No está lejos que comencemos a imprimir billetes de 200 y 500 bolívares, debido al incontenible deterioro de la economía.
El gobierno anunció la semana pasada que informaría de urgentes medidas fiscales y cambiarias para torcer el rumbo de inflación, escasez, especulación y pauperización del país en todos sus renglones.
Sin embargo, nos regaló un video cursi de la vida amorosa del Primer Mandatario nacional, irrespetando las expectativas creadas en torno a los anuncios.
Más temprano que tarde, el gobierno tendrá que dar la cara al país para explicar qué medidas ejecutará para enfrentar los desbalances existentes.
Uno de ellos es el signo monetario, cuyo deterioro no pareciera tener freno, ni techo. En ese sentido, los números muestran una tendencia irrefrenable de pérdida de la capacidad de compra de los venezolanos.
El dinero se convirtió agua en sus manos, mientras sube la inflación a pasos largos; se mantiene la escasez, y ni por asomo se frenó la especulación con la promesa del gobierno de la Ley de precios justos.
Hoy, casi 50% de los billetes en manos de los venezolanos son de 100 bolívares, y el resto es para los de 50, 20, 10, 5 y 2, que nadie quiere, porque, entre otras cosas, no representan poder de compra en el mercado.
Quiere decir que la inflación se comió rápidamente nuestro billete de más alta denominación.
En 2007 cuando se introdujo la reconversión monetaria y se redujo 3 ceros a los billetes, el gobierno del fallecido presidente Chávez prometió una nueva era del signo, llamándolo “Bolívar fuerte”.
Para la época, 3 de cada 100 billetes eran de 100.
Ahora, son 27.
Los billetes de 100 se cuadruplicaron en el mercado desde 2012 a la fecha. Esto significa que al aparato productor de la economía se le inyecta muchos bolívares que finalmente se volverán sal y agua con el paso de los días.
El gobierno tiene esta práctica perversa de imprimir bolívares para pagar deudas, con lo cual presiona la inflación, pues al haber escasez, y la gente tener muchos bolívares en las manos, presionan los precios de los productos, bienes y servicios.
Así sucedió con el incremento salarial del 1 de mayo, de 4.250 bolívares, que al día de hoy no alcanza para una mercado decente.
No ha habido en los últimos 50 años, gobiernos que más maltrataron el signo monetario, que Caldera, Chávez y ahora Maduro.
A continuación una tabla que muestra de manera inequívoca lo dicho en líneas anteriores:
Presidente |
Periodo |
Variación Precio Dólar |
Luis Herrera |
1979 – 1984 |
de 4.3 a 7.5 Bs/$ |
Jaime Lusinchi |
1984 – 1989 |
7.5 a 38,63 Bs/$ |
Carlos Andrés Pérez |
1989 – 1993 |
38,63 a 87,60 Bs/$ |
Ramón José Velásquez |
1993 – 1994 |
89,90 a 111,48 Bs/$ |
Rafael Caldera |
1994 – 1999 |
111,48 a 573,88 Bs/$ |
Hugo Chávez |
1999 – 2013 |
573,88 a 6.300 (reconversión, eliminación 3 ceros) |
Nicolás Maduro |
2013 – Actual |
4.3 a 6.3, a 11 Sicad I y 50 Sicad II |
Al día de hoy, las piezas 100 bolívares se acercan a los mil millones, y por la tendencia que muestran, seguirá rumbo imparable, hasta el momento en que técnicamente se coticen como los billetes de 10 y 20, y se deba pasar a otras escalas del cono monetario: 200 y 500 bolívares.
Ese camino está cerca, aunque el gobierno lo desmienta.
Nada mejor para reflejar el deterioro de la moneda que una lista de lo que podemos comprar con 100 bolívares, elaborada a partir de precios de supermercados capitalinos:
- 1 docena de huevos
- 1 torta de casabe
- 2 atún de 350 gramos
- 1 aceite de 1 litro (mercado negro, a 90)
- 2 harina (mercado negro, a 40)
- 1 blancaflor (mercado negro, a 50)
- 2 diablitos
- 1 lata de leche condensada (mercado negro, a 70)
- 2 leches descremadas líquida
- 700 gramos de pechugas de pollo
- 900 gramos de muslos de pollo
- 4 kilogramos de arroz
- ½ kilogramo de carne
- 2 latas de mantequilla
- ¼ kilogramo de queso (el kilo referencial en 350)
- 1 entrada de cine (sin derecho a combos de cotufas)
- 1 carrerita mínima en taxi
- 5 pan sobados
- 1 kilogramo de aguacate
- ½ kilogramo chuleta ahumada
- 2 kilogramos de limones
- 2 kilogramos de repollo
- 1 kilogramo de papa
- 1.1/2 de lechosa
- 1 kilogramo de cebolla