¿Un barrio chino en Barquisimeto?

Barquisimeto, mejor conocida como la “ciudad crepuscular” y “musical de Venezuela” siempre me ha llamado la atención y me ha cautivado por su pujanza económica y su espacio de vida propia, apuntalada en la creatividad de su gente y en el esfuerzo compartido, donde confluyen una economía agrícola y una mentalidad colectiva, más allá de las cooperativas y la genialidad del ritmo de su tamunangue, combinado con el sonido de sus cuerdas y tambores.

Entender un desarrollo autónomo, libre de la influencia petrolera como ocurre en otras regiones del país, como el Zulia y el oriente venezolano es buscar en las raíces de un pueblo, sus ganas de proyectar su tierra y su propia identidad; pero a la vez, sentir que está impregnada de una esencia venezolanista a toda prueba; si no, que lo digan los caroreños o los tocuyanos y la gente cordillerana de Sanare y la llanera de Cabudare; por citar sólo algunas de sus ciudades más emblemáticas, adornadas por cardones y tunasy bañadasotras en el Valle, por el Rio Turbio que da vida al paisaje larense, recreación para pintores junto a las artesanías de Tintorero y a los chivos de sus laderas, que alimentaron a sus ancestros,jira jaras y tocuyos.

Pero apartándonos de nuestra admiración por Barquisimeto, volvemos al tema que nos ocupa y que justamente dio el título al presente artículo. Todo surgió a raíz de un reciente escrito publicado en esta página de las redes sociales y que tuvo su feedback, precisamente en amigos de la capital del estado Lara.

El artículo en referencia se titula “Los chinos: ¿una invasión silenciosa?”, donde tocamos el tema de la presencia de los asiáticos en Venezuela, realidad que no sólo vive nuestro país sino toda Latinoamérica, desde hace muchísimo tiempo, pero que en los últimos años se ha incrementado su inmigración y el volumen de asiáticos en la Patria Grande. (Ver la obra “La invasión silenciosa: El desembarco chino en América del Sur”, del autor argentino, Diego Guelar, Editorial Debate, 2013)

El asunto es que con el tema de los chinos, nos escribieron amigos desde Barquisimeto, quienes de plano nos indicaron: “Leímos tu artículo de la invasión silenciosa y es la manera de actuar de esa comunidad, la cual es preocupante. Acá en Barquisimeto tenemos como en toda Venezuela esa problemática, con el agravante de que para el Centro de Barquisimeto planean imponer un barrio chino en un área de 40 manzanas, lo cual a nuestro Consejo Comunal le parece un adefesio jurídico, en principio porque no fue consultada la comunidad organizada en este ente”.

Nuestra curiosidad nos llevó a consultar el asunto y efectivamente, encontramos que en septiembre del año 2013, fue publicada una nota en el Diario “Ultimas Noticias” donde se reseña: “El primer Barrio Chino de Venezuela será en Barquisimeto”. Según las estimaciones estará concluido en el 2015 en un área de 18 cuadras del centro de la ciudad crepuscular.

Lo más simpático del asunto, es que el nuevo Barrio Chino sería inaugurado en el marco de la programación de los 461 años de la fundación de Barquisimeto, como un gran acontecimiento. Hasta la fecha desconocemos el avance de la obra. Según la nota de prensa, la permisología para tal fin, parece haberseautorizado por la Oficina de Desarrollo Urbano del Concejo Municipal del Municipio Iribarren y lo calificaron como “un regalo de dicha Alcaldía” al embellecimiento de la ciudad.

Según los promotores, quienes no están en sintonía con los Consejos Comunales de Barquisimeto, “es un sueño de hace más de 30 años y contribuirá con el fortalecimiento del turismo de la capital larense”.

Siempre hemos dicho que no tenemos nada en contra de los chinos, sólo que con sus mercados avasallantes, vemos como hoy tienen una alta participación en la Seguridad Alimentaria de nuestro país y es cosa y materia de cuidado para el Estado venezolano.

Según los amigos de Barquisimeto, quienes nos escribieron sobre el tema que compartimos: “El poder económico de los asiáticos quiere imponerse y captar para ellos en principio, un área que nosotros – Consejo Comunal – consideramos exagerada y en pleno centro de la capital larense. Hasta el momento la Comunidad no conoce el proyecto, pero ya está aprobado por la Cámara Municipal”.

Sobre el tema existen muchas experiencias en el mundo. En la mayoría de los casos, sobretodo en la sociedad norteamericana, los Barrios Chinos o “ChinaTown” han pasado a ser algo exótico y de referencia para el turismo. En otros casos, ha servido para el negocio, como el de Hollywood que lo ha utilizado como un instrumento para estereotipar a los chinos como amigos de las mafias, la droga, el mercado sexual y como un antro de problemas sociales para los vecinos y los locales.

Existen casos como los barrios chinos de New York y San Francisco; por cierto este último el más antiguo de América fundado en el año 1840. Existe también Barrio Chino en Perú, México y en Argentina. En este último país, concretamente en la ciudad capital, los chinos habitan una pequeña extensión con otros asiáticos y a la cual, la Secretaría de Planeamiento del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desestimó la solicitud, por considerar de interés preservar la paz y la tranquilidad de los vecinos.

En Venezuela, la invasión silenciosa es ya una realidad. Surgen las inquietudes y las preguntas. Como la de los amigos de Barquisimeto: ¿será qué quieren los chinos establecer en nuestro país su sistema mixto capitalista-comunista?; ¿Será que buscan afianzar su negocio sobre nuestras materias primas para su creciente industria militar?; ¿Será Venezuela puente para su mercado en Latinoamérica?; ¿Será un caballo de Troya?, como lo califica un amigo mitad filósofo y mitad brujo.

La verdad es que a estas alturas de nuestra Revolución, desconocemos como avanza el Barrio Chino de Barquisimeto y su todopoderosa “mano peluda” del dólar a granel. Los estudiosos del tema se pasean por el artículo 13 de la Constitución Bolivariana y observan, como el mercado de la comida en nuestro país, además de estar en las garras de los contrabandistas, está también en las manos de los chinos...

¡Amanecerá y veremos!

 



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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