevo el espíritu revolucionario pero el esfuerzo no encuentra eco y se difumina entre las tareas, las exposiciones, el proyecto y los problemas cotidianos. Aquí viene ahora la crítica; cuando comencé en la aldea había un acercamiento constante por parte del PSUV, la alcaldía, corpocentro, PDVSA y otros entes gubernamentales, las actividades eran frecuentes y positivas, pero cuando se terminan las campañas electorales, se alejan. En una oportunidad se hizo un taller para discutir las 5 líneas estratégicas que planteó el comandante supremo y entre las sugerencias que se hicieron por parte de los asistentes fue la de que el partido debía acercarse más al pueblo para prepararlo en la construcción ideológica del autogobierno, porque muchas personas sabemos cuáles son los problemas que tenemos y cuáles son las herramientas que tenemos para resolverlos, pero en muchas oportunidades no se sabe como activar esas herramientas, en el marco político-ideológico planteado en el programa de la patria 2007-2013, sin caer en los vicios del pasado. Bueno, después de ese día no se volvió a ver, en el turno de la noche a nadie de la escuela de cuadros.

Todo esto lo expongo porque los apátridas que pretenden destruir el proyecto Bolivariano para regresar de nuevo al poder y volvernos a poner de rodillas ante el imperio, se van aprovechando de las distracciones que nos relajan dentro del proceso revolucionario y utilizando las mismas herramientas que utilizó la revolución para ir ocupando espacios, se han posicionado en sectores que eran bastiones de la revolución. Ahora, envalentonados por el resultado electoral el 14 de abril, buscan reactivar el libreto del 2002 y el que han usado las oligarquías de Libia y Siria para destruir a sus propios pueblos y abrirle las piernas al imperio.

En las manos de nosotros como pueblo, está la autocritica productiva y no auto flagelante que nos llevará a retomar el rumbo activo hacia la independencia definitiva. Y vaya la crítica constructiva a las organizaciones que conforman el polo patriótico para que se conforme una verdadera unidad, regida por el plan de la patria 2013-2019 que se acerque a las bases y despierte de nuevo la llama revolucionaria que se ha opacado porque hemos llegado a una peligrosa zona de confort que nos ha distraído de la mas retadora meta del proyecto de Hugo Chávez, la construcción del estado comunal. Para eso hace falta la fortaleza de un estado socialista acompañado de un pueblo preparado para auto gobernarse. Fíjense que no he nombrado a Nicolás hasta ahora, lo hice intencionalmente porque ya no es un hombre el que debe llevar este barco a puerto seguro, ahora es todo un pueblo que debe, en uno solo, convertirse en ese gigante que es Chávez para culminar el trayecto que queda por andar.

¡CHÁVEZ VIVE, LA LUCHA SIGUE! ¡VIVA LA PATRIA INDEPENDIENTE!

(Estudiante de la UBV, Comerciante pendejo, Revolucionario de corazón, mal visto por aparecer en la lista Sumate.)



luisjose.moya@hotmail.com


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