Pobreza mitos y realidades

Toda sociedad es un organismo en constante movimiento por consiguiente las relaciones económicas no pueden ser estáticas. Deben evolucionar a la par de las estructuras políticas y sociales. Las políticas públicas como directrices en esta interrelación deben ser un reflejo de ello. El presidente Chávez desde ya es recordado como el líder que privilegio lo social. El presidente-obrero Nicolás Maduro, revindico el legado del comandante al hacer uso de una reingeniería política (gobierno de calle) y económica (contraofensiva económica) para afrontar la guerra económica, ya no mampuesta y disimulada, sino frontal y brutal. Irresponsablemente la feroz oposición de grupos e intereses políticos y económicos ha tratado de hacer fracasar o neutralizar las políticas públicas asumidas por la revolución, en última instancia, han profundizado la contradicción imperialismo / nación.

Las políticas públicas revolucionarias tienen que necesariamente adaptarse a las circunstancias y situaciones contingentes. Tienen que ser dinámicas y fluidas, no sujeta a dogmas o tecnicismos ortodoxos. Los funcionarios encargados de su ejecución tienen que estar consciente de ello, desde el punto de vista técnico-administrativo pasando por lo político ideológico. La claridad conceptual adaptada a los tiempos actuales tiene que ser condición sine qua non en el cuadro revolucionario. Lo contrario es actuar de espaldas al pueblo y es una franca actitud contrarrevolucionaria.

Es así como a partir de 1999 por primera vez la lucha contra la pobreza dejo de ser un simple lema electorero y se convirtió en una política pública del estado venezolano. Detallando un poco lo anterior, y para aclararlo mejor, tomaremos las fases tradicionales, desde el enfoque sistémico, en la elaboración de las políticas públicas: definición, diseño e implementación y evaluación.

Definición: el fracaso definitivo de la representatividad puntofijista a la hora de abordar la pobreza, radica en su afán de copiar e implementar modelos exógenos de países desarrollados y seguir bajo un cuadro de dependencia generalizado. Por ejemplo desde 1989 hasta el 2000 se había trasferido desde la periferia a los centros de poder más de 750.000 millones de dólares por concepto de intereses de la deuda externa, situando esta en los albores del siglo XXI en casi un billón de dólares. Estos recursos son arrancados de los sectores educativos, salud, vivienda y alimentación principalmente. El neoliberalismo produjo en Latinoamérica 20 millones de indigentes. El paradigma de las “ventajas comparativas” hizo un daño impresionante a las economías nacionales y beneficiando a sectores transnacionales. Venezuela no estuvo al margen de este catastrófico panorama. Para 1998 la Oficina Central de Información calculaba que el total de hogares venezolanos sumidos en la pobreza en un 59% de su población y a su vez divida la misma en pobreza extrema con un 31% y de “pobreza crítica” en un 20 %. Llama la atención el término de “pobreza crítica”. Un 89% de los niños venezolanos se encontraban en situación de pobreza. El 50% de los hogares venezolanos no recibían agua potable y contábamos con una matrícula educativa de 800.000 estudiantes en todos los niveles.

La pobreza era calculada en base al ingreso. Está claro que este método no refleja en su exactitud la complejidad del problema. Como se ve una coyuntura internacional de dependencia que generaba las condiciones internas para el crecimiento desmesurado de la pobreza un asistencialismo cortoplacista que complicaba la solución al problema y una clase política total y absolutamente desvinculada de la realidad social en la cual estaban inmersos los venezolanos.

Diseño e Implementación: La Revolución Bolivariana entiende la pobreza como un fenómeno complejo y utiliza un enfoque más integral donde se evalúa no solo el nivel de ingresos. Su solución la entiende como una necesaria inversión social. Cuentan también aspectos como acceso a la educación, la alimentación, salud, la vivienda, servicios básicos etc. Desde el año 2000 comienza una etapa que culminaría en 2002 en donde el plan pionero “Bolívar 2000” fue un instrumentó que permitió medir no solamente la realidad venezolana, sino la operatividad y capacidad de respuesta del Estado venezolano para asumir tal tarea. Las apuestas políticas de la oposición como el Paro, el Golpe y el Sabotaje Petrolero fueron derrotadas y esa victoria en 2002, permitió a la revolución un mayor margen de maniobra político para abordar el tema de la pobreza. Como resultado de esto se implementan las denominadas misiones sociales. Cada una de las misiones fue diseñada para cubrir las necesidades básicas de la población históricamente excluida.

Evaluación. Sin duda alguna las misiones sociales han permitido cerrar la brecha de desigualdad en Venezuela. Para 2014 la revolución Bolivariana ha trasformado el triste cuadro que nos dejó el “puntofijismo”. Por ejemplo la pobreza estructural en Venezuela afecta a 5,5% de los 28,9 millones de habitantes, es decir a 1,9 millones de venezolanos y la tendencia es a la baja. Solamente el 0,7% de los niños, niñas y adolescentes venezolanos no asisten a la escuela y 4,3 millones reciben alimentación gratuita en sus instituciones educativas y se han entregado más de 40 millones de libros educativos. Esto sin duda alguna es un aporte significativo para millones de familias y sus ingresos. La matrícula educativa ha aumentado hasta alcanzar la cifra de 2,5 millones de estudiantes. El 95% de los hogares reciben agua potable y el 82% de la población se atiende en los centros del sistema de salud pública. Estas son cifras que difícilmente otro país en Latinoamérica o el mundo pueden mostrar. La reducción de la pobreza no puede verse como el simple hecho del aumento del ingreso per cápita, es una situación compleja que demanda esfuerzos en distintos ámbitos. La manipulación opositora ha tratado de posicionar en una matriz de opinión donde la pobreza en Venezuela ha aumentado. Pero ¿de dónde sacan estas cifras? utilizando el método del ingreso y añadiéndole los índices de una inflación inducida por un dólar paralelo y con precios especulativos con un margen exorbitante de ganancia.

Mientras exista el capitalismo, las tesis socialistas tendrán vigencia. Pero así como (in) evoluciona el capitalismo el socialismo también tiene que evolucionar a la par de los nuevos tiempos. Tiene que adaptarse y flexibilizarse para lograr la anhelada emancipación de la explotación. La revolución bolivariana ha sido la evolución más acabada, completa y comprobada del socialismo de cara al siglo XXI.

 



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Hugbel Roa

Ministro para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología

 @hugbelpsuv

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