De Chávez a Padrino: Claves y Señales.

Leyendo escritos en la pagina www. Aporrea.org sobre el tema del discurso del G/J Vladimir Padrino López en la Asamblea Nacional ya de entrada adelanto una frase coloquial por lo que algunos pretenden: "Buscarle cinco patas al gato" según la RAE significa "empeñarse temerariamente y sin ningún sentido en buscar cosas que pudiesen acarrearle daños o inconvenientes". Por supuesto, se considera que la cola es otra pata.

Antes de vincular esa frase, preciso lo que para el G/J Vladimir Padrino López constituye un altísimo honor, dado el lugar y el momento de su discurso al manifestar sus ideas en el más alto estrado  que posee un Pueblo Libre y Soberano, como es el de la Asamblea Nacional, un Pueblo con la confianza que le brinda su sistema de gobierno democrático  participativo y en las instituciones que la conforman, con la seguridad de que nunca más ocurrirá de que quien disponga de la fuerza legitima de las armas del Estado se convierta en  su verdugo.

Solo un Pueblo con saber, con poder y con  virtud lo puede hacer. Bolívar en su tiempo no lo hizo, en el caso  del Congreso de Angostura en 1819, ya que publicó su discurso en varias ediciones de  El Correo del Orinoco. Pues para aquellos tiempos solo existía el preludio de un Pueblo y de una Patria libre e independiente.

En dicha página web se le da relevancia a la crítica por lo velado y la intencionalidad pérfida de sus argumentos, al desestimar la buena fe del orador y la confianza en las creencias ideológicas del Pueblo, así como de sus líderes y por supuesto de sus soldados.

Para algunos el discurso está dirigido solo a los militares, esto no es así, el discurso del G/J Vladimir Padrino López va por la calle del medio, como nos los enseño nuestro Comandante Chávez, sin medias tintas, claro como la luna llena; es necesario considerar esas opiniones por cuanto provienen de supuestos “rojos” intelectuales militantes, creando matrices que llegan a audiencias dentro de las filas revolucionarias, mediante giros lingüísticos en el contexto de lo político, soslayan ideas contrarrevolucionarias, pretendiendo desvirtuar el contenido sustantivo del discurso del General, el cual fue dirigido a todos los hijos e hijas de esta Patria Bolivariana y Chavista.

También en la crítica aparece la maléfica y aberrante clasificación que se da a los ciudadanos al distinguir entre civiles y militares,  señalar como “civil” a un militar, en el pasado era una de las peores ofensas que se le pudiese hacer. Esto fue duramente criticado por el Comandante Chávez. Hoy reaparece en la expresión del “chavismo civil”, dicho con la intencionalidad de, en primer lugar,  crear el distanciamiento tradicional entre el Pueblo y la Fuerza Armada; y en segundo , la velada pretensión de crear fisuras entre civiles y militares chavistas, pues la consigna de todos es “la unión cívico militar” y es tal la internalización  en el Pueblo que, según expresiones de estudiosos de la historia y la sociología,  germina un nuevo ciudadano: el ciudadano soldado y el soldado ciudadano.

En la organización militar no se estila la práctica de ejercer  vocerías, cada quien responde por sus actos y sus expresiones y de darse éstas  se refieren al personal y equipamiento, con fundamento a  la posición de mando y a las circunstancias de tiempo, modo y lugar en las cuales se desarrollan las acciones que competen a la misión encomendada. Todo esto enmarcado dentro de la disciplina, la obediencia y la subordinación como pilares fundamentales de su razón de ser. Las opiniones son de entera responsabilidad de quien las emite, pero  se pueden compartir.

El General no da su discurso como vocero  de los militares, como lo pretenden hacer creer. Lo da como un ciudadano soldado, como venezolano, como testigo de excepción de este tiempo histórico, sensibilizado con las ideas de Bolívar, Rodríguez, Zamora y del Comandante Chávez, quienes han permeado su ser y como bien dice: “transformando a la Fuerza Armada en un ente más humanista, solidario y con una formación transdisciplinaria que hace proyectar al soldado mas allá de lo militar”, quizás como a la gran mayoría de los militares.

