(1942-2014)

“Lopecito” y su trompeta

Sentimiento de afecto me unía al amigo y paisano sanmateano José Nicomedes López (“Lopecito”), reconocí y valore en él su calidad humana, sencillez y sobre todo, su apego por el espacio que nos vio nacer y crecer: San Mateo, estado Aragua; fue siempre un Embajador cultural de nuestro terruño, en varias ocasiones le escuché decir: “San Mateo pueblo querido, yo nunca te olvidare, y aunque esté en tierras lejanas, yo jamás te negaré”.

El pasado 31 de Agosto del año en curso, fallece nuestro citado amigo a la edad de 72 años, hombre creador. La música fue su vida y desde temprana edad incursiono en ella: cantautor, arreglista y músico profesional. En julio de 2009 por iniciativas de las editoriales La Espada Rota (Caracas) y Mateo de Oroguaipur (San Mateo), le publicamos un Cancionero, que incluye sus partituras y arreglos, que él mismo titulo “Para bailar el Fusagasuga”. En esta obra socio-musical tuve la distinción de hacerle la presentación, ocasión que escribí para aquel entonces y traslado a este momento de dolor por la ida física del amigo, a saber: “En reconocimiento a este buen hijo de San Mateo, presentamos esta modesta muestra de su obra; deseando que en un futuro no muy lejano, José Nicomedes López pueda ser nombrado Patrimonio Cultural viviente del Municipio Bolívar del estado Aragua, por su dilatada trayectoria en nuestra música y el apoyo al quehacer cultural de la comunidad”.

Lamentamos que esta propuesta y como otras que hemos planteados, no haya sido aunque sea cuestionada, por nuestras autoridades Municipales silentes y ausentes. Sin embargo, en el colectivo-pueblo si aprecian el legado cultural de “Lopecito”, un profesional de la música que formo parte de las grandes orquestas bailables del país, con las cuales recorrió el territorio nacional e internacional; además, grabó discos y contribuyó a la alegría de la gente. En nuestro pueblo, tocó la tumbadora y el bongó, pero la trompeta instrumento musical que lo acompañó por más de cinco décadas, destacaban su bagaje profesional.

Por razones de salud no pude asistir a su siembra en el viejo cementerio de San Mateo, casualmente ubicado en el sector popular que lo vio nacer y crecer “Tamanaco”. Al concluir, no me queda más que expresar a través de estas líneas un reconocimiento a esta personalidad con valor cultural en nuestra comunidad. Para su compañera Neyra Medina y demás familiares, siéntase que Nicomedes estará para siempre en la memoria histórica de San Mateo.


mateodeoroguaipur@yahoo.com



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