Golpe alimentario

En el momento actual es perentorio alertar sobre el golpe alimentario que está en marcha, el acaparamiento, la especulación y los altos precios descontrolados bajo la inercia de un gobierno que no deja de ser tan responsable como quien la provoca, es su deber poner en práctica medidas urgentes que corten de raíz la crisis alimentaria que se está gestando, no es solamente un juego mediático, basta ir a un establecimiento para darse cuenta que los productos de primera necesidad están desaparecidos pero no es casualidad que se les pueda encontrar en la calle con sobreprecios súper elevados y allí es donde el control del gobierno se hace necesario.

El presidente debe escuchar al pueblo porque es ahí donde está el verdadero poder popular, ya basta de retóricas y de consignas, queremos hechos contundentes contra los especuladores y acaparadores. Para nadie es un secreto que un pueblo con hambre está dispuesto a lo que sea, vale remontarse a los sucesos del 27 y 28 de febrero de 1989 para darnos cuenta de lo que este pueblo es capaz, peor aun en este momento donde las actitudes fascistas hacen presencia en la patria bolivariana de Venezuela, la derecha busca tumbar este gobierno como sea y aquí estamos en presencia de un golpe certero en el estomago.

No se concibe que en 14 años de revolución todavía se busca justificar la ineficiencia en algunos asuntos echándole la culpa a la cuarta república, cuando en estos momentos estamos viendo claramente cómo instituciones como INDEPABIS, Seniat, son INEFICIENTES con mayúscula, tampoco vale decir solamente que estas instituciones son ineficientes si no se señalan responsables y se castiga con hechos, caiga quien caiga, dando muestra de ser un gobierno que lucha y enfrenta la corrupción y el burocratismo, se trata de instituciones todavía formadas en el marco del mercantilismo y por ende, que se siguen prestando al juego burgués, susceptibles de ser desarticuladas en sus funciones, a las cuales debe complementarse el control popular y obrero.

Este pueblo requiere un gobierno revolucionario capaz de tomar medidas eficientes, apto para remover a cualquier funcionario o funcionaria que no esté cumpliendo con su deber, dejando el sentimentalismo de lado, es pertinente separar la lealtad al proceso y al presidente, de la eficiencia y la capacidad para dirigir un ministerio o gerencia una institución del Estado, el amiguismo no es un principio revolucionario. Exhortamos a revisar cada cargo de alta gerencia, recordemos al líder supremo es necesario “meter la lupa”.

La derecha mantiene la seguridad de que ellos volverán al gobierno y de hecho están tejiendo finamente un golpe a cuenta gotas, hoy corresponde con la alimentación, es inconcebible que sigamos arriesgando la continuidad del proceso revolucionario. De no tomarse decisiones urgentes sobre este asunto este golpe surtirá su efecto, y aunque suene duro harán caer a este gobierno en menos de lo que imaginamos.

Una traba que se presenta en el qué hacer revolucionario cuando se hacen críticas como éstas dentro de un gobierno similar, radica en el temor de que nos tilden de escuálidos o escuálidas nuestros mismos compañeros y compañeras, ya lo hemos visto en muchas oportunidades con camaradas a quienes tratan de callarlos diciendo que los trapos sucios se lavan en casa, sin embargo en momentos tan críticos como el que estamos viviendo es necesario correr el riesgo.

Pueblo revolucionario nos corresponde resistir una nueva embestida de este monstruo que no descansará hasta lograr acabar con todo lo que huela a Chávez, es necesaria la organización para que el gobierno mande con el pueblo, direccionar la lucha, acabar con las trabas burocráticas que nos invisibilizan, hacer la verdadera revolución del pueblo.

nancy_abr@yahoo.com


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