Yo si creo en el socialismo chavista

“El camino sigue siendo el socialismo, el verdadero… ¿Qué esperamos para rectificar?”
 
Así concluye Tobby Valderrama su artículo “la solución del gato”, uno más de los que ha dedicado en un intento obstinado al igual que otros, de convencer al pueblo que Nicolás Maduro es un revisionista, un socialdemócrata y siendo más claros un “traidor al legado de Chávez”. Lo acusan de pactar con la burguesía, de ser cada día más dócil al capital internacional, de hacer boxeo de sombra con el imperio para simular la “transición” hacia una suerte de neocapitalismo post Chávez.
 
Lo primero que le preguntaría al respetado Tobby ¿Cuál es ese socialismo, el verdadero? ¿Cuál es la propuesta concreta económico – productiva? ¿Cómo sostener el estado social de derecho y de justicia que nos ha permitido disminuir la pobreza extrema a un dígito?
El problema que atraviesa Venezuela no es social, sino estrictamente económico. Tenemos una sociedad más equitativa, con más gente incluida, menos desigual, con mejores estándares de distribución de la riqueza, con más gente inserta en el modelo chavista del “vivir bien”, en fin, casi 27 millones de venezolanas y venezolanos que podemos comer tres veces al día cuando menos, que no nos preocupa la educación, ni siquiera la universitaria porque entendemos que está garantizada, al igual que un servicio de salud con altibajos, pero a todas luces mucho mejor que cualquier otro que hayamos conocido, una organización popular, con todo y sus factores a corregir, inimaginable en la cuarta república, un número histórico de jubilados y pensionados; en fin, un conjunto de elementos sociales envidiables para cualquier país, solo amenazados por su sostenibilidad económica en el tiempo; reto que debe vencer el actual gobierno chavista.
 
La inclusión social trae consigo nuevos problemas, que al ser superados nos llevarán a nuevos retos. Es decir, siempre habrá algo que corregir, algo que mejorar, algo en que trabajar.
 
Dice el Tobby Valderrama, en el ánimo de diferenciar a Maduro de Chávez, que “el gobierno calcó la conducta de los socialdemócratas, tomó el atajo de la compensación material para buscar apoyo popular”.  Qué curioso que se apele a este argumento para desquiciar al aun nobel gobierno de Nicolás y para sustanciar él porque  “algo anda mal con el apoyo de las masas”; sin aclarar para nada sí esa pérdida es porque Chávez dio la compensación material o porque Nicolás ha dejado de darla y ahora las masas molestas se lo reclaman. Sería interesante que Tobby aclare si el problema es que Chávez le dio la casa al que nunca tuvo la esperanza de tenerla y Nicolás sigue por ese teórico mal camino de la Gran Misión Vivienda Venezuela o si es que Nicolás se metió en problemas al decir que tarde o temprano, todo el mundo según sus posibilidades debe pagar esa casa, tal y como también lo dijo miles de veces Chávez; recuerden la campaña de la derecha: “lo que Chávez te dio, Maduro te lo quiere cobrar”.
 
Chávez creó “Mi Casa Bien Equipada”, el programa de venta de vehículos baratos “Venezuela Móvil”, creó la Gran Misión “En Amor Mayor” para dar universalizar el sistema de pensiones, entre otros “atajos” socialdemócratas según Tobby. No fue Nicolás, fue Chávez y el hijo del Gigante le ha dado continuidad ¿será eso lo que se le critica?
 
Acudir al acomodaticio argumento del giro socialdemócrata de la revolución bolivariana desde que Nicolás asumió a pedido de Chávez la conducción del proceso, acusando de débiles las políticas sociales creadas por Chávez, pero diciendo cínicamente que son hechura de Nicolás Maduro, sencillamente es un acto de deslealtad absoluta a la verdad revolucionaria.
 
Por otro lado dice Valderrama que Nicolás “convocó a la burguesía, a la oligarquía, a los capitalistas, a una alianza con el gobierno para que le resuelvan los problemas¿Cuál es la diferencia entre Emilio Odrebrech, uno de los hombres más ricos de Brasil, amigo de Chávez y constructor, entre otras obras, del segundo y tercer puente sobre el Río Orinoco y Lorenzo Mendoza dueño de la Polar? ¿Se puede hablar del carácter proletario de las trasnacionales petroleras que trabajan con nosotros en la Faja del Orinoco y en nuestra plataforma gasífera con contratos firmados en pleno gobierno de Chávez? ¿Fue o no fue Chávez quien hizo un pacto de no agresión con Cisneros teniendo de mediador a Carter? ¿Acaso fue Nicolás quien creó el famoso “método CHA-AZ”, es decir, Chávez - Azpúrua (amo del valle por cierto), para lograr formas amigables de redistribución de la tierra entre terratenientes y gobierno? Acusar a Nicolás de débil ante la oligarquía trasnacional queriendo hacer ver que solo y exclusivamente de un año y pico para acá estamos tratando con la burguesía nacional e internacional es absurdo.  
 
Créanme que he leído con detenimiento muchos artículos contra Nicolás Maduro y Diosdado Cabello acusándolos incluso de antichavistas. En todos hacen la comparación y terminan queriendo hacer ver que “si Chávez estuviera vivo esto no estuviera pasando” y tienen razón, pero solo en la frase.
 
Por más que busco artículos de Tobby Valderrama criticando la visión de Chávez sobre la transición al socialismo no consigo ninguno. Nadie dijo ni pio a nada cuando Chávez asumía con audacia políticas de cohabitación con la burguesía nacional, cuando la convocaba a trabajar y dejar la conspiración, cuando le dijo públicamente en una oportunidad a Escotet, dueño de Banesco, que debía financiar al Tigre Fernández, catalogado por el Gigante como un antichavista “serio”; como muestra de que ni eso le inquietaba y que le parecía natural el apoyo de la burguesía a su clase política derechista, entonces ¿Por qué agarrarla con Nicolás y decirle hoy a él lo que jamás se atrevieron a decirle a Chávez?
 
Yo respeto que haya un gentío que no esté de acuerdo con nuestra forma de construir el socialismo y que no les guste nuestra propuesta de socialismo, el verdadero para nosotros. Eso es parte de un debate útil, constructivo que enriquece y ayuda.
 
Pero es inaceptable y cobarde desahogar las críticas que no le hicieron a Chávez ahora con Nicolás Maduro. Eso me hace recordar cuando detuvieron a Julián Conrado y hasta quemaron un muñeco de Nicolás, el canciller, con exigencias de renuncia y demás; pero cuando Chávez dijo que la orden la había dado él y que Nicolás siguió sus instrucciones, no quedó ni el humito del muñeco quemado.
 
Creo en el método de Chávez para construir el socialismo y ese método es el que está aplicando Nicolás Maduro. Debatamos sobre el método, sobre el cómo, sobre la meta, pero sin pretender torcer realidades.
 
Con Nicolás estamos los que creemos en el socialismo chavista y los que creen en otro socialismo asuman su identidad y bienvenidos al debate constructivo; pero sin poner una inexistente versión del socialismo de Chávez de por medio.
 
abmiguel04@yahoo.es


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