Son peligrosos el fraccionalismo y la prepotencia en el PSUV

Hace alrededor de cuatro años, cuando se realizó el Primer Congreso del PSUV y se empezó hablar de una especie de legalidad de las tendencias en esa organización, escribí una columna en la cual afirmaba lo siguiente:

“Como viejo militante revolucionario, forjado en las canteras del marxismo-leninismo, por cuya razón nos sentimos comprometidos con el proceso liderado por el Presidente Chávez, quien reiteradamente lo viene proclamando como vía hacia el socialismo…esto de las tendencias, nos preocupa”.

En una oportunidad escuchamos al Presidente Chávez aceptar como válidas las tendencias en el seno del PSUV. Luego ese criterio fue repetido por otros líderes de esa organización hasta convertirse en públicas y conocidas tales “organizaciones” dentro de la organización (PSUV) en varias entidades (Táchira, Monagas, Bolívar, Sucre, Carabobo, etc.)…muchos de los integrantes de esas tendencias son revolucionarios probos, no hay duda de su integridad, no tengo la menor duda; pero, sinceramente… hoy me preocupa tanto como ayer, llegando a veces a temer más a esa situación que a la misma contrarrevolución opositora…

Hace algún tiempo, en una de estas crónicas, me referí a ese aval de Chávez a las tendencias internas y manifesté mi desacuerdo, lo cual como “mirón” -respecto al PSUV- reitero ahora. En esta etapa de la Revolución Bolivariana, el fraccionalismo como la prepotencia de algunos dirigentes es realmente fatal, navega en contra del proceso. El Presidente Chávez , se proclamó públicamente bolivariano, marxista-leninista, fidelista, cristiano, peronista, meszarista, mariateguista, etc. Todo dentro de su discurso de gran comunicador; pero, hoy, el punto de las tendencias es fundamental que lo discutan las masas y todos los revolucionarios, no vaya a ser que al partido eje de la Revolución le pase como a los aprendices de brujo, quienes, luego que uno logró poner las escobas a cargar agua y el otro a los enanitos a sacarles jugo - y en ambos casos se multiplicaron de manera incontrolable- no hallando que hacer al final.

Para nosotros -simples “opinadores” desde la barrera- el punto de las tendencias debe discutirse en el parlamentarismo de calle , si es que en realidad se cree de verdad en el debate de las ideas, recordando que en un Partido revolucionario, las diferencias se discuten colectivamente, acatando todos, lo aprobado por la mayoría.….cuando menos, esa es la “regla de oro”. Y, para que no me llamen entrometido, les recuerdo: hace algún tiempo escribí una columna donde afirmaba que digo lo que pienso….además de pensar lo que digo.


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Ramón Yánez


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