El docente que demanda el sistema educativo venezolano

Estamos próximo alinicio del nuevo año escolar (2014-2015) en todos los niveles y modalidades del sistema educativo venezolano, tal acontecimiento nos invita a reflexionar sobreuna de las partes o pilares del proceso educativo, nos referimos al docente, que no es otro que el encargado y designado por el Estado para la formación y educación de sus ciudadanos en el presente y para el futuro,en principios, valores, cultura, ciencia e historia propia de nuestra identidad e idiosincrasia venezolana y latinoamericana.

Para lograr este loable fin de la educación nos preguntamos, ¿cómo debería ser el docente? Eltítulo de este artículo nos invita a una utopía, como ese lugar al que nos refiera en su obra Tomás Moro, de una isla donde todo lo imposible podía ser real; no se trata solo de una utopía, sino de realidades concretas, el docente que necesita el sistema educativo se forma aquí, en las instituciones de educación universitaria pero sobre todo en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, “La álma mater”, que significa “la madre que nutre”, metafóricamente hablando, cuando se aplica el término a la universidad se quiere dar a entender que la universidad es la proveedora del alimento intelectual de los y las que en ella se forman o son formados. En este caso, la Universidad Pedagógica es la casa que nutre y alimenta intelectualmente a los futuros docentesde la República Bolivariana de Venezuela; desde su incipiente manifestación como instituto formador de maestros/maestras en 1936 en la ciudad de Caracas, y que necesariamente tendremos que abordar en otro artículo para analizar su evolución histórica hasta hoy.

Ahora bien, la Universidad no es sólo la estructura física, que es importante, es fundamentalmente encuentro humano, hombres y mujeres ocupando diferentes funciones y responsabilidades dentro de la universidad que abarca al personal obrero y de servicio, personal administrativo, personal docente y por supuesto los participantes del proceso enseñanza-aprendizaje. Todos ellos/ellas no son de otro planeta, no son seres ajenos, extraños, son y apoyándonos en una frase de Marx, seres históricos, reales y concretos.

Pero ¿por qué somos históricos? Martin Heidegger sostenía que las cosas son y están, pero a diferencia de ellas nosotros somos, existimos y nos hacemos. Como bien expresa Sartre en su obra Ser y la nada: “construimos nuestra esencia a partir de nuestra existencia” el único ser capaz de proyectarse es el hombre y la mujer, en otras palabras, nuestra existencia determina nuestra esencia. Es por ello que el único ser capaz de hacerse es el hombre, hacernos significa que somos los únicos que a partir de nuestro estar nos hacemos y este hacernos implica un profundo acto de responsabilidad ética.

Siguiendo con la idea de Marx, la historia es una lucha constante de opuestos, a la tesis le sigue una antítesis y a esta una síntesis, a ese proceso se le denomina desde Heráclito, Platón, Hegel y por supuesto Marx,dialéctica, que no es otra cosa que la lucha de opuestos. La historia la hacemos los hombres, con los aconteceres que se generan en la dinámica relacional, como bien sostiene Maturana, dinámica motivada por factores internos y externos, llamémoslo factores políticos, económicos, culturales, emocionales y educativos que determinan las relaciones entre nosotros y nosotras los seres humanos, entre los pueblos, los países, las naciones, los estados; provocando muchas veces modificaciones, alteraciones y transformaciones de la realidad social en la que los hombres y las mujeres se mueven y que llamamos historia. El Presidente mártir en la moneda, Salvador Allende dirá: “la historia la hacen los pueblos” y agregamos, sólo en cuanto el proceso de formación crítico genere en ellos las situaciones límites que produzcan el despertar de su conciencia para su liberación. Aunque existen situaciones en las que se impone la lógica de la permanencia y se utiliza a la educación como instrumento para la dominación y negación de la condición humana, ese modelo educativo es al que Freire denomina “educación bancaria” que no es otra cosa que la educación informativa más no formativa. Istvan Mészáros lo ilustra en los siguientes términos: “La educación institucionalizada, especialmente en los últimos ciento cincuenta años, sirvió al propósito, no solo de proveer los conocimientos y el personal necesario para la máquina productiva del capital en expansión, sino también para generar y transmitir un marco de valores que legitiman los intereses dominantes” Es necesario, sostiene el autor citado, “romper con la lógica del capital si queremos considerar la posibilidad de crear una alternativa educacional significativamente diferente”.

