Lo que ocurre en el país, no es cualquier cosa. El deterioro de la majestuosidad Estatal pareciese estar menguando y los motivos por los cuales se subordina el ciudadano a las órdenes del Estado, están siendo cuestionados.
La razón es que uno de los principios para definir al Estado, que establece el filósofo alemán Max Weber y que es acogido por buen parte de las naciones y pueblos del mundo, es que "el monopolio legítimo de la violencia" debe estar en manos del Estado y no del hampa.
Me refiero al hampa como toda acción que tiene como fin, acabar con la vida de un ser humano; con el arrebato de sus pertenencias; con la apropiación de los recursos del Estados (corrupción); con planificar, aupar, alcahuetear, participar e impulsar "Salidas" anti-democráticas para esgrimir diferencias políticas.
Los desafíos que a diario hace el hampa al Estado, no solo son temerarios, sino también asombrosos e inimaginables en una nación donde el derecho a vivir en paz, es tarea primordial del Estado. La permisibilidad, la flexibilidad, el blandenguismo y la carencia de información fidedigna, hace que el pueblo este percibiendo que estamos en presencia de un Estado Ausente.
A manera de ejemplo: Los ataques y asesinatos a personalidades y funcionarios públicos, señalan que sus perpetuadores no temen al Estado. Por lo menos, es lo que se percibe cuando se ataca con una granada a una comisión del CICPC en Ocumare del Tuy; asesinan a más de 90 funcionarios del orden público en el área metropolitana de Caracas; seudo-dirigentes llaman a "La Salida" dejando como saldo perdidas mil millonarias y 43 muertos; o asesinan vilmente al joven revolucionario Robert Sierra en su residencia.
Ahora bien, necesario es rescatar el ejercicio de la autoridad del Estado, por el bien del pueblo y de la Patria. Para ello, las autoridades tienen que informar veraz y oportunamente los resultados de las investigaciones. Por ejemplo, es necesario saber cuáles fueron móviles: del asesinato del capitán-concejal Eliécer Otaiza; de la ex miss Venezuela Mónica Spear; de la traductora de señas Adriana Urguiola; del fiscal Danilo Anderson; del Alcalde de Río Caribe Enrique Franceschi; y la del amigo Robert Serra y María Herrera. Asimismo los nombres de los hampones que se robaron 25 mil millones de dólares a la nación, responsables además, de la difícil situación económica que atraviesa el gobierno de Nicolás Maduro.
También ordenar a los voceros del gobierno dejar la charlatanería en sus declaraciones, porque preocupa oír al ministro de educación decir "no es que vamos a sacar a la gente de la pobreza para llevarlos a la clase media, para que luego aspiren a ser escuálidos" o al ministro de interior, justicia y paz solicitando al "liderazgo del chavismo en todos sus niveles, (que) deben maximizar las medidas de seguridad", como si cada uno de los militantes del PSUV tuviera una comandancia a su orden.
Por último, téngase presente que la impunidad estimula al delito e induce a que repita. El Estado se visibilizará en la medida que no tolere impunidad. Esto pasa por apresar a los responsables del asesinato del Dip. Robert Serra y del resto de nuestros conciudadanos que han sido víctimas del hampa.