Chávez y los sueños de Bolívar

Hace dos siglos un Titán de Sur América se alzó contra uno de los imperios más grandes de la humanidad. El titán era Simón Bolívar. El imperio era España. El Titán ganó la batalla y así pudo lograr su primer sueño, el poder transformar el mito de David contra Goliat en una realidad objetiva.

Bolívar tuvo muchos sueños. El más grande de todos fue crear un solo país, desde México hasta la Patagonia. Ya en la “Carta de Jamaica”, de 1815, nos legó una pincelada de su atisbo: “Es una idea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes Estados que hayan de formarse;….” Su sueño era de tal magnitud que en sueño se quedó, hasta tiempos recientes.

Han pasado dos siglos. Un nuevo Titán apareció en escena. Lo conocen en todos los confines del planeta. Se trata del “mentao” Comandante Chávez, como “el mentao Bolívar” en los tiempos que rompía cadenas por Ayacucho y Carabobo, por Pichincha y Junín; “mentao” con la voz que puede expresar temor o admiración, de acuerdo a quien lo juzga. Y en ese salto histórico, Chávez tuvo un gran acierto, resucitar a Bolívar cuando en América y en su propia Venezuela, apenas se le recordaba. Y al resucitarlo, también resucitó sus sueños.

La verdad es tan grande como el universo. Durante dos siglos recordábamos el sueño de Bolívar, pero nos limitábamos a mencionarlo como si fuese una costumbre. Nos referíamos a él como un ideal, como una quimera, como el más utópico regalo en los brazos de Morfeo. Pero un día surgió la hermosa locura racional de Chávez que comenzó a sacar a Bolívar del exilio de los libros de historia y a sustraerlo de las aulas académicas para devolvérselo al pueblo.

Chávez nos dijo, una y mil veces, que ese sueño grande de Bolívar era posible. Y en cada rincón sembró su semilla. Y la semilla germinó y brotó por todos lados: la Unión de Naciones del Sur (UNASUR), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), entre otras organizaciones importantes. Estos esfuerzos, liderados por Chávez, han logrado la integración económica de más treinta países, con una extensión de 20 millones de kilómetros cuadrados, que será de gran beneficio para más de 500 millones de habitantes. Los sueños de Bolívar ya están encaminados a su materialización y no habrá poder que lo detenga.

El autor es puertorriqueño, historiador y profesor universitario.

juanmanueldelgado_5@yahoo.com


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