Si bien para algunos no se debe “llamar a engaños” contrariando  la idea de que la unión cívico militar garantizaría la continuidad y concreción del proceso revolucionario, influenciados quizás por el resentimiento latente en el liderazgo anacrónico de la Cuarta República, especialmente  de la derecha disfrazada de izquierda,  hacia la figura del Comandante Chávez y de su liderazgo, a pesar de su desaparición física, hoy tenido como ausente  - presente; quien aglutinó en su Proyecto Político Revolucionario a las fuerzas de la izquierda y otras  corrientes políticas, con esto haciendo  posible  lo imposible, también logro algo contra natura históricamente, colocar a la vanguardia de la Revolución a la Fuerza Armada, la verdad es que no hay engaños.

Sabiamente el Comandante Chávez dejó al frente como líder del proceso revolucionario a un trabajador, al Presidente Nicolás Maduro, para que sean los trabajadores quienes vayan al frente de la Revolución, sean la vanguardia en esta lucha que se da entre el capitalismo y el socialismo, capital y trabajo, son ellos las victimas históricas de la lógica del capitalismo, llevan a cuesta en mayor medida las consecuencias de la explotación y la alienación del hombre trabajador. Sabía el Comandante que así y solo así, avanzaremos por el sendero cierto que nos conducirá hacia el socialismo del siglo XXI y es por ello que el apoyo al Presidente  Maduro en esto se “hila finito” y no como algunos dicen percibir en líneas gruesas.

Es una pretensión equivocada hacer ver que se soslaya el socialismo en lo dicho en el discurso y con esta aseveración se pretende manipular, pues el legado socialista como bandera y acción de los militares no viene de ahora, viene de Simón Bolívar, al expresar en su Ultima Proclama: los militares empleando sus  espadas en defender las garantías sociales”. También de Chávez a los militares: “utilicen sus espadas para abrir los libros”  y así llegar a lo que Simón Rodríguez expresaba: “Ideas y Milicias. ¡Qué creación!”. Ambos consideran que la educación es el elemento universal que conduce a la igualdad y permite cambiar la concepción de la  realidad en todos sus órdenes, de un estado y de una sociedad en un momento determinado.

 Pretenden enmarcar al General Padrino, estableciendo analogías históricas con el retrato del dictador Videla, autor de un golpe de estado en la Argentina y hacen comparaciones con los escenarios de ese entonces en aquella Republica y los de nuestro País,  también con el Chile de Pinochet, de no darse el cumplimiento del legado de Chávez. Esto con el fin de revivir los temores del pasado, para mantener a distancia a los militares, vistos estos como una amenaza.

El General sale del oscurantismo o del laberinto como dicen algunos, al cual nos sometió la clase dominante – no solo a militares sino a todo un Pueblo - instrumentado esto como política de dominación por siglos para mantener su poder y privilegios. Hoy todo esa práctica ha quedado atrás, como vemos se ha alcanzado un nivel de conciencia amplio en lo político y en lo social, es por ello que el General Padrino expresa sus ideas con sinceridad, claridad,  autenticidad y vehemencia.

También algo muy importante: manejó con propiedad conceptos de distintas ramas del saber, en concordancia con la doctrina Chávez,  como él calificó  la corriente de pensamiento ético, filosófica y político del Comandante; a mi modo de ver y sin una exégesis en profundidad, desde ya se vislumbra como una nueva teoría de cómo gobernar, de cómo hacer política y en este sentido  me parece que considerarla solo como doctrina es limitante, además, la acción de adoctrinamiento conlleva naturalmente rechazo en el ser humano.

Todo está sustentado en las consecuencias de la inexorable carga de nuestra histórica y del progresivo desarrollo de esa conciencia socialista del militar en la actual Fuerza Armada Nacional Bolivariana, declarada además socialista, antiimperialista, revolucionaria y chavista por esos hombres y mujeres que la integran, al no estar ajenos por derecho como ciudadanos soldados del acontecer nacional en todas sus manifestaciones, siempre y para siempre al lado de su Pueblo, a quien se deben. La Clave: la Unión Cívico – Militar. La Señal: La Patria Socialista.

mararvelaez@hotmail.com



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