Recordemos a Sanín (Tarre Murzi) y los matones de la 4ta. República

Basta para ello que leamos de la mano del periodista Boris Saavedra R., quien no es, precisamente, un simpatizante de la Revolución Bolivariana, lo que nos cuenta de ese episodio de la vida periodística de Alfredo Tarre Murzi, en la cual le tocó a este honorable venezolano tener que "saborear" la intolerancia criminal que padeció el país durante el binomio adeco copeyano entre los años 1959 y 1998, cuando fue brutalmente apaleado por las bandas de matones de las policías políticas de esos gobiernos, tal y como le sucedió a uno de los mayores intelectuales del humorismo venezolano, Leoncio Martínez, mejor conocido como Leo, al poco tiempo de la muerte de Juan Vicente Gómez, el cual fue salvajemente golpeado hoy hace casi 77 años, el 9 de octubre de 1937, durante el gobierno de Eleazar López Contreras, por bandas de jóvenes seguidores de la extrema derecha internacional, agrupados en lo que fue la Unión Nacional de Estudiantes (*), quienes arremetieron brutalmente contra la sala de redacción del semanario Fantoches que dirigía Leo, destruyeron todas sus instalaciones y le propinaron a él una salvaje golpiza.

Dice Saavedra sobre ese episodio de intolerancia criminal que le tocó vivir a Sanín dentro de ese período funesto de nuestro país y quien durante buena parte del mismo publicó semanalmente una columna en el diario El Nacional, por cierto de impecable factura, crítica y bien encendida, bajo el título "Palco de sombra", lo siguiente:

"Estos periodistas, políticos y hombres de mundo viven en un mismo cuerpo (Sanín y Alfredo Tarre Murzi). Se expresan con verbo tenaz e irónico. Suman grandes amigos, como férreos enemigos. Desde el despacho o la máquina de escribir ponen a pensar a Venezuela…"

Precisamente ese trabajo (Palco de Sombra) fue el que despertó la rabia e irritación para que en el periodo presidencial de Jaime Lusinchi, dos sujetos entraron al estacionamiento del apartamento de Sanín en Santa Rosa de Lima –propiedad de Tarre Murzi.

"¿Tú eres Tarre Murzi?", le preguntaron al periodista. Sanín asintió. Enseguida los dos hombres le propinaron una golpiza brutal.

Cuando los bandidos lograron someter en el piso a Tarre Murzi, comenzó la ronda de patadas. Luego de unos minutos, cuando los agresores creían que el mensaje había sido entregado, se detuvieron. "¡Esto es para que aprendas a respetar!", escupió uno de los camorreros. Horas después llegaron algunos medios de comunicación y el Director de la Policía Técnica Judicial. Algunos canales transmitieron la noticia, pero poco después todo fue sacado del aire por órdenes de lo alto. Los dólares preferenciales, en esa época, eran un arma de subyugo para algunos directores de medios. "Después de Carlos Andrés Pérez, Lusinchi, fue uno de los gobernantes más nefastos para Venezuela", dice con amargura Sanín.

Alfredo Tarre Murzi, como Sanín, es un hombre dedicado al país. Estuvo preso por testarudo, por ese afán incontenible de defender sus ideas democráticas. También fue expulsado del país. Sufrió atentados e innumerables menciones a su ascendencia. Un hombre fuerte, un perro alpha….

En 1988, fallece su esposa, Mercedes Briceño de Tarre. "Aún ando a gatas en esto de la soledad. Todavía no me acostumbro a levantarme con el vacío a mi lado. Siento que la vejez es un fardo cada día más pesado. Pero también me digo que me quedan muchas cosas por escribir y unas cuantas vainas por echar", comienza con melancolía y termina con su sonrisa irónica. ¿Quién habla? ¿Sanín o Alfredo?" (**)

Para concluir, vale agregarle a esta nota un fragmento de lo que escribió Sanín pocos años después en su columna "Palco de Sombra" (1992), en el diario El Nacional, una vez que se produjo la reincorporación de ex presidente Jaime Lusinchi como Senador Vitalicio al Congreso de la República: "En Venezuela todos sabemos que él (Jaime Lusinchi) es un pillo redomado, un cínico capaz de las peores felonías, un reo de peculado, concusión y enriquecimiento ilícito, un acusado de gestor de negocios y de tráfico de influencia, un aparatoso y cínico delincuente que evadió la justicia y se refugió en Miami, donde van a parar casi todos los peculadores y ladrones en la política latinoamericana".

De seguro que Sanín, donde quiere que ahora se encuentre, ya debe estar muy bien enterado que esos "peculadores y ladrones" de los dineros públicos siguen teniendo su guarida en Miami y a buen resguardo del gobierno de Washington…

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(*) Tomado del diario VEA: "Octubre de 1937, tal día como hoy 9, un grupo de la organización de derecha Unión Nacional Estudiantil (UNE), asaltó la sede del semanario humorista Fantoches, en Caracas, destrozó la redacción y propinó una golpiza a su director Leoncio Martínez, "Leo". En el grupo estudiantil se encontraban, entre otros, Rafael Caldera, quien después sería presidente de la República, Pedro José Lara Peña, Tomás Enrique Castillo Batalla, y Lorenzo Fernández, de posterior destacada figuración política. El origen del asalto y la golpiza se atribuyó a las caricaturas de "Leo" con relación al apoyo de jerarcas de la Iglesia católica a la sublevación fascista contra la República Española."

(**) Textos tomados de este enlace: Doctor Tarre y míster Sanín - Hable Conmigo



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Iván Oliver Rugeles


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