Difícil ser Revolucionario, fácil dejar de serlo

Mientras oía el discurso del Presidente Nicolás en la sede de Naciones Unidas, tomaba un cafecito en presencia de dos amigos camaradas; uno de ellos me hizo la pregunta del título, es fácil ser revolucionario, ser como Chávez, respondió el otro compañero, fácil es dejar de serlo.
Verdad que es un tremendo tema para la discusión sana y constructiva; riposté en el momento que el presidente se refería al tema del cinismo del presidente Obama, “nobel de la paz”, pero pareciera estar en una burbuja, ese es el momento en mi concepto mas hermoso del discurso, porque delineaba con exactitud la dependencia de ese hombre con el complejo militar financiero que secuestra y envuelve a todos y cada uno de los presidentes de USA.

Volviendo al tema inicial, es cierto que la reflexión es pertinente para el momento que vivimos en el país, no solo se es revolucionario por ser de izquierda, o dicho de otra manera se puede alguien considerar de izquierda pero ignora lo que es ser un revolucionario más allá de las palabras y acciones, de ser militante o no, de estar comprometido, por cierto condición algo extraña para algunos, comprometido con qué y con quién, consigo mismo si las opiniones no encajan en lo que es un concepto raro del ser revolucionario; pregunto y me doy la respuesta de inmediato, cosa que pasó a ser el desiderátum de la conversación ya con el segundo cafecito consumido y el humo del cigarro saliendo airoso a dañar el ambiente y los pulmones.

Inevitable era hablar de ese tema, sin pasearnos por la posición de algunos escribidores que solo son eso, porque si en los sesenta, setenta y ochenta, llamábamos a muchos revolucionarios de cafetín, sobre todo el de Farmacia de la UCV; la similitud pareciera encontrarse con la realidad hecha presente al presente, asimilar semejante parecido con la circunstancia de una computadora como lugar de combate, donde las ideas y palabras chocan entre sí, produciendo una especie de dicotomía de vida, porque si se tratara solo de escribir por hacerlo, o por drenar sobre el porque no le paran bolas, diría viable está bien, en algo ocupan el tiempo en lugar de solo tirar piedras, solo que estas ultimas se convierten en píldoras que envenenan el ambiente de la izquierda y de la verdadera identidad de un revolucionario, para buen entendedor, pocas palabras, no es así.

Que un discurso valiente como lo calificó el comandante Fidel Castro, haya llenado las expectativas no solo de Venezuela, sino de buena parte del mundo ávido de posiciones contundentes en cuanto al papel que está registrando el Imperio en estos momento de crisis existencial del capitalismo y en particular del mundo financiero; nos parece que significa que estamos ante un presidente que continua la labor de Chávez, donde dejó en claro que no hay miedo y la pelea es peleando, lo que nos sustrae a la necesidad de cerrar filas en torno al presidente obrero y el mensaje si quieren a Garcia, para los que le toca, déjense de vainas que el compromiso y la responsabilidad son bastantes serios para inocular medias verdades en nombre del autollamado ser revolucionario, o serlo mas que los demás.


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Rafael Febles

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

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