Revolución: Un zambo y un Moro

Las revoluciones de Latinoamérica nacen por lo excesivo del abuso colonial antes y después de la “independencia” aún en la botella naufragante del genio que flota por mares, océanos y ríos del orbe, y que aún sopla bemoles y discordante notas en la flauta del encantador de serpientes. Es de suerte adivinar, que somos una gran mezcolanza de razas del continente del Sur que rompió con el purismo racial retrayendo a África como parte que separó la ruptura continental y, que, como un rompecabezas cuadra con exactitud geográficamente y como sentir de hermandad. Desde entonces las andanzas de la historia merodean la tan añorada libertad e independencia del colonialismo. Por siglos la raza aria predominante que no pudo evitar ligarse a indios y afros, se hizo muy selectiva entonces, se hizo del poder del valor monetario, del poder religioso, del poder del control, del poder de la educación, del poder de las artes, del sumo poder de la cultura y del poder del maniobrar del pensar y sólo dejó el poder del trabajo y producir a las mayorías, y así, nació la esclavitud perpetúa cobijada por el perdón de la deidad, que marca el sino de todo ser desposeído y rinde culto al poder subyugante; los designios de un “dios” han regido el destino de cada ser existente, la sinecura o canonjía dictó su sentencia irrevocable, marcó parámetros de distancia y exagerada desigualdad entre seres sin ninguna diferencia física y sentimental, dividió y todavía vence, los arraigos son psicológicos y difíciles de cambios.

La revolución histórica de un Sur en ascuas del despótico colonialismo emerge de seres pensantes de su misma casta y de los muchos minimizados que siempre llevan en sus hombros la peor carga histórica del yugo imperial. En Venezuela nace tras más de 300 años de ignominia de la bota española, la rebelión de hijos de diversos orígenes se hace presente y visible ante la monarquía opresora y la iglesia cómplice, adulante y aceptante, se revela y en cada rincón patrio alza la voz el afro sometido, y de la viva experiencia que el amo originario indígena dejó plasmada con su aguerrida lucha, se hace cimarrón y bebe el néctar de la libertad a escondidas, pero libertad al fin. Son los inicios del grito libertario, y son esos, los que levantan el despertar de la consciencia por la justicia, se insurrecciona ante tanta vileza ya no soportable; conoce fuera del cautiverio, cuan placentero es la vida para el ser y su preciada libertad, y es ahí donde se suma el blanco isleño llamado de orilla, el mantuano aristócrata revolucionario y uno que otro eclesiástico.

Han transcurrido exactamente al día de hoy 204 años desde aquel glorioso acto revolucionario del 19 de abril de 1.810, que dio inicio al llamado independentista, y eso fue producto de todas la luchas y sacrificios de mujeres y hombres encantados por la justicia, la igualdad y equidad ante lo humano, que hoy también 19 de abril de 2.014 celebramos los también revolucionarios que luchamos por la misma causa e idea de todos aquellos al igual pensantes de una patria libre y soberana.

Desde 1.989 se volvió a revelar el nuevo grito por retomar el acto independentista, el pueblo se lanzó a la calle por sus reivindicaciones, por su respeto, por su dignidad, por su patria, por reconstruir un 19 de abril de 1.810, por hacer saber a otro imperio, esta vez el gringo, que no somos colonia de nadie y que no le seremos nunca; esa voz, está en el paraninfo revolucionario, no calla ni callará jamás. Madrugada de 1.992 el zambo con descendencia guerrera abre un compás en su lucha e inducido por el grito de su pueblo marca con su alzamiento militar revolucionario la pauta, de que las luchas del pueblo no son en vano ni le serán nunca, y que han sido y serán, el siempre presagio de lo que hoy combatimos, que después de los tantos revenimientos patrios de un proceso y sus sucesos históricos, son la base piramidal de un pueblo consagrado a su luchas y sin vuelta atrás. Ese “Por ahora” selló el vínculo que desde la cárcel unificó una relación comunicacional indescriptible entre un hombre, su pueblo y una revolución que no agota su presencia aun no teniendo su líder en físico; eso, tiene un gran significado de historiedad. El zambo y su pueblo son inseparables, han nacido en la historia el uno para el otro, son el único aire que respira un solo cuerpo, son la metamorfosis que nunca se separa, que se transforma, pero va siempre junta de la mano y, por qué no, del “espíritu” naciente de una revolución.

