Mentira, es Mentira

Una revolución como anticipo de una patria mejor no se construye alcahueteando a los supuestos revolucionarios corruptos que militan bajo su bandera, que realizan actos impropios con el amparo de una total impunidad, y reprimiendo a la oposición solo porque políticamente no está del lado de la Revolución.

Porque la responsabilidad con respecto a un delito cometido, es exactamente igual para quien realiza el hecho bajo un supuesto ideal, como para quien lo realiza solo por satisfacer instintos o deseo fútiles e innobles, sin importar orientación política que tenga.

Una de las causas por las cuales el ciudadano de a pié se siente decepcionado, se debe al amparo y contradicciones con las cuales se habla, como si una persona cuando es “revolucionaria” sus actos violatorios a la ley dejan de ser delitos y lo eximen de responsabilidad, convirtiendo sus actos en justificados, legítimos y en defensa de un proceso en marcha, cuando desde el criterio de la honestidad y mejor patria, no es más que reflejo de una sociedad en decadencia, víctima de una doble moral, que termina haciendo un daño mayor, que lo que se está supuestamente beneficiando.

El que vea este artículo, como una apología a posiciones reaccionarias y en menoscabo de la Revolución, está en su derecho de pensar lo que su criterio le indique, sin embargo, solo soy un venezolano, ni más ni menos patriota que los que habitan nuestro hermoso país, incluidos los no nacidos en esta hermosa tierra, y cuyo mayor deseo es ver concretadas las propuestas de un mejor futuro para todos(as).

Y si discrepan de esta humilde opinión sustentando que solo existe sacrificio porque son los objetivos los que cuentan y no el tiempo o las penas para lograr un mejor destino, creo que es un argumento igual al que dice, ahora no puedo ayudar a nadie, pero lo haré cuando tenga como hacerlo, pues, déjenme decirles, que los que piensan así, son los que dejan que pase la vida sin ayudar a los demás y sin que su propia vida cambie.

Ahora bien, estoy seguro que la gran mayoría, repudia los actos contrarios a la justicia, sobretodo cuando son inversos a la verdad, moral, buenas costumbres y sentimientos de paz y seguridad ciudadana a todo nivel de la sociedad. En la vida debemos ser coherentes, es decir, hacer lo que pensamos, porque de lo contrario, nos convertimos en hipócritas que a estas alturas alcanzadas por la sociedad del siglo XXI, no se logra nada, porque la verdad es como la tos, no podemos ocultarla por mucho que tratemos.

Planes, Misiones, propuestas, que no están logrando verdaderos objetivos, ya que son más políticos que efectivos desde el punto de vista social, sin estar obteniendo resultados esperados ya que son tomados de realidades diferentes a las nuestras, dirán o pensarán que esto es mentira, que mis palabras tienen intención de desestabilizar, pero me pregunto ¿No desestabiliza más la mentira al contrastar con la realidad?

Un día dijo Nelson Mandela: “Detesto el racismo, porque lo veo como algo barbárico, ya sea que venga de un hombre negro o un hombre blanco”

Yo les digo: Detesto la mentira, ya sea para conseguir un objetivo supuestamente altruista ó para hacer creer que se va en esa dirección.

luisantonio.henriquez@gmail.com



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