Para la verdadera pasión con visión patria

Puede que este título sea un poco diverso o extraño para mucho de ustedes mis queridos camaradas.

Sin embargo en este momento tan vital e importante para la prosecución de la Revolución Bolivariana hacia un nivel más alto en cada factor social y político que hoy debe demostrar resultados positivos de mucho calibre, en la transformación y creación de un estatus verdaderamente humano, inclusivo que sigue sembrando esperanzas verdaderas con muchos logros palpables.

La pasión revolucionaria va mas allá de un sentimiento verdadero, de un gesto, un agrado emocional que anima cada sentido de quienes creemos en el socialismo ciudadano, humanista, pluricultural y radical que vive la Patria Grande liderada por el espíritu libertario de los mártires héroes de luchas y que hoy son reivindicados en cada paso que se da en esta parte del mundo.

Esa pasión debe ser dirigida con objetividad, madurez y disciplina, claro que el ímpetu y el amor son esencia única de cada hombre, mujer que lucha, estudia, trabaja por la familia, por su país, que no solo es teoría, la practica en cada espacio y la enseñanza a quienes van creciendo, esa semilla que desde hace rato esperaba un buen abono, el agua cristalina que da vitalidad.

Adaptada a la realidad pero sumada a un solo objetivo fundamental, como lo es el surgimiento y crecimiento de una vida digna, justa, con principios verdaderos que conllevan al fortalecimiento de un modelo único, con la diversidad y criterio que de resultados positivos y que esa fuerza, la adrenalina revolucionaria se plasme en los hechos.

Así obtendremos ya un visión emprendedora, con las herramientas que nuestro pueblo ha obtenido en cada paso de nuestro vivir, organizar, formar y dar los verdaderos frutos que las generaciones siguientes toman y seguirán para que nunca falte la vida, esperanza y vivencia que hoy damos con luchas internas y externas, que cada ser humano de este continente es importante, la sonrisa de un niño en la escuela, la dignificación del campesino, el debate duro y verdadero par no ser mas nunca esclavos de la dominación y manipulación de los que todavía hoy amenazan con quitarnos la lámpara gigante, guardada en cada corazón  de esta tierra hermosa.

Así pues, sigue la lucha en Chile con los estudiantes, en Honduras para recuperar la democracia, la paz verdadera en Colombia, el bloqueo a Cuba,  la hipocresía de algunos títeres imperiales que solo pretenden parar el huracán Bolivariano, Martiniano, Robinsoniano que ruge y hace crujir a los escuálidos, majunches que solo han vivido para masacrar y explotar a nuestros compatriotas.

El legado de Nuestro Comandante se debe difundir, estudiar, discutir y poner en práctica en todos los niveles del Poder Popular, en las Universidades, la juventud debe asumirlo como herramienta forjadora del camino verdadero y romper los paradigmas del señalamiento y asumir con gallardía el compromiso tremendo de ser la punta de lanza de nuestra Revolución Bolivariana para Venezuela y el mundo.

Hoy no somos ningún patio trasero, somos la cordillera andina indómita, el cusco de la fuerza viva, el Pichincha vivo, la imponente tierra del fuego, la biodiversidad amazónica como manto protector, fuerza divina dada por Dios, que hoy surge y difunde la pasión de los pueblos.

La antorcha, el arco y la flecha, la lanza llanera está atravesando la bestia del capitalismo, hoy vivimos un momento histórico, seguiremos viviendo y venciendo a paso agigantado con amor y fuerza revolucionaria.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1718 veces.



John Duarte Zambrano


Visite el perfil de John Duarte Zambrano para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: