Soy chavista, por tanto socialista, revolucionario. Participo activamente, como muchos. Creo en la importancia de la unidad. Apoyo al Presidente Maduro, como debe ser, a quien considero un hombre honesto, revolucionario, que está trabajando duro. Pero se equivocó con su reacción ante la carta de Giordani. El Presidente Maduro podría escuchar más las críticas.
Lo que importa no es cómo o quién lo dijo, sino qué dijo. Y si lo dijo Giordani, más peso aún, pues ¿quién duda de su honestidad? ¿Quién puede decir que no sea revolucionario? Ya él había advertido hace más de un año lo de los 20.000 millones de dólares que se convirtieron en chatarra, así que es falso que sea nueva su crítica, que está actuando por reconcomio. Tal vez por esa denuncia se ha ganado enemigos entre algunos funcionarios de la “nomenklatura” (existe, ¿no?), que guardan afinidad con la burguesía parasitaria.
Chávez nos enseñó a ser autocríticos. Pero siempre que hemos planteado una crítica para ser ventilada entre los revolucionarios, sale un grupo de dirigentes importantes del partido a decirnos que no es el momento, que no es oportuno, que se avecina un proceso de elecciones, que la coyuntura, que esto, que lo otro, que después. Y si mostramos inconformidad con esa posición pasan a la fase de amenazar con tildarnos de traidores, de que saltamos la talanquera, del tribunal disciplinario. Y ese después para la autocrítica nunca llega.
¡Que si la oposición se va a aprovechar de eso! ¡Que estamos en una de las coyunturas más difíciles del proceso revolucionario por la saña del imperio por destruir la revolución! Eso es cierto. Pero lo que sí va a favorecer a la oposición y su imperio es que sigamos sin corregir los errores. Que se siga fortaleciendo la “nomenklatura” hasta que se haga invulnerable.
¡Que debió hacerlo por las vías internas! ¡¿Y no lo intentó?! Pero más importante aún: ¿No es esa “nomenklatura” interna el objeto de la denuncia?
¡Quitémosle la bandera de la crítica a la oposición! Seamos nuestros primeros críticos. No le temamos a la autocrítica, en ella está la fortaleza. ¡Convirtamos nuestros errores en fortaleza! ¡Seamos chavistas! ¡Defendamos el legado de Chávez!
La exagerada reacción de algunos dirigentes de la revolución, llamando traidores a la patria a quienes osen pronunciarse a favor de lo dicho por el profesor Giordani, la veo como una campaña de intimidación para defender a esa “nomenklatura”. Huir a la autocrítica sí es traicionar a la patria, a las esperanzas del pueblo chavista.
No sé si todo lo dicho por el profesor Giordani sea cierto. Pero hay que tomarlo en consideración. Y no es el único, otros han advertido cosas similares. Muchos vemos cosas. Hago un llamado al Presidente Maduro a escuchar y actuar en consecuencia.