La publicidad y propaganda que sale del PSUV y del gobierno no es una ocurrencia que se produce por simple oficio de burócratas. No sé con exactitud, pero esto es un asunto de un equipo de técnicos y profesionales de diversas orientaciones. Cada frase colocada en una de ellas, es bien elaborada y evaluada antes de soltarla en medios audiovisuales, escritos o ponerla a correr como consigna en boca de la militancia en eventos masivos. Pueden parecer consignas anónimas e ingenuas, pero pueden también ser parte de una política
“Yo soy Chávez", casi no se oye ya y las candidaturas alternas al PSUV, hablan de eso. Se oye ahora más, somos hijos de Chávez o “soy hijo de Chávez” y esto tiene literal y políticamente otro sentido. Un hijo siendo justo, honesto y luchador, puede o no pude ser como el padre en cuanto a los retos. Es fácil bajo este “soy hijo de Chávez” darse su identidad particular y ponerle a la política un sentido y justificación, que no tiene necesariamente que responder a la línea del papá. No significa que no ser exactamente como el padre sea un error, pero el padre dejó una herencia de objetivos.
Siento y no es fácil imaginarlo, que hoy usamos a Chávez. Ese uso intenta comunicarnos o hacernos sentir que él está ahí, dándole contenido y substancia a toda decisión. El Programa Patria se ve en actos protocolares y lo llevamos debajo del brazo, pero no sabemos cuál es el plan concreto. ¿Está el plan 2013/2019? ¿Conocen de un equipo de trabajo que precisa qué y cómo debemos hacer durante este período para hacer realidad parte de los objetivos históricos? El gobierno de calle que fue muy buena estrategia para salirle al paso al proceso de deslegitimación que pretendía la derecha, ya pone en el centro de la dinámica política, lo urgente sobre lo importante. Lo importante es el Programa Patria y un plan para este período. Lo importante es el socialismo.
El caso que paso a incluir como punto de lo vengo tratando, puede sonar un simple cambio de consigna. ¿Lo es en verdad? ¿Suena igual? ¿Tiene el mismo sentido? ¿Trasmite el verdadero sentido y soporte de esta lucha? ¿Es este cambio de consigna o lema parte una “suavización” del proceso?
Si han puesto cuidado, hace unos meses solíamos oír: Chávez Vive la lucha sigue”. Si han continuado colocando cuidado a las consigas que se oyen en los eventos y eso no tiene que ser actos espontáneos, comprobaran que ahora vociferamos: Chávez sigue y la patria sigue. Es un cambio y desde mi perspectiva y desde la perspectiva de un gran camarada con el cual converso mucho; es un cambio literal y un cambio que anuncia otro sentido. La patria está ahí y siempre ha estado, aunque durante la IV esa patria fue negociada y casi vendida, pero el seguro de la patria, no es que siga ahí; lo focal es que la lucha (y la lucha de clases) es la que garantiza que esa patria sea tal y como lo plasmó Bolívar en su pensamiento y tal como Chávez nos la prometió Chávez en el objetivo histórico 1 del programa patria. “La lucha sigue”, es la única manera que la patria sea como queremos y no como fue antes.
Así que en este posible inocente cambio, observo a Chávez frente a una segunda muerte. Esta muerte de ser como pienso, es más lamentable porque viene de nosotros. Aunque vemos la figura de Chávez de fondo en los actos masivos, ese fondo no es garantía de nada. Es un simple uso. Insistir que la patria sigue, en vez de poner énfasis en la lucha sigue, me deja esa sensación de proponernos matar a Chávez. Digo que siento la sensación de proponernos matar a Chávez desde las filas del proceso, porque debemos estar claro política e ideológicamente, frente a cualquier cambio, aunque ese cambio sea una frase en un lema o consigna. Es necesario, sin querer buscarle la cinco patas al gato, ver el sentido del discurso, aunque es discurso sea “chiquito”, como una consigna.