Moro, se cruzó en su camino el destino, y le impuso transcender el legado; Chávez, con su habilidad de costumbre y agudo olfato político se aseguró con el llamado al pueblo públicamente el 8 de diciembre de 2.013, que fuera él el escogido, visualizó situaciones y sopesó las probables circunstancias a futuro, por supuesto, es el Moro el más indicado, posee la paciencia y serenidad precisa para llevar a puerto seguro esta revolución. La arremetida que la oposición acomete, ya sabía con antelación, que por inoculación letal del cáncer propiciada por el imperio en conjunto con ellos, estaba en etapa final; se envalentonaron y sacaron su cuenta de 2+2 =, fin de la revolución, volvieron a subestimar la capacidad del pueblo y enfilaron sus baterías contra la imagen de Chávez, de nuevo cometen el mismo craso error. Midieron que con la muerte del líder y un corto lapso de campaña presidencial, su candidato ya derrotado en sucesivas elecciones podría surtir efectos en votos; la manipulación no hizo esperar y hasta en campaña se quiso sacar jugo político a la imagen revolucionaria de Chávez, mas, el día domingo 14 de abril de 2.013, pierden de nuevo esta vez ante un novato presidencial y con una pequeñísima campaña; sí lograron confundir a unos que tras maniobra psicológica del psicópata JJ Rendón se abstuvieron y votaron en contra, pero no fue suficiente, 250.000 votos marcaron la diferencia, pretendieron solidificarse con el absurdo argumento de que tenía que ganar con más de 2 millones de votos; es que la costumbre a veces se quiere imponer a lo abrupto y no pierde la maña de perder por paliza. Para su desgracia política nuevas elecciones municipales abren la medición, y otra vez se vuelven a envalentonar contando con votos ajenos y prestados, se vistieron con lo ajeno y se quedaron desnudas en plena fiesta electoral. Llamaron a plebiscito, nueva errada cuenta los conduce esta vez al ridículo, y de 335 alcaldías ganan 18, y ahora si entienden que no le pueden ganar a la revolución con votos; optan al igual que el 2.002 por la vía inconstitucional. Otro nuevo fracaso que sea ha de sumar a su prontuario.

Inician una escalada de desorden y guerra económica, terrorismo, paramilitarismo, sicariato, mediatización, nazi-fascismo, asesinatos, destrozos, violaciones, intentan en vano resquebrajar el orden constitucional con acciones violentas, que desde el 12 de febrero día de la gloriosa batalla de la Victoria, pusieron en marcha con unos pocos cuantos “estudiantes” de sus “autónomas” universidades que funcionan con los dineros del pueblo y que están sirviendo de cuartel de entrenamiento paramilitar a vagos, delincuentes y estudiantes de larga trayectoria sin poderse graduar; sus rectores/as tendrán que dar cuentas a la justicia, Caracas, Valencia y Mérida son pioneras de estos actos, tienen vinculación directa con el paraco principal de Álvaro Uribe y en concordancia con EEUU y el cipayado funcional de aquí, de Colombia y Miami. No conforme con toda la derrota que le ha propiciado la opinión pública mundial, tras sus fracasadas aventuras de la mentira, para mal poner a su propia patria en parlamentos mundiales y ante sus medios al servicio del imperio, su obstinada y obsecradas ganas de volver a tener el poder para demoler lo alcanzado más la viva idea de practicar a imagen y semejanza tal y como ocurrió la barbarie en España con el franquismo y en Chile con el pinochetismo, se ungen de su falaz y del odio visceral, es por eso, su procedimiento fascista: de una guaya degolladora, de un aceite que mate motorizados, de hacerse de armamentos de guerra, de derrumbar árboles, de sacrificar animales, de quemar CDI, de incendiar espacios donde hay 89 niños sin importar que mueran, de emboscar a un vecino y ultrajarle dándole una paliza entre varios u ocasionarle 42 fracturas en la cara aun estando inconsciente en el suelo; esa, es la Venezuela que nos esperaría de volver por mal destino estos enfermizos seres al poder.

Es por todas estas razones vividas que día a día el pueblo mide consecuencias y está convencido de su rol ante la historia, es por eso, que el zambo seguirá en su corazón y en su sentimiento; él le enseñó todo lo contrario de lo que demuestra la oposición y su oligárquica burguesía, no hay inequívocos posibles, el zambo tenía y tiene la razón, significa solidaridad, estoica bondad, el pueblo le ve, percibe su tacto y le escucha a diario, es el pensamiento que no huye de él por su belleza humana. Moro es su gran legado, lo hizo casi a su imagen y semejanza, solo hay que darle el tiempo requerido; hay enemigos de la revolución adentro y afuera, pujan y pugnan por su fracaso, pero la formación, y aunque renieguen de su educación, está firme al propósito de la revolución, Chávez se la sembró, se irá convirtiendo por sus experiencias propias de Moro a zambo, y eso, será mucho peor para los anti-revolucionarios. Y aunque recrudezcan sus métodos fascistas y los gringos les envíen billones de dólares, no van; es única y exclusivamente con el voto que pueblo cede y reconoce un gobierno democrático, de otra forma no. ¡Inténtelo!

¡¡¡¡Revolución, patria, pueblo, ideología y constancia en el Poder Popular¡¡¡¡

 



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Omar Ignacio Pinto


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