Expliquemos esta idea de Mészáros con las dos características fundamentales del ser humano. La primera de ellas es que el hombre posee una condición filogenética, es decir, es un ser biológico compuesto por una serie de elementos naturales (células, nervios, sistema neurológico, órganos, músculos, huesos) que le permiten vivir, pero este vivir a diferencia de los animales, quienes no tienen conciencia del mundo, es un vivir con otros/otras en un espacio dinámico de relaciones intersubjetivas, donde salen a relucir nuestras pasiones y emociones; podríamos decir que la vida adquiere sentido sólo en relación con el otro/otra, nos hacemos en el convivir, en el vivir con. Ibar Varas dirá en su libro “teoría dialógica de la educación”, que nos hacemos en la palabra, en el encuentro de la palabra, en el diálogo.

Es por ello que la educación como proceso de socialización nos ha de formar para la vida, no para el trabajo, el trabajo forma parte de la vida, no vivimos para trabajar sino que vivimos para vivir. El segundo elemento o característica del ser humano es su condición ontogenética, éste posee la capacidad de crear cosas, es creador (poiesis griega) transformador, hacedor de cultura, el hombre construye su mundo, no en soledad sino con otros/otras que forman parte de su realidad, el hombre hace cosas, construye la historia. En este proceso de construcción la educación posee una función preponderante, ya que ella enseña, le proporciona al hombre/mujer las herramientas cognitivas para construir su mundo. La educación como hecho cultural es creación humana.

La segunda categoría a la que hace referencia Marx, es que el hombre es un ser concreto, no es una falacia, ni una construcción mental, pensado, por el contrario es concreto, de carne y hueso, la antropología y la paleontología nos dan muestra histórica de sus existencia real a través del tiempo; nos lo presentan en su evolución de homus erectus a homo sapiens, y de éste a homo faber; el científico Chileno Humberto Maturana, sostiene en su libro “Del ser al hacer” que el hombre se encuentra en la etapa de homo-sapiens amans-amans. Lo que nos da a entender el autor, es que razón y emoción no se niegan sino que se complementan, y por otra parte el fundamento del hacer está en el amar. En el siglo primero después de Cristo, San Agustín dirá: “Ama y haz lo que quieras”, mientras que Freire, en su libro “Pedagogía del oprimido” nos dirá que el fundamento de la educación dialógica está en el amar, lo que convierte a la educación en un acto de amor, no en forma sustantiva, sino en forma de praxis amorosa.

La tercera y última categoría marxista, es que el hombre y la mujer son reales, no hay duda de eso, no es imaginado, aunque algunos lo perciban desde esa dimensión. Lo escrito hasta ahora nos permite tener clara la existencia del hombre y la mujer, como seres reales, que están aquí con nosotras y nosotros, están en la calle, en la escuela, en el salón de clase, no sigamos buscando, el futuro docente lo estamos formando aquí, aunque algunos todavía no lo saben y otros no lo quieran ver.Finalmente, el docente que demanda el sistema educativo venezolano es el de una persona comprometida consigo misma y con el país, identificado con el noble ejercicio de la docencia, entregado con pasión a su trabajo, dedicado con amor a la misión sublime de educar.

Educar es abrir corazones, crear conciencia crítica, ver más allá de lo que las personas normalmente ven o no ven. Educar es desnudar la apariencia de las cosas que se nos aparecen como verdad pero no son, educar es esculpir formas hermosas de estar y hacer. Si estas son las razones que nos mueven para ser distintos/distintas, entonces estamos en el comienzo de nuestro andar como futuros docentes.


Docente universitario


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