“El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas”
George Ward…
A escasos 30 días del nuevo gobierno bolivariano, el Presidente Nicolás Maduro Moros, parece ser por su forma de hablar en cadena nacional, de no estar enterado de lo que realmente está pasando en Venezuela.
Y todo esto, a pesar del burocratismo, y su kilométrico gabinete ministerial, los numerosos e inútiles vicepresidentes de la cosa más ineficiente, con un equipo de asesores-galácticos para importar alimentos, y papel tóale para que la gente se medio limpie el come jobo, junto a las decenas de diputados aplaudidores. Así que ante este despelote revolucionario: ¿Es que no hay un ‘jala bola crítico’ que salga diariamente a la calle, a los mercados, abastos, bodegas etc.? ¿Y le tome el pulso a la realidad, de la bomba de tiempo social que se esta armando en este país? La respuesta, la más evidente es que ‘NO’ los hay.
El sistema de medios públicos, está ampliamente demostrado que con sus manipulaciones, y sus mentiras están produciendo una diarrea contra-revolucionaria colectiva, el costo (nombre técnico de la inflación) de la vida ha subido tanto, que se esta convirtiendo en un gravísimo problema para la economía venezolana. Y es que según esos medios públicos de comunicación, Nicolás Maduro, y su equipo de gobierno lo están haciendo de maravilla, lo que ha impuesto el ridículo ministro de la alimentación con los 50 millones de rollos de papel tóale, con tan mala caligrafía revolucionaria que los venezolanos, ahora sí van a tener papel para limpiarse el culo, a costa de destruir el empleo y el aparato productivo nacional. ¿Será tan ingenuo ante despelote, este presidente obrerista?
Lástima que la realidad del deterioro real del salario, ponga al burocratismo económico-alimentario ‘tercos como una mula’, y se empeñen en demostrarle al presidente Maduro lo contrario. Porque los datos económicos (los del burocratismo inepto por supuesto) y las opiniones de los pesos pesados del Psuv dirán que la vaina va bien, pero la calle esta hablando otra verga arrechísima muy distinta. Y no hace falta tener un doctorado en: MIT, Yale, Harvard etc. para darse cuenta de lo que esta diciendo la calle, mientras los adulantes palaciegos no demuestren lo contrario, la bomba de tiempo se esta armando, eso es lo que hay, lo quieran escuchar o no, es la realidad social hoy, por decir la más fiable. La calle esta diciendo cosas en las humillantes colas que no son agradables para los oídos de Nicolás. Cosas como esta que Venezuela camina lentamente hacia el abismo de la escasez, el desempleo, paridoras de la violencia de la hampa asesina semanal. Hace dos meses pre 14-A, se hablaba de diez millones de votos. Hoy, gracias a ese adefesio de la flojera laboral, y a la política económica llevada a cabo por sus ministros. ¿Como estarán hoy esos 200 mil y picos votos de ventaja? Donde todo parece indicar que solo: “un milagro del comandante Hugo Chávez, desde el más allá los hará rectificar”, y no creo que a estas alturas de este mundo moderno, y cibernético estemos para estar invocando milagros, pronto la cifra récord de la inflación de seguir así, nos igualará con Haití.
En la calle se escucha señor presidente, también, que un gran número de jóvenes universitarios y técnicos, lleva tiempo sin trabajar dignamente, muchos de ellos ejerciendo de taxistas y buhoneros. Muchos jóvenes de este país están cruzados de brazos, sin esperanzas de conseguir un empleo de calidad, a corto o mediano plazo, después de haber estudiado duro y con sufrimientos, los títulos que los acreditan como ingenieros, médicos o profesores, parecen no servir para nada. Escuchamos que muchos de estos jóvenes están pensando en emigrar a Estados Unidos o Europa, para trabajar en los cafés, cuidar niños, o limpiarles la mierda a los gringos y europeos ricos, porque estos, al parecer, sí dan empleos.
En la calle también escuchamos el montón de vidas jóvenes asesinadas semanalmente por el hampa criminal, que están dejando familias destruidas por completo. Esta, esta-inflación esta dejando a mas gente excluidas.
Cuando camino por la calle, y escucho las voces de la gente sobre sus penurias, algo que al parecer no acostumbran a escuchar los burócratas de este país, espero escuche estas, y otras muchas cosas por el estilo. El murmullo del pueblo decepcionado. Un pueblo que cada día que pasa, siente una desilusión más profunda hacia la revolución, hacia los políticos, hacia los jueces, policías etc. Un pueblo que ya no soporta las mentiras, y la desfachatez de unos burócratas ineptos que nos gobiernan. Un pueblo que ya no quiere ver los denigrantes operativos de salud, cedulación y venta de comidas, el desabastecimiento en los mercados. Un pueblo que ya no se traga el ‘mojón’ de medir con el mismo rasero a los ricos oligarcas escuálidos, y otro para los pobre, cuando impera en el gobierno bolivariano, unos ‘revolucionarios’ con lujosas camionetas, y confortables quintas en costosas urbanizaciones. Un pueblo que durante 14 años le ha sido fiel al comandante Chávez, pero que dadas las circunstancias, nadie puede afirmar con rotundidad hasta cuándo va a seguir siéndolo. Un pueblo al borde del cataclismo.
