Denuncia: Maracaibo, Peatones sin derechos

Es triste adentrarse en una ciudad que, en pleno siglo 21, pareciera que ha involucionado. Mas bien parece una ciudad de finales o mediados del siglo 19, cuando los que caminaban por las escasas calles debían saltar charcos, esquivar carrozas tiradas por Caballos, etc. Ser Peatón, o andar a pies, es estar desprovisto del amparo de las leyes formales y de convivencia común. Andar a pies, es estar en constante peligro, expuesto a ser víctima de toda clase de calamidades, que vienen de nuestros comunes, pero que también somos víctimas del propio Estado (Municipal, Regional o Nacional).

Veamos, Desde el mismo diseño las aceras parecen hechas solo para complementar la carretera, lejos de ser un corredor para facilitar caminar. Los constantes “sube y baja” que dejan para darle acceso a los carros hacen que, de manera natural, el peatón busque caminar por la carretera. Su cerebro le indica que es más cómodo y menos riesgoso de tropezar y caerse. Además, las escasas aceras las dejan pegadas a la carretera: debe dejarse un espacio para sembrar árboles entre la carretera y la acera, esto protege al caminante de los carros y del sol. El ancho de estas aceras en muchos casos no cae sino una sola persona, negando la posibilidad de ir en parejas o, peor aun, en familia. Los pocos árboles que existen en la ciudad, después de las guarimas son mucho menos o casi desaparecieron, los mantienen podados al mínimo. Lo importante pareciera que se vean “bonitos” y no que protejan del sol inclemente. En ciudades como Maracaibo, los árboles se deben dejar crecer, para que protejan de los rayos del sol, esa es su naturaleza. Una muestra, la entrada al CC SAMBIL, una belleza de corredor con arboles, pero uno tiene que aguantar el sol parejo, ya que los mantienen podados al mínimo. Igual para el caso de los estacionamientos. Maracaibo necesita una normativa municipal para no permitir la poda de arboles. Además de fomentar su siembra. Y por supuesto que los guarimberos no los destruyan.

Pero además, hay otro fenómeno, casi no existe una acera en Maracaibo que no este “privatizada”. Los negocios (Farmacias, supermercados, panaderías, oficinas, etc.) dejan la previsión de Estacionamiento sobre la acera. Por lo que los vehículos permanecen allí, obligando al peatón a caminar por la carretera. Otra forma de privatización lo constituyen los “cuidadores de carros”. Estos no solo mandan a estacionar los vehículos encima de las aceras, también en los sardineles y en las calles aledañas; o sea que, para que un peatón pase, debe esquivar los vehículos incluso en la calle, obligándolo a pasar casi por el centro de la misma. Pero, si no hay vehículos en las aceras, es porque la misma esta llena de basura. Cerros de basura acumulada en calles y aceras, obstruyendo al peatón, inclusive a los carros.

Las mismas autoridades obstruyen el libre transito. Se observan, en la mitad de las aceras, Postes de iluminación, postes de CANTV, CORPOELEC, CABLERAS, semáforos y hasta publicidad de la Alcaldía, “señalizando” la ubicación con sendos muros atravesados, que hay que bajarse de la acera para pasarlo.

Otra calamidad, para nuestros transeúntes de a pies, lo constituye el servicio publico de transporte, que en Maracaibo no existe. Muy pocos y destartalados carros, con mas de 30 años de uso, oxidados, sin tapicería y mucho menos algún tipo de seguridad. Encima de eso trabajan cuando quieren, violando las rutas. Te cobran lo que les da la gana, apoyándose en la poca oferta y la necesidad. Abusan de los pasajeros, los roban descaradamente, al no hacer su ruta completa. En Maracaibo no hay Taxis, no hay servicio publico de transporte colectivo. El colmo, los llamados “trencitos” que son vehículos transformados sin ninguna supervisión o revisión técnica por entes de seguridad del estado, se tornan en “salvadores” de pasajeros que ven en estos su salvación, y se embarcan por necesidad, arriesgando su vida. La Ley de Transito exige que los choferes de transporte publico deben tener entrenamiento y licencia especial, para transporte de personal, pero eso es solo letra muerta, ni las mismas autoridades pareciera que están informados de esto, mucho menos los choferes. Observamos también las llamadas “chirrincheras”, donde los pasajeros van colgando, incluso en el techo como si fueran plátanos, a la vista de todos. Se observan casos increíbles, como cuando Polimaracaibo pone sus alcabalas para exigir Cinturón de Seguridad, y solo se lo exigen a los particulares; pasan motorizados hasta con tres pasajeros, sin casco, Chirrincheras con pasajeros en los techos, Microbuses y buses con gente colgando hasta por las ventanas, y estos “servidores públicos” no se dan por enterados. Otra cosa, en Maracaibo la gran mayoría de semáforos no sirve, y los que sirven, nadie les hace caso. La anarquía se ha apoderado de la ciudad, al ver que no existe autoridad. La autoridad municipal, bomberos, defensa civil, nadie lo observa como un riesgo. Algunos buses interurbanos, que vienen de La Guajira, obligan a los pasajeros a embarcar por la puerta trasera, allí siempre están unos malandros esperando para atracar, robar, hurtar, las pertenencias. A las autoridades municipales no les interesa, creo que ni siquiera se han dado cuenta que es parte de sus responsabilidades.

A las empresas u oficinas, publicas y privadas, no les interesa las calamidades que pasan sus empleados para llegar y salir de sus puestos. Muchas veces salen de madrugada, colgando de un Bus, arriesgando su vida, a merced del hampa. Además que te roba el chofer con el mal servicio y el alto precio, puedes ser víctima de atracos o carteristas. De vuelta en las tardes, peor. Muchas veces llegamos cansados muy en la noche. Con malos olores, sudados, robados, etc. Todo esto si no llueve, cuando llueve es mucho peor.

En resumen, creo que quede muy corto: los caminantes, transeúntes, peatones, pasajeros, la gente de a pies, en Maracaibo NO TENEMOS DERECHOS.


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