¿Qué decir de un amigo que se va? ¿Cómo expresar un dolor que no tiene nombre? ¿Cómo no derramar una lágrima? ¿Qué decir en este trance duro cuando se desprende para siempre un amigo? Este absurdo final de la existencia terrena de Amado Lovera nos ha impactado e impresionado hondamente. ¿Qué misterios encierra la vida, que coincidiendo con ese trágico impacto de un vehículo contra su humanidad, en ese momento pensaba en él? Si, pensaba en él el martes en la noche, soñando despierto con las celebración de mis 71, que será dentro de varios meses, pero que ya estoy organizando, porque este que está aquí, está viviendo de ñapa. Y en el primer músico de mis amigos en quien pensé fue Amado. También pensé ese otro gran folklorista Juanito Navarro, al primero que llamé luego de enterarme de la noticia, autor e intérprete de “Tardes Cojedeñas”.
Amado fue nuestro ídolo en la adolescencia. Él de 16 años se da a conocer como el arpista de Mario Suárez; muy serio; al punto de que se hacían chanzas para hacerlo sonreír, y él seriote. Ahora, en el tiempo y por el tiempo que lo traté me consta su seriedad pero también su buen sentido del humor. Su mundo estaba cargado de anécdotas y enseñanzas que compartía. En ese ambiente que se comenzaba a ver claramente la penetración cultural con las nuevas modas musicales, seguía teniendo gran impacto la representación del llano. Era además un orgullo para nosotros que un nativo del El Baúl alcanzara semejante estrellato y no faltaba el bolívar para la “Rockola” y escuchar las interpretaciones en las que acompañaba a Don Mario. En la relación de ambos eran como padre e hijo. Me consta la admiración y respeto mutuo que se profesaban. Igual los hijos de ambos, una gran hermandad.
Mi relación de amistad con Amado se remonta al comienzo de los años noventa. Producía yo el programa “Venezuela, un Cofre en la Radio” por Rumbos 570 y viajé a su encuentro en San Carlos. La primera impresión al llegar a su oficina en la Asamblea Legislativa de Cojedes, fue encontrar unas puertas abiertas y él con gran paciencia atendiendo campesinos, obreros y dándoles respuestas a sus planteamientos. Desfilaban por allí también folkloristas a quienes siempre brindó respaldo y solidaridad. Por cierto allí me encontré un día con “Juan Gallino” quien se hizo famoso en el programa de Simón Díaz. Se disculpó de no haberme atendido rápido y yo contento de estar con mi ídolo de juventud y por el ambiente que presencié, a partir de ahí, una amistad y cooperación.
A raíz de este fatal desenlace de la vida de Amado, me escribe el Ing Henry López Ramos y me refiere que “Uña de oro” siempre le recordaba la emoción que le causaba el homenaje que se le rindió en la capital cojedeña; congregándose en el lugar del espectáculo, entre otros: Don Mario Suárez y sus hijos Nora y Mario; Don Valentín Carusí, ”El Tricolor de Venezuela” Víctor Morillo”, Aura del Valle, Elpidio Barreto, Juanito Navarro y del estado Aragua Margarito Aristigueta. Fue transmitido en vivo por Radio Rumbos 570 AM. Por cierto, ese encuentro se prolongó en un parrando en Manrique al día siguiente.
Referir que acompañó a más de treinta artistas nacionales e internacionales en conciertos y grabaciones, que grabó como arpista acompañante más de quinientas producciones discográficas, es sólo uno de los aspectos a destacar y de lo que ya se ha escrito; por ello queremos abordar otros campos como por ejemplo su trabajo pedagógico con niños y niñas a quienes logra motivar para que aprendan a interpretar el arpa llanera. Un logro de ello se evidenció en la inauguración de los Juegos Juveniles en Cojedes con la presencia de más de veinte niños en concierto de arpa deleitando a los presentes y a quienes tuvimos la oportunidad de verlos por la televisión. Esa siembra ya da sus frutos. Su hijo Carlos, sigue sus pasos y hoy es un destacado intérprete del arpa y vienen más atrás los menores. O sea que hay “Uñas de oro” para rato. Su presencia en Puerto la Cruz obedecía a un compromiso artístico con se agrupación de 20 arpistas revolucionarios.
En el ámbito gremial, Amado apoyó siempre a otros artistas. Con gran celo protegió a los músicos que trabajaban con él. Soy testigo que a la hora de negociar algún contrato, primero eran las condiciones en que estaría sus acompañantes. Puedo decirles que en varias ocasiones actúo por colaborar con alguna causa, pero exigió que se les pagara honorarios a los músicos. Con Alfredo Sadel mantuvo muy buena amistad y le acompañó en muchas presentaciones. De la autoría de ambos es “Al Galope” que a la letra dice, entre otras motivaciones:”Al galope de mi caballo, voy cantando mi nostalgia; en las riendas llevo el alma y en el alma esta tonada”; al galope se van nuestros sentimientos y no podemos enlazarlos ni con palabras ni con la imaginación y los dejamos volar y le alcancen el arpa a Amado para que siga entonando la melancolía de la tierra baúleña que lo parió. Allá en el infinito, el comandante supremo ya tiene montada la tarima, el programa y reunidos todos los intérpretes para que comience la parranda y tu mejor concierto.
Calos, recibe un fuerte abrazo que quiero se haga extensivo a tus hermanos y hermanas y demás familiares de Amado. Reciban mi palabra solidaria y respeto eterno a su memoria y a la amistad que nos profesamos.


Ñapas
Ñapa 1.-Cuenta Amado que acompañaba a Alfredo Sadel en un concierto en el Banco Central, en medio de una canción dice Alfredo: Para, para Amado, y de inmediato afirmó “Aquí hay alguien fumando, así no puede cantar” Alfredo no fumaba ni toleraba el humo del cigarrillo.
Ñapa 2.-Comentaba Amado que en los 50 años que tenía acompañando a Mario Suárez, siempre afinó el arpa en el mismo tono, tal era la conservación que tenía de su voz. ¡Cómo lo conocía!
Ñapa 3.-Amado Lovera hizo una bella versión de “Zorba el Griego” que le valió un homenaje de la colonia griega en Aragua, en el Teatro de la Ópera de Maracay.
Ñapqa 4.-En una versión que hizo Amado de “Vestida de garza blanca” logra un efecto con las cuerdas del arpa que simula el aleteo de aves.
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